Extrabajadores de Viña Casa Tamaya entre el asombro y la incertidumbre

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    En diciembre pasado el 29° Juzgado Civil de Santiago determinó la liquidación forzosa de la Viña Casa Tamaya, lo que se anunció a los trabajadores el 5 de diciembre en una reunión en la que los representantes de la popular vitivinícola se limitaron a presentar y escuchar al síndico de quiebra encargado ahora del proceso, quien informó a los trabajadores cuáles serían los pasos a seguir a partir de ese momento.

    En la reunión se le informaba a los empleados que la entidad bancaria habría decidido presentar una demanda por liquidación forzosa luego que no prosperara la venta de la viña ubicada en las inmediaciones de Cerrillos de Tamaya.

    El presidente del sindicato de trabajadores de Viña Casa Tamaya, Luis Robles, indicó a El Ovallino que la noticia les tomó por sorpresa, pues si bien sabían que la empresa tendría algunos compromisos económicos, no imaginaron que la medida de cierre pudiera afectarles, y mucho menos antes de navidad y año nuevo.

    La negociación con empresarios extranjeros no habría prosperado por el temor de éstos en invertir en tiempos de crisis en el país.

    “Allí trabajamos 22 personas de las cuales 18 pertenecían al sindicato. El pasado 5 de diciembre llegó el síndico de quiebra y leyó la notificación y nos explicaron que ahora tratarán de recuperar la venta de uvas para poder pagarnos a nosotros, porque todavía no nos han cancelado el finiquito y nos estaban debiendo el sueldo del último mes de noviembre”.

    Adelantó que se han asesorado legalmente con un abogado local, recomendado por otros sindicatos del rubro, y les ha indicado que los pasos serían la liquidación de la empresa por parte de la entidad bancaria para recuperar liquidez y pagar los pagos pendientes tanto para los trabajadores, como para los proveedores y acreedores.

    “En la reunión el síndico de quiebra nos dio los documentos que nos exigen para poder ingresar al sistema de Seguro de Cesantía, y con eso aguantamos nomás, además de que cada quien comenzó a buscar otros trabajos y entradas”.

    Destacó que por lo general los trabajadores tendrían más de 10 años de labores en la empresa, 17 en su caso particular, porque les reconocieron el tiempo que tendrían de funciones en su anterior casa agrícola antes de ser adquirida por Viña Casa Tamaya.

     

    Las funciones

    Recalcó que tanto el personal de terreno como el personal administrativo fue finiquitado  y que algunos –seis o siete trabajadores- luego fueron recontratados para el proceso de la cosecha, pero que no sería para más de dos o tres meses de duración mientras se logra vender la producción.

    “Luego de eso cada quien buscó otro trabajo. Ahora hemos llamado a la empresa para consultar qué ha pasado con el pago y no hemos recibido respuesta. No sabemos realmente cómo va a ser el pago. A algunos de los que están trabajando les hicieron un depósito, pero no a los que ya no estamos”.

     Recalcó que están a la espera que la venta de la uva pueda ser satisfactoria para que puedan recibir su pago.

     

    Marcando distancia

    En un recorrido por otras viñas, voceros de Agrícola Tamaya y de KyLimarí marcaron distancia de lo ocurrido advirtiendo que no es su caso y que su producción se mantiene intacta, para no confundir el caso con Viña Casa Tamaya.

    Intentando conseguir una declaración de los representantes de la compañía, El Ovallino llegó a las instalaciones y envió un correo electrónico a la dirección que recomendaron los encargados, aunque hasta el momento no se ha obtenido una respuesta oficial.

     

    Verde soledad

    Un recorrido por la viña ubicada en las inmediaciones de Cerrillos de Tamaya, daba cuenta del poco movimiento de trabajadores en ese campo.

    Aunque los parrones están cargados de uvas verdes, las líneas se notaban solitarias en contraste, como indicaron los pocos trabajadores con los que se pudo dialogar, con semanas atrás cuando más de 20 personas hacían las labores del agro.