Fenómeno del “Niño débil” augura un año con mayor cantidad de lluvias

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    Se espera que para este 2019, retornen las precipitaciones.

    Complicado fue el año pasado para la agricultura de la zona.

    Y es que 2018 fue un año seco comparado con los dos anteriores – 2017 y 2016- que estuvieron marcados por la caída de precipitaciones en toda la región, y permitieron entre otras cosas, la recuperación de los embalses y la recarga de acuíferos, permitiendo una relativa recuperación de la actividad agrícola.

    Sin embargo, en un contexto de cambio climático, el 2018 estuvo marcado por la sequía y la falta de lluvias.

    Para este 2019 no obstante, todo indica que las lluvias regresarán, al menos, en mayor cantidad respecto del año pasado, pues la llegada del fenómeno de El Niño a las costas del país ya es un hecho confirmado por los pronósticos meteorológicos. Eso sí, en esta oportunidad se presenta como un evento débil y de corta duración, pero que de todas formas, traerá más lluvia de lo normal.

    “Este otoño, producto del estado actual del fenómeno de El Niño pudiese ser un poco más lluvioso. Y de hecho, si el fenómeno mantiene su presencia durante los meses de invierno, también podríamos tener un invierno con buenos datos de precipitaciones, lo cual es un es un escenario bastante bueno para lo que es el sector agrícola” comentó al respecto, Cristobal Juliá, meteorólogo de Metxpert.

    Explica Juliá que es probable que en el mes de abril caigan las primeras lluvias en la zona “al menos en sectores cordilleranos en donde más se necesita el agua, y sobre todo para aquellos productores agrícolas y crianceros que no están bajo los sistemas de regadío, y dependen de la lluvias como tal”.

    En ese sentido, el profesional explicó que es difícil adelantar cuánta agua podría caer, pero teniendo en cuenta las precipitaciones históricas en Ovalle, – unos 170 mm en año normal – “eso es aproximadamente lo que debería llover climatológicamente hablando. Pero deberíamos tener un poco más de ese valor acumulado a fin de año”.

    Basados en esta información desde Ministerio de Agricultura, pretenden enfrentar los probables efectos que las precipitaciones puedan generar a los productores agrícolas, pero especialmente, obtener dividendos positivos del fenómeno con el fin de superar la complicada situación que lleva viviendo el sector rural de la región.  

    “Estamos coordinando una serie de acciones de difusión de medidas preventivas, entre ellas el seguro agrícola, con las distintas organizaciones productivas de la zona, como Juntas de Vigilancias, pequeños agricultores, comités de crianceros, etc., para iniciar un trabajo en conjunto que nos permita enfrentar las precipitaciones” señaló al respecto, el seremi de Agricultura, Rodrigo Ordenes.

    En términos de prevención, el seremi hizo un llamado a los agricultores “a mantener la infraestructura en buenas condiciones, a mejorar los sistemas de evacuación de aguas y tratar en lo posible de tomar de manera oportuna los seguros agrícolas con subsidio estatal, con el objetivo de proteger adecuadamente sus cultivos y su capital de trabajo, para que puedan pasar esta temporada invernal de la mejor forma posible, y con un mayor resguardo ante estos riesgos climáticos”.

    Cabe destacar que si bien los embalses de la provincia del Limarí se encuentran en buena situación en cuanto a acumulación de agua – La Paloma al 67%, Recoleta al 84%, y Cogotí al 66% – es básicamente la agricultura del Secano la que se ha visto afectada con la escasez de agua, con caudales de los ríos bajo lo normal y el agotamiento de los pozos de agua, debiendo fortalecer por ejemplo, la entrega del vital elemento vía camiones aljibe.