El “loco” vuelve a casa

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    Desde agosto enseña a jóvenes en su academia de arqueros y prepara a los porteros del CSD Ovalle.

    Son las 18.30 horas y el Complejo Municipal de Ovalle, al borde de la avenida Costanera, está repleto. Varios equipos de niños entrenando en distintos sectores de la cancha buscan entretenerse, aprender nuevas técnicas y mejorar su aspecto físico. En uno de esos rincones se encuentra Leonardo Canales, otrora figura de Deportes Ovalle y Cobreloa, quien enseña las técnicas bajo los tres tubos a un grupo de niños que bordean los 14 años.

    Y es que el cuidavallas que se desempeñó en el fútbol profesional chileno en los años ’80 y ’90 regresó a su ciudad natal, a devolver lo que Ovalle le entregó en su minuto, “a cerrar un ciclo deportivo”, dice, quien integró cuerpos técnicos después de su etapa como jugador. A saldar una deuda que el ‘loco’ tenía con sus orígenes y que desde el mes de agosto comenzó a cumplir.

    Tiene una academia de arqueros con su nombre y se incorporó al cuerpo técnico del CSD Ovalle para preparar a los porteros del club de cara al campeonato de Tercera B.

    “Me faltaba esta parte, de tener una escuela de arqueros y traspasar mis vivencias. Tuve la intención de formarla en Calama, pero por algo pasan las cosas y se dio acá, qué mejor que en mi tierra”, dice después de terminar la práctica del día.

    La carrera de Leonardo Canales comenzó tempranamente en Deportes Ovalle. Corría el campeonato de 1980 en Segunda División (actual Primera B) y fue el momento para que el joven portero hiciera su debut con la camiseta de los Verdes de Limarí.

    Se convirtió en el futbolista más joven en debutar, con 16 años y ocho meses. Si incluso diez días después de su debut con Ovalle fue convocado para una preselección sub 17. Armó su mochila y se fue a Juan Pinto Durán, la casa de la selección. Dejó sus estudios en el colegio San Viator y tomó el bus del fútbol profesional.

    Después de mantenerse entrenando con la selección, volvió a Ovalle para competir en el torneo de 1981, hasta que sus grandes actuaciones y su corta edad tentaron a Universidad Católica, particularmente al fallecido entrenador Luis Santibáñez.

    “Quería seguir un poco más en mi tierra, pero en ese tiempo había problemas económicos en Deportes Ovalle. Se decía que con mi dinero se iban a pagar muchas cosas, pero al parecer no pagaron nada. Se decía que me iba a Cobreloa, pero no fue así. Don Lucho me vio jugar en la selección y me llamaron. En ese tiempo no existían los representantes y los clubes definían y lo hicieron por U. Católica”, recuerda.

    Pero antes de llegada a Santiago, Canales quería atajar como su ídolo de infancia, como Willy González.

    “Willy González fue mi espejo. Siempre busquilla. Fui pelotero, iba a los entrenamientos, iba a recoger los balones de los futbolistas y así comencé. Gracias a Dios tuve el apoyo de mis padres y tuve la aptitudes para comenzar una carrera”, recuerda.

    COBRELOA, CON EL EQUIPO DE JOSÉ

    Después de permanecer tres temporadas en U. Católica, Canales emigró hasta Talcahuano para defender la camiseta de Naval, donde incluso en algún campeonato compartió con su amigo Rubén ‘Nene’ Gómez. Poco a poco se iba ganado el respeto de sus adversarios y del público, quienes comenzaron a apodarlo como ‘Batman’ y, por supuesto, el ‘loco’.

    Posterior a su paso por Talcahuano, integró los planteles de Fernández Vial, U. Española y Deportes Antofagasta, hasta que en 1992 recibió el gran llamado desde Calama.

    Y fue precisamente en el Norte Grande donde su figura alcanzó ribetes mágicos al integrar el plantel loíno que se mantuvo 27 partidos invicto en el campeonato nacional de 1992 de Primera División.

    “Fernando Cavallieri me llevó a Cobreloa, luego llegó José Sulantay. Ese equipo estaba proyectado para ser campeón en los años 93-94, pero por esas cosas todo se fue dando, había jugadorazos. Fue un equipo sensación, completamos 27 partidos invictos y sirvió que después Mega comenzó a transmitir los partidos”, recuerda.

    El equipo liderado por José Sulantay contaba con jugadores como Héctor Ligua Puebla, Marco Antonio Fantasma Figueroa, Mario Osbén, Jaime Vera y Fernando Cornejo. Un conjunto que caló hondo en Calama.

    “La gente de Calama es muy cariñosa con los ídolos, sobre todo porque Leo Canales anduvo muy bien ese año. Siempre fue valiente para jugar, iba al choque, cortaba centros, iba al mano a mano, y como dicen los técnicos antiguos, el arquero debía tener arrojo, valentía. Tenía personalidad, los ordenaba y en algunos partidos fue importante para mantener el arco en cero, como ante La Serena en La Portada y ante U. Católica en Santiago”, cuenta Marco Castro, reportero radial con amplia experiencia en Calama y Ovalle.

    El actual comentarista de radio Nuevo Mundo de Ovalle destaca sus virtudes bajo el arco y por las cuales el mundo futbolístico lo tildó de loco, pero dentro del fútbol.

    “Es bueno para la talla, pero es un loco en el ambiente futbolístico, centrado. Con una personalidad exuberante y necesaria para el puesto, para hacerse respetar. Fue muy valiente para jugar. Incluso lo recuerdo cuando jugó en Osorno”, dice.

    Aún con nostalgia recuerda el gran Cobreloa del ’92, solo superado por los equipos loínos de Vicente Cantatore finalistas de Copa Libertadores.

    “La generación de Cobreloa de los años 80 eran marcianos, jugadores de otro planeta y la gente recuerda mucho esos equipos. Y después el equipo de 1992 marcó mucho, lo recuerda la gente”, agrega Canales.

    Después de coronarse como campeón con Cobreloa, Canales llegó en 1995 a Coquimbo Unido, y luego pasó por Provincial Osorno, una segunda expedición por Deportes Antofagasta hasta culminar su carrera en La Serena.

    Hoy de regreso a su tierra reparte conocimientos futbolísticos a niños, quienes ya saben de su experiencia en el fútbol profesional.

    “Ya sé que jugó en Cobreloa, fue campeón, seleccionado chileno y mi sueño es seguir los pasos de él”, dijo Aaron Castillo. “Es un profesor que siempre te va a respetar, te dirá aspectos a mejorar y lo que hay que mejorar”, agrega Lucas Laflor.

    Y desde el CSD Ovalle destacan su incorporación.

    Canales vuelve a casa, recordando sus dos colores que lo marcaron durante su carrera de 20 años en el fútbol profesional.

    “Mis colores son verde y naranja. Verde por mi tierra que nunca olvido y por Cobreloa”, se va Canales a seguir con sus labores en cancha. 

     

    Por el “Toti” Tabilo

    El próximo viernes 26 de octubre, el Estadio Diaguita recibirá a los futbolistas más recordados de Ovalle. Todos juntos organizarán un partido a beneficio del exfutbolista ovallino Hugo Tabilo, quien hace dos meses sufrió el incendio de su casa en la ciudad de Calama.

    La actividad reunirá a los próceres del fútbol ovallino, como los hermanos Gómez, Manuel Lechuga Araya, Leonardo Canales, entre muchos otros.

    “Vivimos todo ese cariño ahora con todos esos monstruos de esa generación para ayudar a Hugo y su desgracia que ocurrió en su casa. La gente es muy cariñosa y los mejores recuerdos, identifican mucho a los ovallinos por los futbolistas con historia que marcaron Cobreloa”, sostuvo Canales.

    El partido de fondo enfrentará a las glorias de Deportes Ovalle de todos los tiempos versus a un equipo de figuras de U. Católica. En la oportunidad, homenajearán al otrora defensa de Deportes Ovalle, Cobreloa y ‘La Roja’.

     

    Su carrera

    Leonardo Canales Agostinelli (21 de diciembre de 1963) comenzó su carrera futbolística en Deportes Ovalle (1980-1981), U. Católica (1982-1984), Naval (1984-1988), Fernández Vial (1989), U. Española (1990), Deportes Antofagasta (1991), Cobreloa (1992-1994), Coquimbo Unido (1995), Provincial Osorno (1996), Antofagasta (1998) y La Serena (1999-2001).