“No sabía que estaban los lomos de toro y me terminé comiendo uno, no están pintados y no vi la señalética”, manifestó Luis Espinoza, conductor, quien se mostró inquieto por la instalación de los reductores de velocidad que hace algunos días están en 20 puntos de la ciudad.
El proyecto implementado por el municipio con el fin de reducir la velocidad de los vehículos y prevenir los accidentes, durante los primeros días de puesta en marcha ha generado malestar en los limarinos, ya carecen de una pintura reflectante y no son como los que usualmente conocían.
El presidente de la Federación de Taxis Colectivos de Ovalle, Cristian Pinto, expresó que pese a que la iniciativa ayudará a mejorar el tránsito de los vehículos por la ciudad, se han presentado algunos problemas.
“Nosotros estamos llanos a hacer mejoras de tránsito y más cuando éstas ayudan a disminuir la velocidad y a prevenir accidentes, pero debo reconocer que los conductores tenemos poca cultura referente a los lomos de toro, pero creo que debemos acostumbrarnos a circular a una velocidad prudente.
En lo personal me he encontrado de frente con los lomos de toro y más de un dolor de cabeza me ha traído. Estamos más acostumbrados a los lomos de toro grandes y amarillos, además los encontramos de la noche a la mañana, no muy bien marcados, pero sabemos que estas medidas llegaron para quedarse”, explicó.
Quien también se mostró inquieto con el tema, que ha causado algunos daños a los vehículos (chasis, amortiguadores y tubos de escape), es el concejal Patricio Reyes, quien hizo sentir su intranquilidad en la sesión del Concejo Municipal realizado ayer.
“Sabemos que los lomos de toro eran una necesidad requerida en la ciudad, pero durante los primeros días de la instalación de ellos, han causado más problemas que soluciones. La ciudad quedó sembrada de lomos de toro mal señalizados, con pintura no reflectante y letreros encima del lomo de toro”, dijo.
"Todo está en forma"
El alcalde Claudio Rentería lamentó la molestia de los conductores, indicando que es parte de proceso que aún no concluye.
“Es una inversión de la municipalidad, a través de las solicitudes que han hecho las juntas de vecinos. Este proyecto es inédito para Ovalle, nuestras calles cuentan con la señalización que corresponde, todo está en norma.
Actualmente las obras no han concluido, y por eso falta la pintura (no serán amarillos, sólo tendrán coloreadas flechas), trabajo que debe demorar no más de 30 días.
Rentería recordó que por ley, la instalación de reductores de velocidad se debe dividir en tres fases, siendo la primera su construcción y correspondiente secado, para luego instalar las señales de tránsito que avisan su proximidad y finalmente el proceso de pintado.
“La empresa aún tienen plazo para terminar las obras, he ido personalmente a fiscalizar estos trabajos y ya se han puesto las señaléticas”, aseveró el alcalde.