Luego del terremoto de 8,4 grados, las techumbres de las viviendas ubicadas en la población San Agustín de Sotaquí presentaron serios daños. A su vez, salieron a la luz los inconvenientes asociados a una plaga de murciélagos que se arrastra desde décadas.
Durante las últimas semanas, la situación se ha tornado incontrolable, acentuada por la caída de material luego de la réplica de 6,8 grados registrada en Punitaqui. Si bien los afectados ya trabajan en la erradicación junto a personal municipal, seremia de Salud y el Servicio Agrícola y Ganadero (Sag), aún existe incertidumbre en ellos por las soluciones a largo plazo que solicitan actualmente.
Natividad Castillo, una de las vecinas más afectadas del sector, señaló que “luego de entregarme mi casa comenzaron los problemas de los murciélagos. Yo he estado viviendo muchos años con este problema. Cuando llegaba del trabajo encontraba fecas de murciélagos y mis nietos incluso pasaban por eso. Nosotros nos estábamos enfermando, caímos al hospital y era por esto mismo. Ahora con el terremoto se cayó toda la feca del murciélago en las piezas, estaba todo abierto y todos los animales ingresaban a la casa. Después del último temblor, lo único que pensé hacer fue salir de la casa y quedé atrapada con el techo y nadie me sacaba. Se me cayó toda la techumbre, me pegó en la cabeza (…) yo estaba casi con depresión por el estado en que quedó mi casa cuando cayó todo ese excremento. Yo lo único que necesito es una media agua, mi hogar está en muy mal estado. Ahora con el ultimo temblor más se dañó”.
El vicepresidente del Comité Pro-Adelanto de la población San Agustín de Sotaquí, Juan Carvajal Romero, afirmó que existe cierta incertidumbre de los vecinos sobre las mejoras en sus viviendas “se ha generado bastante confusión entre los vecinos porque no se sabe con exactitud cuáles van a ser los procedimientos para las reparaciones de las viviendas. Algunos dicen que la municipalidad se encargará, otros que debemos invertir nosotros el dinero. Algunos vecinos se oponen al arreglo de los techos, porque cuando llegaron de la municipalidad a limpia hicieron algunos daños, botaron el techo y contaminaron sus enceres y no se sabe quién responde por eso. Algunas casas no quedaron con techos bien instalados. Aparte llega un departamento de la municipalidad que nos dice que deben hacer una evaluación socioeconómica por casa y luego viene otro departamento y nos dice que ellos van a hacer todo. Eso genera una confusión, por eso debemos hacer una reunión con todos los departamentos involucrados”.
Cherilyn Serrano, otra de las vecinas afectadas, la cual vive con dos niños de 4 y 6 años y día a día conviven con las molestias asociadas a los mamíferos, afirmó que el día del sismo “se desprendieron los cielos, perdimos nuestros enceres, las camas, cayó todo lo que estaba entre medio de los techos, murciélagos, excremento, así que estamos bien complicados. Hace poco vinieron a limpiar los hogares y estamos en que no sanitizaron y estamos en proceso de limpieza. Asi que estamos esperando la solución para que nos vengan a reparar (…) el Sag autorizo a poder intervenir los techos, pero la municipalidad nos dice que todo esto toma tiempo. No nos dieron ningún plazo. Es complicado para una que está sola con niños”.
Silvia Díaz, presidenta de la junta de vecinos de la villa Las Palmas, detalló que están actualmente prestando colaboración a los afectados de la población San Agustín.
"En la sede de nosotros la señora Natividad está albergada. Estamos prestando ayuda porque son todas las casas que están afectadas y hay que ponerse en ese caso. Ahí se ve como sacaron los techos, y a medida que vayan avanzando por todas las casas y se les hacen pedazos sus cosas y se les contaminan, porque hay muchos murciélagos en las casas. Lamentablemente al levantar los techos no encontraron, porque quizás están ocultos, pero en la noche, de las 8 en adelante salen muchos. Vamos a seguir colaborando, vinieron de la seremia de salud y dieron la autorización para que la sede esté como albergue”, dijo.
Christofer Flores, encargado de la unidad de gestión ambiental de la Municipalidad de Ovalle confirmó que desde dicho municipio “estamos abordando el problema desde los primeros días de octubre (…) El temblor del sábado pasado agravo la situación y al caerse el cielo se cayó el guano y murciélagos, por ello el lunes nos reunimos con los vecinos, para determinar si estaban en periodo productivo. Estamos en este momento realizando un diagnostico casa a casa con asistentes sociales y los constructores para hacer la compra de los materiales y el arreglo de cielo de las casas. Estamos buscando una solución integral para la gente”.