Fundación Prodemu: Una puerta de entrada al desarrollo de las mujeres más vulnerables

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    Fundación Prodemu: Una puerta de entrada al desarrollo de las mujeres más vulnerables

    Con un promedio superior a las 350 mujeres por año, la oficina provincial de Limarí de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), capacita y ofrece una serie de programas que, coordinados con otros departamentos de la organización pública, buscan facilitar la participación, organización y el desarrollo integral de la mujer a través de una estructura democrática y pluralista.

    Según explica la directora de esta fundación en Limarí, Mónica Artal, los objetivos directrices de Prodemu son “promover el empoderamiento de las mujeres. Enseñarles a ellas que son muy importantes dentro de la sociedad; dentro del mundo laboral, cultural, político, religioso, en todo ámbito, porque la mujer es la base de todo grupo. Ahí es donde apuntamos, esa es nuestra función, que ellas sepan valerse por sí mismas; darles a conocer cuan valiosas son”, plantea Artal, quien especifica que la fundación trabaja con los mujeres de los primeros dos quintiles de la población, es decir, con aquellas mujeres que pertenecen a los grupos sociales más vulnerables del país.

    Dentro de otros objetivos, comenta que en Prodemu se busca promover el acceso al mercado laboral y al emprendimiento, con el fin de que las mujeres logren avanzar en su autonomía económica. “Nosotros les ofrecemos ciertos cursos, y ellas evalúan si están dentro de lo que les gusta, y de ser así, lo toman. Finalizado el curso, se les certifica y ese certificado que se les entrega, garantiza la calidad de trabajo que les proporciona la fundación”, establece Artal.

    Para ejemplificar, sólo en el convenio existente con el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), hay 62 mujeres de la provincia que participan en cursos que buscan dotarlas de nuevas herramientas. Tanto en Potrerillos Altos (Ovalle), Pama Arriba (Combarbalá) y Huatulame (Monte Patria) se efectúa un curso de telar. En esta última localidad también se desarrolla un curso de cerámica. Mujeres de Quilitapia (Combarbalá) y Las Millinas (Río Hurtado), se capacitan en talabartería; mientras que otras tantas, lo hacen en apicultura, estás últimas pertenecientes a las Ramadas de Tulahuén y El Maqui, ambas zonas rurales de Monte Patria.

    También existen convenios con el Servicio Nacional de la Mujer, con el Ministerio de Desarrollo y Planificación, Sence, a través del programa Más Capaz.

    Dentro de lo próximo, Artal adelanta que prontamente iniciará un curso de peluquería en Ovalle. “Aquí se capacitará a veinte mujeres que ya han sido seleccionadas y que han mostrado interés por aprender este oficio, que más adelante les permitirá obtener recursos y contribuir a los ingresos de sus respectivas familias”, comenta.

    Como se ve, si bien Prodemu tiene su oficina provincial en Ovalle (calle Tangue #129), la cobertura comprende también los distintos puntos de las comunas de Punitaqui, Combarbalá, Río Hurtado y Monte Patria. “Tratamos de llegar a los lugares más alejados de cada comuna. Se les va a capacitar a sus sectores, nosotros vamos donde ellas; no es que ellas vengan donde nosotros, les damos todas las facilidades para que participen. En cada sesión se les da ciertos beneficios, alimentación; ya sea un desayuno o una once; además se les entrega un monto de 1.500 pesos para locomoción, independiente si los ocupan o no”, detalla Artal.

    Los dos ejes

    Para el periodo 2015-2018, Prodemu tiene contemplado apoyar a más de 100 mil mujeres a lo largo del país a través de dos áreas de trabajo: una de autonomía económica de la mujer y una de promoción y desarrollo.

    La primera, contempla cursos de habilitación para el empleo, cursos de gestión para aquellas que ya han iniciado un emprendimiento, programas de formación y capacitación para las mujeres campesinas que permitan que éstas puedan realizar proyectos de negocios sustentables y el desarrollo de competencias laborares (DCL) que busca facilitar sus posibilidades de incorporación al trabajo remunerado. En tanto, la segunda incluye información sobre los derechos del género y se les proporciona herramientas para el ejercicio del liderazgo y apoyo en las organizaciones sociales, como centros de madres y juntas de vecinos. “Es importante que se empoderen, que las saquemos de las casas y participen en las distintas instancias que la sociedad ofrece, porque la mayoría de ellas son dueñas de casa y han sido muchas veces vulneradas en sus derechos. La idea es fortalecerlas a ellas como mujer y que luego de que concluyan su paso por nuestros programas puedan salir adelante, en los distintos aspectos que la fundación propone”, indica Artal, quien destaca que lo que se busca es contribuir para que ellas puedan salir de la pobreza. “Darles las herramientas para que puedan enfrentar la vida tanto en lo emocional como en lo laboral” enfatiza.

    Los Leices: un ejemplo de empuje

    A fines de agosto de 2010 se fundó en esta localidad perteneciente a la comuna de Ovalle, la agrupación femenina social cultural y deportiva “Las Codo a Codo”, bajo el alero de Prodemu.

    Allí, sus integrantes han podido desarrollarse y crear una red de apoyo. Todas y cada una de las integrantes tienen pequeños emprendimientos que les permite aportar económicamente al bienestar de sus familias.

    Juntas, dan vida a una feria semanal que se efectúa en el pueblo. “A pesar de la sencillez y precariedad de los improvisados puestos tuvimos bastante público y mucha ‘barra’ de parte de nuestros hijos que se sienten orgullosos de que sus madres luchen por la vida. La falta de capital nos motivó a buscar más redes de apoyo y así llegamos también a Fondo Esperanza”, indican sus líderes a través de un pequeño libro que da cuenta de su historia y posterior trayectoria.

    Allí, expresan su gratitud a esta fundación, por “la dedicación prestada en enseñarnos a conocer y ejercer nuestros derechos de mujer”, y destacan haber podido desarrollar una serie de actividades en mejora de su pueblo, entre ellas, la creación de un mural y mosaico de cuentos chilenos en la escuela básica El Crisol y el desarrollo de proyectos vecinales. “Para empoderarnos de nuestro importante rol de mujer activa y presente en la sociedad, no existe una receta, pero si una fundación llamada Prodemu, con gestoras de formación y capacitación con un corazón rebosante de generosidad, comprensión, solidaridad y paciencia. Hemos sido afortunadas al ser invitadas y acompañadas en este camino, parte fundamental de nuestro crecimiento”, declaran.

    En agosto pasado se presentó parte de lo logrado por el convenio Indap-Prodemu mediante una feria productiva en la que mujeres campesinas presentaron los productos que comercializan. “Artes de cerro” que muestra el trabajo en lana efectuado por mujeres de Huatulame, “Grupo Teopal”, de Potrerillos Altos, y “Renacer de Estrellas” de Rio Hurtado, son algunos de ellos.

    En lo que va del año, Prodemu ha logrado llegar a distintos puntos de esta provincia. Prontamente también se iniciará la escuela de líderes, cuyas postulaciones se encuentran abiertas para mujeres de entre 18 a 65 años que quieran aprender nuevas técnicas para plantear ideas frente a un público.

    Esta semana se procederá al cierre del programa apoyo a la dinámica familiar en Punitaqui y Monte Patria; y ya el 18 de noviembre se tiene contemplado el cierre generalizado de todos los talleres que se han cursado este año. “Estoy contenta porque las mujeres salen más fortalecidas; lo ideal es que se apliquen todas las herramientas que se les han entregado” destaca Artal, quien invita a las interesadas a acercarse a la oficina de Prodemu, donde esperan apoyar en sus inquietudes a las mujeres y contribuir a que salgan adelante, especialmente en aquellos sectores más desprotegidos de la sociedad.