Con el slogan “El evangelio de la familia” y con el término de la novena, este sábado fue trasladada desde la capilla Divino Salvador hasta el sector de Los Paltos la imagen del Niño Dios de Sotaquí para que los creyentes pudiera iluminar y tener un momento de oración, mientras los bailes saludaban con sus danzas religiosas a la venerada imagen.
Fueron miles de feligreses que llegaron principalmente este domingo para participar de la procesión por el poblado, sin considerar a quienes estuvieron presentes durante la semana en la novena que también estuvo bien concurrida.
Como todos los años la música y los bailes religiosos, fueron los que escoltaron la imagen sagrada, la que por segundo año consecutivo y luego del terremoto 16-S, mantuvo las puertas cerradas del gran templo católico.
La señora María Araya de avanzada edad llegó muy temprano este domingo proveniente desde Monte Patria para cumplir con su creencia de veneración del Niño Dios por lo que tuvo que tuvo que resistir al mediodía la alta temperatura que se registró. “Tengo muchos años de edad y de venir a esta fiesta, donde se mezcla la religiosidad con el comercio pero yo vengo por mi fe y aprovechó de ver la oferta comercial, esperando la procesión la que acompañaré a pesar del fuerte calor que hay”, dijo la vecina.
En tanto, el joven Matías Larrondo, quien llegó acompañando a su madre argumentó que las velas y las aguas fueron el principal producto que los asistentes consumieron. “Para poder hidratarse los helados y los líquidos son los más preciados por quienes estamos aquí bajo el Sol, vengo junto a mi familia desde muy niño y continuó la tradición y seguiré viniendo a pesar que la temperatura rompa el termómetro”, aseguró muy alegremente junto a un grupo de amigos.
“El mensaje es para la familia, el evangelio que significa buena noticia que se le da a la comunidad de Sotaquí y a todas las comunidades que se hacen presente en esta buena noticia, la familia debe rezar y ser una verdadera comunidad de vida fundada. Que Dios bendiga a todas las familias del Limarí” resalto el monseñor René Rebolledo, arzobispo de La Serena.
En tanto el padre Héctor Zambra, rector del santuario valoro la presencia de los felicgeres ys e despidió de la localidad, ya que el próximo año cumplirá funciones en Paihuano. “Cuando uno deja una parroquia hay sentimientos de pena y dolor por dejar el cariño que se genera. Este 2017 ha habido una gran participación de la comunidad y hemos fortalecido a la familia como lo mandata el Papa Francisco”, puntualizó el sacerdote.o1309.