Con una media de postulaciones que rondan los cuatro mil aspirantes cada año, el proceso de selección se enfoca en escoger a unos 270 alumnos quienes recibirán la formación durante todo un año para egresar con el grado de Carabineros.
Es la Escuela de Formación Grupo Ovalle, ubicada en la parte alta de la ciudad, que recibe en enero a casi trescientos aspirantes desde diversos puntos de la geografía chilena, para prepararlos en áreas policiales, jurídicas y tecnológicas, sin descuidar su formación moral y física.
Las postulaciones son todo el año, pero el proceso de selección y reclutamiento de los jóvenes entre 18 y 25 años, se hace en base a los requisitos y las pruebas físicas y académicas que rinden los aspirantes, para garantizar así que quienes inicien el proceso de formación son personas íntegras y con altos valores morales.
El actual comandante del grupo de Formación de Carabineros de Ovalle es el mayor Álvaro Ilabaca del Canto, quien asume el reto de la institución de formar jóvenes con capacidades idóneas para enfrentar lo que demanda la ciudadanía y lo que demanda el país.
“Nuestro desafío es formar Carabineros que sean íntegros, con capacidad de solucionar problemas, de ayudar a la comunidad en la que está inserto y de la cual siempre se tiene que sentir parte, en todos los aspectos, no sólo en mantener el orden y la seguridad que es nuestra misión, sino también en el aspecto preventivo en aspectos valóricos, porque el Carabinero es un líder por naturaleza, y por eso el esfuerzo de la institución de entregar esos aspectos valóricos”, indica el oficial.
Advierte que la formación de los estudiantes ha cambiado con el tiempo y se ha actualizado según los mismos requerimientos de la sociedad, adecuándose a los cambios que la misma comunidad va experimentando. Comenta que la institución va proyectándose al futuro y que debe mantenerse a la vanguardia para ir a la par con el modernismo de la sociedad.
¿Qué se espera de los Carabineros alumnos cuando enfrenten la calle?
-Queremos un Carabinero íntegro, y que esté claro con su función y con lo que tiene que realizar, para que le dé respuestas lógicas a la ciudadanía de sus requerimientos, haciendo frente a la delincuencia y defendiendo al ciudadano. Por eso nosotros exigimos ciertas cualidades morales físicas e intelectuales.
Con respecto a la próxima ampliación de la Escuela de Formación, Ilabaca explica que proyectan ser uno de los grupos de formación más grandes del país, duplicando casi el número de alumnos en sus aulas.
“La ampliación no será menor, estimamos pasar de 270 carabineros alumnos a 450 aspirantes, en los próximos años, lo que implica mayores esfuerzos del equipo docente del plantel, de la directiva, y de los recursos institucionales en cuanto a infraestructura y logística”.
Tal esfuerzo supone un redoble en las labores administrativas, docentes y logísticas que desde ya, Ilabaca y su equipo están planificando.
Formación y ascenso
Al salir a funciones, luego de un año de formación, los jóvenes egresan con el grado de Carabineros, pero luego siguiendo con su formación y aspirando a los ascensos van alcanzando los grados de cabo (2do y 1ro), sargentos (2do y 1ro), suboficial y suboficial mayor, que es el escalafón máximo al que pueden alcanzar.
Formación integral
La recepción de los jóvenes comienza en enero, con un proceso de adaptación que dura dos meses, en los que aprenden las normas básicas del funcionamiento militar, el orden cerrado y se preparan para recibir las instrucciones académicas.
Luego desde principios de marzo hasta diciembre estudiarás las asignaturas de su pensum: atención al público y a la víctima, derechos humanos, introducción a las normas legales, doctrina institucional, derecho procesal penal, reglamentación institucional, leyes especiales, acondicionamiento físico, defensa personal, técnica y tácticas operativas preventivas, procedimientos policiales, armas y tiro policial, tecnología informática, y hasta comunicación oral y escrita, para garantizar un completo desenvolvimiento con la comunidad a la que esperan servir.
También participan en talleres co-programáticos, como teatro y coro, banda de guerra instrumental y folclore.