Familia de La Chimba continúa con problemas médicos

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    Familia de La Chimba continúa con problemas médicos

    El tiempo ha pasado pero la familia Luna aún no ha podido superar lo ocurrido el pasado domingo 24 de julio, día en que su casa resultó completamente inundada por aguas servidas. Si bien su vivienda recibió una sanitización y la alcantarilla fue bloqueada para evitar nuevos episodios de esta naturaleza, Jocelyn Luna, la madre de los menores, continúa preocupada por dos temas en particular.

    El primero, es que todavía persisten algunas complicaciones médicas, que son según ella, directamente relacionadas a la exposición que han tenido a este foco infeccioso. “El dolor de cabeza ya no lo aguantamos, tenemos vómitos, diarrea, la fiebre ha bajado pero después de un par de horas vuelve a subir”, cuenta.

    De hecho afirma que el día lunes una ambulancia tuvo que ir a buscar a una de sus hijas a la casa, debido a un fuerte dolor al estómago, además de vómito y diarrea. “Se revolcaba en la cama, no podía más con el dolor. En la urgencia le dieron hartos medicamentos y la dejaron en observación por los dolores hasta las 2 de la mañana. Le dieron un tratamiento para que bote los ‘bichos’ que tiene dentro del cuerpo, porque lo que nosotros tendríamos una infección viral, por la exposición a esta contaminación. Por eso el doctor ahí nos recomendó que tomáramos los mismos medicamentos que está tomando mi hija en su tratamiento”, relata.

    Durante el día de ayer hasta su casa llegó un equipo que procedió a vacunar contra la hepatitis al hijo mayor y al menor de la familia. Al mismo tiempo, se le fue asignada una hora en el consultorio Marcos Macuada, lugar en el que el día de hoy todos serán chequeados para ver su real estado de salud.

    El segundo problema es que son muchas las necesidades que tienen debido a que lo perdieron todo. A pesar que algunos limarinos han donado diversos implementos, aún hay necesidades que la familia aún no pueden suplir, debido a que Luna se encuentra sin trabajo, por lo que no pueden financiar los daños. De hecho, antes de regresar e instalarse a la casa, deben reparar la anegación que sufrieron las paredes. “La casa completa tiene que ser pintada con óleo, y las paredes deben ser restauradas porque fueron erosionadas por el agua servida”, dice.

    Acerca de la ayuda que se le ha sido suministrada, declara que “el martes la municipalidad me trajo colchones, además a través de la Red Solidaria de Ovalle un señor me donó un refrigerador y una cocina, fue una ayuda anónima pero le agradezco mucho a él y a toda la gente”. 

    Otra de las entidades que brindó su apoyo fue Junaeb, ya que la semana pasada John Cortés, director regional, visitó a la familia e hizo entrega de implementos escolares. Durante la visita Cortés señaló que “quisimos constatar en terreno la realidad que vive esta familia ovallina producto de una contingencia que tuvieron. Trajimos ayuda de apoyo escolar, entre ellos, útiles para sus hijas. Pero también comprobamos algunas necesidades de su familia, como es poder ayudar a su hijo mayor que no está inserto dentro del sistema escolar”.

    Para quienes quieran colaborar con la familia, está disponible el centro de acopio de la Red Solidaria Ovalle, ubicada en calle Independencia 440. Diversos artículos necesita la familia entre ellos, juguetes para niño de 3 años y niñas de 9 y 11 años, cajas plataneras o contenedores para guardar ropa, leche purita, silla de ruedas neurológica, zapatillas de niña número 34 y 33, zapatillas de niño número 40, pantalón de niño talla 16 ó 40, ropa chica o mediana para mujer y zapatos número 37 o 38, polerones, pantalones, calzas, ropa interior y chalecos para niña, ropa para el pequeño de 3 años y zapatos número 27. El niño más pequeño tiene 3 años, luego le siguen sus hermanos de 14 y 19 años. En cuanto a las niñas tienen 9 y 11 años. 

    “Es terrible ver que tus hijos se quedaron sin un par de calcetines y más encima tener que verlos enfermos. Mis hijos lloran porque cuando ven las cosas dañadas tiradas en el patio, les da pena porque saben el sacrificio que he hecho para sacarlos adelante y comprarles sus cosas”, revela sobre la impotencia de ver a sus hijos apenados por lo vivido, más aún en vísperas del Día del Niño, una celebración en la que esta año ella no podrá darles regalos.