Por Luciano Alday Villalobos / Ovalle
Con tan solo 9 años que la joven ovallina Belén Araya comenzó su incursión en el karate, una disciplina que le ha entregado muchas alegrías y éxitos en su corta pero prometedora carrera deportiva.
Hoy con 12 años luce en su “curriculum” el ser campeona nacional en el Torneo Open de La Calera, campeona nacional en Santiago y un tercer lugar en el campeonato de Hualpén.
“Siempre me ha gustado el karate, siento que es parte de mi vida, este deporte me hace ser feliz y me ha hecho sacar muchas cosas que yo antes no tenía”, reconoce la joven luchadora.
Esta exitosa carrera deportiva le ha valido posicionarse en la actualidad como la número 1 de su categoría en el ranking nacional.
Cabe mencionar que Belén entró al mundo de los deportes, no solo del karate, para superar una dificultad que le presentó la vida. Esto fue destacado por su padre, Elías Araya, quien se siente orgulloso de lo que ha logrado su hija, “ella tiene un gran mérito, porque de pequeñita nació con un problema físico que no se nota a simple vista, tiene un músculo internamente que lo desarrolló menos, entonces ella está con tratamiento. Por esta razón es que yo decidí meterla en deportes, de hecho, ella también representa a Ovalle en natación”, apunta el orgulloso padre.
Selección nacional
Tras sumar todos estos éxitos, a Belén Araya se le presentó el mayor desafío que podría enfrentar una deportista, y es que fue nominada por la selección nacional de karate para enfrentar un torneo sudamericano, siendo además la única representante de la zona norte del país.
Este campeonato que reunió a karatecas de diferentes países de América se realizó en Belo Horizonte, Brasil, en donde la ovallina pudo tener una más que destacada participación, ya que logró quedarse con el tercer lugar, colgándose así la medalla de bronce
“Fue una experiencia muy buena pese a ser la primera, me gustó mucho, quiero seguir practicando mucho más para mejorar”, declara la joven.
Entrenamiento
En la actualidad, Belén Araya hace el esfuerzo junto a su familia de trasladarse diariamente hasta La Serena para entrenar, ya que pertenece al Dojo Nor-Dhai.
“Decidimos hacer este sacrificio porque este dojo tiene un carácter muy competitivo, entonces viajamos constantemente para que tenga una buena preparación, hemos hecho un esfuerzo muy grande para que ella pueda obtener logros, y gracias a Dios lo ha hecho. Estoy orgulloso con todo lo que ha logrado y a lo que se proyecta”, explica el padre de la karateca.
Por su parte, el sensei Francisco Cortés, destaca este sacrificio que realiza su dirigida, y comenta las buenas capacidades que la hacen una deportista de mucha proyección, “ella por sus méritos propios llega de Ovalle a La Serena, ese esfuerzo se ve reflejado, hay un apoyo constante de la familia. A eso le hemos sumado roce competitivo a nivel regional y nacional, y se ha trabajado bastante bien, Belén es una chica que tiene mucha disciplina y convicción en lo que hace, hay una vocación fuerte”, indica.
El mundial en la mira
Belén Araya continúa sus entrenamientos, a la espera de sus más próximas competencias nacionales, algunas de ellas pactadas en las comunas de Viña del Mar y Diego de Almagro.
No obstante, el objetivo principal está en mantenerse en la selección chilena, para clasificar a la Copa América y el Mundial de Singapur, ambos en 2023.
“Estas son competencias bastantes fuertes, para estar dentro de la selección nacional se requiere un entrenamiento en el centro de alto rendimiento que está en Santiago. Para ser seleccionada hay otros requisitos como estar asistiendo a las competencias y obviamente tener un buen desempeño, Belén cumple con todos esos requisitos”, puntualiza el sensei Francisco Cortés.
“Yo veo en ella a una futura campeona, y una fuerte representante de nuestra escuela, nuestra región y nuestro país”, proyecta y concluye el instructor.
Necesidad de apoyo
La familia de Belén espera que con el paso del tiempo su querida deportista pueda contar con el apoyo de auspiciadores, para de esa forma financiar sus competencias a otras partes del país, y por qué no decirlo, del mundo.
“Gracias a Dios yo tengo mi trabajo, y con eso puedo ayudarla con los viajes a La Serena, pero sé que más adelante se va necesitar el apoyo de las empresas, nuestra idea es que puedan conocerla y ver los logros que está cumpliendo”, señala el padre Elías Araya.