Este miércoles se cumple una semana del terremoto 8,4 que conmocionó a la región de Coquimbo, dejando a cerca de tres mil personas damnificadas.
El Ovallino conversó con geógrafo Rogelio Rodríguez, quien trabaja en área de Planificación Territorial y Distribución de Inversiones de Infraestructura de la Municipalidad de Ovalle, para conocer los detalles de este sismo que aún parece una pesadilla para algunos, mientras que para otros pareciera no importar
-¿Qué características presenta el terremoto del 16 de septiembre?
“Este movimiento telúrico de importancia que fue registrado a 42 kilómetros al oeste de Canela Baja, fue un terremoto de consideración y al sobrepasar el grado 8 (de Richter) se considera como un fenómeno importante a nivel planetario.
La principal característica de este sismo es que pese a ser muy duradero y fuerte, fue muy superficial. Según lo estudiado, el rompimiento de placas se produjo a 11 kilómetros de profundidad, lo que es un número superficial, esto significa que no liberó demasiada energía”.
-Esto en comparación al 27F…
“Así es, el que ocurrió el 2010 quebró la zona de contacto de placa, la subducción que hay en la placa de Nazca, bajo la placa Sudamericana, se originó cerca de 80 kilómetros de profundidad, justo en la zona de contacto. En cambio el que vivimos hace una semana no alcanza a ser la cuarta parte de este terremoto”.
-Y si lo contrarrestamos con el ocurrido en Punitaqui en 1997, ese fue de menos intensidad pero dejó mayores daños, ¿a qué se debe esta situación?
“Si bien el terremoto de Canela fue el más fuerte que hemos tenido durante este año, y ha sido el sexto más fuerte de Chile, no tuvo una liberación de energía importante.
El ‘97 no superó los 7 grados de Richter, pero fue más intenso, porque se originó a mayor profundidad, por lo que el nivel de manifestación de placa fue mayor, y eso se traduce en mayor daño”.
-Pese a la profundidad donde se produjo, este último sismo provocó un tsunami en las costas, fenómeno que no ocurrió hace 18 años atrás…
“El ‘97 no produjo maremotos debido a que fue de menor intensidad y a que la profundidad dónde se produjo fue mayor. En cambio el ocurrido hace unos días sobrepasó los 8 grados de Richter y debido a que se originó más cerca de la superficie provocó mayor ondas expansivas que incidieron en el comportamiento del mar.
En el sismo con epicentro en Choapa se originó un fenómeno, a diferencia del que ocurrió el 2010, donde el mar sólo atacó por el norte, prueba de ello están las bahías afectadas. Es el caso de Tongoy, donde hay dos playas, la Grande (al sur) y Socos (al norte), si analizamos lo ocurrido, el agua ingresó casi en su totalidad por el sector norte, fue la playa Socos la que inundó el pueblo”.
-¿A qué se debe que aún existan réplicas?
“Una vez que se produce esta rompiente entre ambas capas, estas placas tras desatascar continúan acumulando energía, entonces se atascan y hacen vibrar la placa Sudamericana, lo que rompe todo y hace que toda la placa se mueva.
La placa se intenta acomodar, de tomar formas para bajar bajo la Sudamericana y cuando se empieza a acomodar vienen los sismos”.
La localidad de Chaguaral, en Monte Patria, fue uno de los pueblos más afectados con el terremoto.
-¿Esto significa que podríamos estar hasta octubre sufriendo réplicas?
“Pueden ser semanas o meses, lo que sí está claro es que las réplicas comenzarán a mermar poco a poco, apenas se acomoden las placas dejarán de producirse. Pero esto no significará que en Chile deje de temblar, ya que somos un país sísmico”.
-En televisión se habla que podría venir otro terremoto, igual o superior al que ocurrió el 16 de septiembre ¿Hay posibilidades de que el epicentro sea en la región?
“En esta zona, ahora en el corto plazo, no debería, y en el caso de las réplicas tampoco deberían ser de mayor intensidad al terremoto. Hay veces que vienen otros terremotos más fuertes pero en otros sectores. Por ahora no debería ocurrir un nuevo terremoto en el sector.
Para que ocurra un terremoto debe existir acumulación de energías importantes, y esto generalmente se registran entre 40 y 50 años, pero esto se puede adelantar ya que resulta que desde 1997 al 2015 hay recién 18 años, es decir hay una acumulación de energía bastante rápida en un corto tiempo.
-¿Qué llamado le puedes hacer a la ciudadanía?
“Ojalá los colegios y las familias le sigan dando importancia a estos temas, en prevención, en formas de hacer evacuación y protegerse.
Es importante que la gente que esté tranquila, Chile ya ha logrado una madurez al enfrentar un terremoto. Las réplicas continuarán por un tiempo indeterminado y la gente debe acostumbrase”.