Un interesante y vistoso proyecto educativo y ecológico desarrollaron los estudiantes de la escuela Arturo Villalón Sieulanne de Cerrillos de Tamaya, con la finalidad de proteger las aves de la zona, especialmente aquellas que anidan en áreas urbanas.
De la mano del educador ambiental Jorge Castro, los niños construyeron cajas de material reciclado para que las aves puedan tener un hogar seguro.
“La finalidad de las cajas nido es poder ayudar a especies de aves urbanas como el gorrión, la diuca y el chercán a que tengan donde nidificar. Es difícil para las aves encontrar lugares propicios y seguros para sus nidos, y que estos no sean atacados por depredadores o destruidos por el mismo ser humano. Así que con la confección de estas cajas estamos concientizando a los estudiantes y a la comunidad en general, sobre la importancia de estas aves para el ecosistema y de cómo su presencia puede dar una atmósfera de vida y alegría a los espacios urbanos como plazas, parques y nuestros jardines”, señaló Castro a El Ovallino.
Apuntó que estas cajas nido pueden ayudar en la recuperación de la población del gorrión, que desde hace varios años ha visto disminuido su número por distintos factores.
“Las cajas las hemos fabricado con los estudiantes de la Academia de Ecología y Medio Ambiente usando paneles de madera reutilizada como terciado estructural y OSB (aglomerado), para instalarlas en diferentes árboles de nuestra plaza. Como las cajas tienen el mismo color de los troncos de los árboles no tienen un mayor impacto visual, camuflándose muy bien entre ellos. Así las aves pueden adoptarlas con mayor facilidad tal cual fueran troncos ahuecados, que son los lugares que estas especies buscan en la naturaleza para sus nidos”, aseguró el especialista.
Educando
Destacó Castro que el objetivo no solo es ecológico, sino también educativo. En ese sentido, con los niños de la academia han podido identificar y registrar en la plaza de Cerrillos de Tamaya un total de 19 especies diferentes de aves: Gorrión, Chincol, Chercán, Diuca, Tenca, Zorzal, Jílguero, Chirigue, Fío fío, Golondrina, Picafllor gigante, Picaflor del norte, Mirlo, Cachudito, Tijeral,Tortolita cuyana, Tórtola común, Tortolón y Tiuque.
“Para reconocerlas solo hay que sentarse a observarlas y escucharlas con atención por unos cuantos minutos. Y tener un material bibliográfico que te ayude a identificarlas”, destacó.
CREANDO HABILIDADES.
Consultado sobre la posibilidad de expandir el proyecto a otros colegios, Castro adelantó que “como educador ambiental y observador de aves creo que esta iniciativa de cajas nido puede perfectamente replicarse en otras instituciones de la comuna para instalarlas en diferentes plazas, formando así en nuestros niños una conciencia ecológica, vocación científica y el conocimiento de la avifauna que convive con nosotros”.
Agregó que a través de la confección de estas cajas también desarrollan en los niños destrezas manuales en el uso de herramientas de carpintería y la reutilización de materiales.
“En síntesis, un conjunto de habilidades de forma transversal en una sola actividad, formando estudiantes con un aprendizaje integral que tendrán una perspectiva más amplia del cuidado y la preservación de las aves y del medio ambiente”, concluyó Castro.