Por Luciano Alday Villalobos / Ovalle
Este lunes 18 de enero se cumplen 10 meses desde el primer caso de coronavirus confirmado en la región de Coquimbo. Durante este tiempo la región ha pasado por altos y bajos que han permitido un constante aprendizaje en una situación para la que nadie estaba preparado: una pandemia mundial.
El caso de Ovalle ha sido uno de los más llamativos. Ha pasado por prácticamente todas las fases, desde la cuarentena hasta la apertura inicial, y así lo manifestó el alcalde Claudio Rentería, “en lo que respecta a la pandemia, nuestra comuna ha pasado por todas las etapas y creo que hemos aprendido de cada una de ellas. Estuvimos en cuarentena durante un mes y luego la variación de los casos nuevos y activos nos permitieron pasar a Fase 4, pero el mal comportamiento nos hizo retroceder a Fase 2, en la que nos mantuvimos durante 3 semanas”, comenzó relatando el edil.
Rentería cree que “en general, los ovallinos hemos aprendido a vivir en modo Covid”, pero hace la salvedad de que “siempre hay personas que no respetan las normas sanitarias y ponen en riesgo la vida de los demás”.
Durante todo el año 2020, Ovalle registró 2.572 casos acumulados de pacientes con Covid-19. Este alto número alerta a las autoridades, quienes durante todos estos meses buscaron alternativas para aminorar las cifras.
El gobernador de la provincia del Limarí Iván Espinoza encuentra la explicación en la alta densidad poblacional y la movilidad que conlleva ser una capital provincial, “la más alta concentración de la población de la provincia es en Ovalle. También hay gran movilidad de Monte Patria, Combarbalá, Punitaqui y Río Hurtado hacia el centro de Ovalle, porque todas estas comunas se abastecen acá. Entonces hay un movimiento permanente y eso ha provocado que debamos estudiar mejor los movimientos de la gente para diseñar planes más preparados”, explicó Espinoza.
A esta situación, el alcalde Rentería le agrega el contexto actual de verano, en donde la llegada de turistas puede empeorar el panorama, “hoy la situación de nuestra comuna y la región es preocupante y se agravó aún más con la llegada de familias de otras partes de nuestro país, quienes viajaron a pasar las fiestas de fin de año y otros que eligen nuestra región como destino turístico”.
Además, en un momento la población ovallina se quejó también ante la migración de personas desde La Serena y Coquimbo, cuando estas comunas estuvieron en cuarentena. “Es un fenómeno que sucedió y que eventualmente puede volver a suceder, ese desplazamiento es principalmente del comercio no establecido. Es un riesgo latente, nosotros lo hemos advertido y creemos que si volvemos a tener un escenario parecido nosotros implementaremos controles más severos y focalizados para controlar eso”, señaló el gobernador Iván Espinoza.
La máxima autoridad provincial destaca las distintas medidas tomadas, “nosotros tenemos mucha esperanza en que los planes han resultado, estadísticamente el comportamiento de la gente se ha reflejado en los números de manera favorable. Por ejemplo acabo de recibir el reporte de movilidad del sábado y domingo y ha sido bastante bajo en comparación a otros fines de semana”, dijo Espinoza.
Si bien las cifras de movilidad han disminuido, la verdad es que en cuanto al número de contagiados no se ha notado un cambio drástico. El primer día de regreso a la fase 2, el pasado sábado 12 de diciembre, Ovalle tuvo 10 casos nuevos, sumando 91 casos activos, mientras el día que se avanzó a fase 3, el lunes 11 de enero, 40 fueron los casos que se sumaron a un total de 97 casos activos.
El llamado de las autoridades sigue siendo el mismo, el autocuidado, “quienes puedan quedarse en sus casas, háganlo, y si van a salir a realizar compras o van a salir a abastecerse, eviten hacerlo con niños o adultos mayores. Es importante respetar los aforos en locales comerciales y reuniones familiares y no ser partícipe de actividades que van en desmedro de la salud de la comunidad”, señaló el alcalde Claudio Rentería. En la medida que la población respete las normas sanitarias se podrá retornar poco a poco a una cierta normalidad.