El pasado 15 de octubre, el Ministerio de Salud modificó la resolución N°591 exenta, la que dispone distintas medidas a cumplir para enfrentar la pandemia por Covid-19 en el país.
Es así como elaboró nuevas reglamentaciones y añadió otras, dado los “buenos índices” en contagios que ha presentado el país en el actual contexto de pandemia.
Es así como resolvió que “las personas que ingresen al país, sin importar el país de origen, deben cumplir con la medida de cuarentena por 14 días. Esta medida tendrá el carácter de indefinida, hasta que las condiciones epidemiológicas permitan su suspensión.
“No estarán obligadas a guardar cuarentena las personas que cuenten con un resultado negativo de un Test PCR para SARS-CoV-2. Si el test se ha realizado en el extranjero, este no deberá tener una antigüedad superior a 72 horas contadas desde el momento de ingreso a Chile. El test realizado en el extranjero debe ser por un laboratorio reconocido por la autoridad sanitaria de dicho país”, señala el documento.
Además, se incorpora la norma que señala que “se autoriza la realización de oficios religiosos, ritos y ceremonias de las distintas comunidades religiosas en sus respectivos cultos en las localidades que se encuentren en Paso 2, 3, 4 o 5”, donde no podrán extenderse por más de dos horas, el aforo no podrá exceder de una persona por cada 4 metros cuadrados y que no se podrá realizar ceremonias de este tipo en comunas en cuarentena total como la Fase 1 o la Fase 2 (los fines de semana). De esta forma, podrían volver los oficios religiosos y misas al patio de la Parroquia San Vicente Ferrer.
Antes se podían efectuar ceremonias religiosas, pero con mayores reglamentaciones. Para el médico del Cesfam Marcos Macuada y presidente del capítulo IV del Colegio Médico regional en salud primaria, Diego Peñailillo, considera que estos lugares donde se efectúan las ceremonias religiosas son altos en contagios.
“Si hay algo que ha demostrado la realidad internacional es que en lugares donde hay más contagios se producen en ceremonias religiosas, matrimonios, bautizos, congregaciones religiosas, porque esos momentos se prolongan por más de una hora, las personas pueden estar cantando o gritando, hay contacto estrecho y eso aumenta el riesgo de contagio. En realidad puede ser cualquier cosa que se asemeje, pero se aumenta el riesgo en lugares cerrados”, sostuvo.
También, la norma sanitaria estableció que se aumente el aforo en cines, teatros y lugares análogos, de un 25% a un 50%, para aquellas comunas que se encuentran en la Fase 4 o de Apertura Inicial.
Mientras que los gimnasios abiertos al público (Fase 5) se permitirá siguiendo las reglas como: la distancia entre las máquinas de ejercicios deberá ser de un mínimo de 2 metros entre ellas; el aforo en la sala de máquinas no podrá superar 1 persona cada 10 metros cuadrados; en el caso de clases grupales, no podrá haber más de 10 personas en cada sala; cada asistente podrá permanecer máximo 1 hora en el gimnasio, período en el cual sólo podrá hacer uso de una sala o asistir a una clase grupal.
“Nosotros tenemos indicadores más estrictos del avance en el Paso a Paso, que dijimos que iba a tener correcciones a medida que hemos aprendiendo de esta pandemia. Hemos ido fortaleciendo las estrategias en indicadores de testeo, mejoramos la trazabilidad y tenemos una red asistencial que permite que las personas tengan mejore actividades. La actividad física es protectora en el sistema de salud, ya que mejora la salud y por eso es importante seguir avanzando”, sostuvo en rueda de prensa la subsecretaria Paula Daza.
Ante esto, el médico propone que se realicen estas mismas actividades, pero al aire libre, donde el riesgo de contagio disminuye en forma importante. Sin embargo, la norma no establece que estas actividades sean cumplidas estrictamente en espacios abiertos.
“Desde la salud público tratamos de prevenir el hecho que hagamos acciones que pongan en riesgo la salud de la población”, acota Peñailillo.
Para el médico, la fiscalización y cumplimiento de dichas medidas se convierten en complejas, debido a las distintas realidades que se viven en cada una de las comunas del país, y también en la misma provincia de Limarí.
“La realidad que viven las distintas comunas del país, y de la misma provincia de Limarí, es muy distinta, por lo que pretender que una comuna con diez veces menos de habitantes que nosotros tenga las mismas posibilidades de tener una infraestructura correcta, de tener los fiscalizadores adecuados es muy complejo. En la provincia hay comunas que ni siquiera tienen el suficiente personal de salud como para ejercer las estrategias de testeo, trazabilidad y aislamiento que propone el mismo ministerio, menos va a tener para fiscalizar que esas medidas se adopten de manera correcta”,