Los héroes anónimos que llevan alegría a los niños de la provincia

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    Los héroes anónimos que llevan alegría a los niños de la provincia

    Hay personas que trabajan anónimamente para entregarle una sonrisa a quienes más lo necesitan.Ésta es la historia de un hombre y de su grupo de amigos quienes se han convertido en el “Viejito Pascuero” y sus “Duendes”, los que durante el año llevan alegría a zonas rurales sin pedir nada a cambio.

    Hace casi 4 años Yilson Milla trabajaba en contratos de conservación global que la Dirección de Vialidad establece para la mantención de los caminos. Dentro de dichos contratos él pudo recorrer la provincia, ya que esa empresa tenía muchos caminos por atender. En esas rutas pudo conocer de cerca la precaria realidad de muchas de las familias que viven en nuestra provincia. “Conocí una familia en la que un niñito se levantaba a las 5 y media, saliendo de la casa a las 6 para llegar a la escuela a las 8. Esas cosas fueron llamándome la atención y empecé a pensar en cómo ayudar a esta gente”. En ese minuto alguien se acerca a Milla diciéndole que tiene una bicicleta en desuso en el patio, él la tomó y le hizo reparaciones.

    “Fui a una escuela del interior, conversé con el director y le dije ‘encuentre un niño que tenga problemas para llegar a la escuela y yo le traeré una bicicleta’. Desde ahí con la entrega de la bicicleta fueron naciendo más necesidades. Me contacté con algunos amigos y les conté la idea. Ellos me dijeron que hiciéramos un grupo en Facebook denominado ‘Lo que a ti te sobra a otros les falta’ De esa forma empezaron a llegar cosas y comenzamos a ir a distintas escuelas”.
    Afortunadamente en esa época Milla pudo tener ayuda de la empresa en la que se desempeñaba.

    “Conversé con la gente de la gerencia de la empresa Siga Ingeniería y les plantee que tenía la idea de empezar una campaña solidaria y que necesitaba el apoyo de ellos netamente para transportar las cosas en las camioneta de la empresa. Ellos dijeron que no había ningún problema y que todo lo que quisiera trasladar era posible”. Fue así como este tema se volvió más masivo, al reclutar a más gente interesada en colaborar. “Este tema de hacerlo un poco más masivo fue también parte de la idea de una visita que tuvo el gerente de la empresa en la que yo trabajaba. Conversando él me dijo, ‘¿por qué no haces esto un poco más masivo? te doy facilidades para que lo puedas hacer’. Se dio esa instancia de poder ayudar a las escuelas estando en mi trabajo y poder llevar esas cosas, como yo iba a estar haciendo rutas íbamos a poder ayudar todo el año. Si tenía que ir a Tulahuén pensé ¿por qué no aprovechar de llevar cosas a los niños’”.

    Grupo facebook

    La dinámica es sencilla; la recolección y coordinación se hace a través de la red. Milla escribe en el grupo acerca de iniciar alguna campaña, por ejemplo, útiles escolares. De esa forma se inicia la recolección y los participantes informan en lo que pueden colaborar. “Tengo un ex compañero de trabajo que vive en Santiago, él donó un computador que vamos a entregar pronto”, dice. Este grupo está compuesto por personas de diferentes partes, Antofagasta, Santiago, La Serena, Ovalle, entre otros. Al estar lejos hacen llegar la ayuda a través de encomiendas. “Este grupo de amigos se fue formando por boca en boca, pero este grupo es bien acotado, a veces llegan solicitudes para unirse, pero uno revisado ese perfil y esa persona pertenece a 50 grupos, entonces uno adivina que tal vez no ayude. Se necesitan personas que tengan ese compromiso real”, aclara. También ahí surgen diversos datos de personas que tienen cosas en desuso, por ejemplo alguien que le sobra una cocina o un refrigerador, de esa forma se moviliza y consultan a qué familia de la zona rural puede servirle más. “Sacamos fotos de cada ocasión en que se entrega lo requerido para que la gente vea que efectivamente llegaron a las personas y están en un lugar en que sí se necesitaban. Esa es la principal finalidad de esto”, explica el gestor.

    El Tayán 

    Esta escuela de difícil acceso se ubica cerca de Tulahuén. Su matrícula cada año oscila entre los 15 a 20 estudiantes, los cuales en su mayoría tiene una situación vulnerable. Después de iniciar las diversas campañas, Milla puso su intención en ir en ayuda de este recinto, especialmente en época navideña. “Con la profesora se decidió hacer algo un poquito más grande para ellos. Lo planteamos con 40 amigos que me apoyan en esta iniciativa. Ahí fue cuando empezamos a hacer las fiestas de navidad, con regalos, con torta, con bebidas, dulces, todo para los niños. Al principio se hizo esa fiesta con los regalos que nosotros mismos escogíamos, el segundo año les pedimos que le escribieran una carta al viejo pascuero, las que fueron apadrinadas por diferentes amigos de ese grupo Facebook. Ellos le fueron comprando los regalos a los niños”, explica. Lo que más llamó su atención en esa oportunidad fue la sencillez de las peticiones. “Una niñita pedía un par de zapatillas porque nunca había tenido unas, aquello comparado con lo que piden los niños actuales, son cosas muy sencillas. Se puede decir que ese fue nuestro primer hito, no sólo porque lo logramos, sino que además por lo llamativo del contenido de esas peticiones. Uno sabe que un niño podría pedir un celular o cosas así, pero acá los niños pedían zapatillas o un juego de lapiceras”.

    Carmen Araya es profesora de la Escuela El Tayán. Ella declara que antes de recibir los regalos no conocía a Milla. “Un día él llegó con una camioneta llena de cosas y se presentó. Como había ido a otra escuela cercana, él se dedicó a averiguar sobre la nuestra para llevar ayuda”. La docente revela que las navidades han sido especiales y que además los niños han podido ir al cine en Ovalle. “Todos los años hace lo mismo; trae útiles escolares, ropa y a fin de año es infaltable la fiesta de navidad. Me parece que él gestiona con sus amigos la materialización de estos regalos. Él es el como el viejito pascuero, los niños lo adoran, lo quieren mucho. Los apoderados están muy contentos y apoyan la iniciativa. Incluso vienen cuando hacen entregas y para la fiesta de navidad también participan. También él ha llevado a los niños al cine con todo pagado, fue con un grupo de apoderados y hasta se consiguió locomoción”. De esa manera ha surgido una especial relación que hace que los niños se sientan motivados. “Para mí él es un apoyo fundamental para los niños porque los motiva a seguir estudiando, ellos tratan de sacarse buenas notas y estudiar porque saben que el tío Yilson a fin de año les va a traer un regalo de navidad, lo que ellos eligieron. Uno cree que ya no hay gente así, a pesar de ser muy joven es un hombre muy bondadoso que ocupa su tiempo libre y laboral para gestionar estos recursos. Hay que darle las gracias a él de parte de todos los alumnos y apoderados”.

    Aliados


    Para llevar a cabo la ayuda, Milla se apoya en sus amigos, verdaderos “aliados” que hacen posible la ayuda. Juvenal Parra es uno de ellos. Parra lo conoció hace 10 o 15 años atrás, cuando ambos trabajaron juntos en una faena que en que tenían a cargo la mantención de varios caminos en la provincia de Limarí. “En ese tiempo era el gerente de inspecciones y tenía que ir a ver las oficinas nuestras, de repente veo a Yilson que está trabajando con una bicicleta vieja, le pregunté que estaba haciendo, él me comenta que la encontró botada. Le pregunté si era para su hija, él me dijo que era para una niñito que tiene que caminar dos horas para poder llegar a su escuela. Ahí le pregunté si él hacía esas cosas siempre, él dijo que en algunas ocasiones lo hace con mucho esfuerzo. Ahí se nos ocurrió que la empresa en la que yo trabajo le pudiera prestar apoyo y de esa manera canalizar cosas que no se ocupan, como computadores o ropa”, declara Parra. En relación a la importancia de la labor realizada Parra cuenta, “debo reconocer que Yilson tiene una calidad humana excepcional. Hay que destacar a la gente que permanece anónima y que todo los días está colocando un granito de arena para que el prójimo esté en mejores condiciones, sobre todo pensando en los niños que están muy alejados de su propia escuela, teniendo que caminar una hora para asistir. Me parece todo un acierto”, expresa.

    Jorge Castillo es otro de los miembros de los “héroes anónimos”. “Actualmente trabajo en la Dirección de Vialidad y tenemos contrato de mantención de los caminos rurales. Ahí Yilson entró a trabajar con una empresa que presta servicio a Vialidad. Él me contó la iniciativa en la que había conocido zonas rurales de mucha carencia. Yilson propuso a la empresa si podíamos hacer un grupo de amigos y ocupar las redes sociales”. Castillo explica la dinámica de las campañas.

    “Somos sólo un grupo de amigos anónimos que tratan de ayudar a esas escuelas más pobres. Yilson es el ‘viejo pascuero’ y nosotros somos los ‘duendes’ que lo ayudamos. A través del grupo él comenta la iniciativa y nosotros sorteamos la carta y llegamos con los regalos. Ver la cara de felicidad de los niños en las fotografías luego de recibir los regalos es extraordinario”. Además hace un llamado para que más gente decida aportar para cambiar la realidad de los niños de zonas vulnerables. “Ojalá que la gente con su grupo de amigos se junten y hagan lo mismo, que recorran, salgan los fines de semana, vean la realidad en la que hay gente que necesita ayuda. Es una buena labor y reconforta el alma”.

    Luis Bustillo es otro de los amigos del grupo que vive en Santiago. A pesar de que nunca ha visitado Monte Patria ha seguido de cerca las campañas que surgen. Hace poco decidió donar un computador para uno de los niños. Según lo que relata, “Yilson trabajó un tiempo en Santiago, ahí lo conocí, era colega nuestro hace como tres o cuatro años atrás. Una vez conversando nos contó de estas campañas por lo que ayudamos y mandamos cosas. Con el tiempo yo estoy pendiente, voy juntando cosas en buen estado y las mando para allá. Cuando mis hijos ya no ocupan su ropa, yo la selecciono y dejo lo mejor. También colaboro con cosas que están en mi casa”.

    Planes


    Para el mes de abril o mayo estos verdaderos héroes anónimos están tratando de generar actividades deportivas en el Estadio de Monte Patria, invitando a escuelas que sean de bien lejos, con niños que no conozcan ese recinto. “Decidimos hacer este evento trayendo a los niños para que jueguen en el estadio, también prepararles una colación. Lo que más necesitaremos serán esa colaciones, y si alguien es preparador físico sería entretenido que les hiciera una actividad a los niños”, dice Milla.

    Al ser consultado por el balance que hace de esta iniciativa espontánea Milla expresa, “si bien soy la cara visible de esta campaña, detrás de mí hay un montón de gente que realmente hace posible esto. El único fin es llegar a un sitio y entregar cosas que se necesitan y poder ver la la cara de satisfacción de la persona que lo recibe. Para mí esas cosas son impagables, no espero nada más que eso”.