Hito histórico: Regantes constituyen Asociación de Canalistas del embalse Paloma

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    Autoridades y canalistas celebran la conformación de la nueva asociación con un casi lleno embalse Paloma de fondo.

    Inaugurado en el año 1968, y con una capacidad de almacenamiento de 750 millones de metros cúbicos de agua, el embalse La Paloma es una de las obras de riego más grandes que se han construido en nuestro país, pues en sí, no se trata sólo del embalse por sí mismo, sino que este tranque forma parte de un sistema mayor que lo conforman además, los embalses Cogotí y Recoleta, almacenando en total, más de 1.000 millones de metros cúbicos de agua.  
    Esto hace del denominado Sistema Paloma el principal distribuidor de agua para riego de toda la provincia del Limarí, y uno de los más importantes a nivel nacional, habiendo significado desde su inauguración, un tremendo aporte para el desarrollo intensivo de la agricultura en nuestra provincia. 
    No obstante, el embalse La Paloma – que fue administrado por la Dirección de Obras Hidráulicas hasta 2008, cuando su administración fue traspasado a los usuarios de agua- presentaba un inconveniente: de él se benefician 9 organizaciones de regantes, por lo que este espejo de agua, desde sus inicios, carece de una organización de usuarios que lo administre con respaldo legal, por lo que se maneja conforme a los usos y costumbres establecidos, lo que hace su aprovechamiento muy complejo. 
    Sin embargo, esto está a punto de pasar a la historia, pues finalmente, y para bien de sus beneficiarios, se acaba de dar el vamos a la constitución de la futura Asociación de Canalistas del Embalse Paloma, acción que este viernes quedó rubricado para la historia en una ceremonia oficial, con la asistencia de autoridades y representantes de las organizaciones de regantes involucradas.  
    ¿De qué se trata? 
    A partir del acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Riego, se dio la autorización respectiva para la constitución de un derecho de aprovechamiento de agua superficial y detenida – de uso consuntivo y de ejercicio permanente – correspondiente a una acción de agua del embalse, que equivale a 9.450 metros cúbicos por año, a distribuirse entre las 9 organizaciones de usuarios beneficiarias del embalse, y que se otorgó de forma simbólica a cada representante durante la ceremonia de ayer.  
    De esta forma, una vez constituida en conformidad a la ley, la nueva Asociación de Canalistas del Embalse Paloma (ACEP), contará ahora con personalidad jurídica. 
    Esta condición permitirá así a los regantes dos beneficios: tener las condiciones para acordar la próxima etapa de traspasos, tanto en derechos de aprovechamiento de aguas, como en cuanto a obras de ingeniería que se puedan transferir desde la DOH a los mismos usuarios.  
    Por otro lado, la nueva Asociación de Canalistas estará en condiciones de poder optar a todos aquellos beneficios destinados a las asociaciones de regantes, como son aquellos incluidos en la Ley de Fomento de Inversión Privada a Obras de Riego, además de disponer de un manejo integrado de todo el sistema y mayor seguridad para el desarrollo de actividades económicas ligadas al embalse.  
     
    AGUA “CON VALOR AGREGADO” 

    En ese sentido, la seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, destacó “la institucionalidad, y el respaldo legal” que ahora consiguen estas organizaciones, así como el poder acceder a proyectos. 
    “Ellos tenían que postular de forma independiente, y hoy día cualquier falla, cualquier problema que tengan en este embalse, ellos ahora pueden presentar un proyecto para mejorar, o para mantener esta infraestructura de esta tremenda obra, la que además es una de las obras de riego más importante en Sudamérica. Es un hito histórico lo que ha pasado hoy”. 
    Por su parte, José Eugenio González, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí y presidente de la Comunidad de Aguas del Sistema Embalse Paloma (CASEP), calificó la conformación de esta nueva asociación como el fin de una lucha que se venía dando desde hacía muchos años por parte de los usuarios del agua.  
    “Esta es una gran obra y tiene una gran cantidad de agua. Pero esa agua tiene un valor, y a través del tiempo, van pasando las generaciones y si a esto no se le da el respaldo legal que corresponde, se pone en riesgo lo que va a ocurrir en el futuro. Porque no faltan los vivos en esto que pueden aprovecharse de cualquier error, y aprovecharse de una obra que como decía yo en mi presentación, pertenece a toda la comunidad del Limarí” sostuvo. 
    Sobre los próximos pasos, González explicó que los estatutos de la futura asociación ya se encuentran redactados y sólo falta la parte legal en sí, y que en ellos, se respeta lo suscrito cuando se iniciaban las obras del embalse.  
    “Los estatutos ya los tenemos redactados. La primera semana de enero quedamos de juntarnos para el toque final con el abogado de la DGA y estamos listos. Somos 9 organizaciones de regantes que es lo que propuso el MOP a los regantes el año 1957 y eso se aceptó, por lo que a nosotros nos parece que hay que respetarlo. Tenemos que honrar esos acuerdos por ser respetuoso con el Fisco, que firmó un acuerdo con los regantes y así lo hemos hecho. Y estos estatutos reflejan esos acuerdos” comentó.  
    Por su parte, Carlos Estévez, director nacional de la DGA, señaló que “ahora estamos en la etapa final. Después de un largo tiempo de trabajo se requiere ahora básicamente que esto pase por la toma de razón de la Contraloría, e inmediatamente después, esperamos que a partir del mes de enero, con el apoyo de nuestra asociación de usuarios de agua de la DGA,  los regantes pasarían a la notaria para formar su asociación” concluyó.