Roxana Carvajal y su familia están atravesando por una compleja situación que la ha llevado a pedir ayuda y a hacer público su caso ante la comunidad local. “He golpeado puertas para poder internar a mi hijo. Anda mucho en la calle, lo drogan, abusan de él todos los días, además a mí me golpea. La gente se queja conmigo diciendo que no hago nada por mi hijo y yo no sé qué hacer para poder internarlo”, revela la madre dando entender que para ella la única vía es poder derivarlo a un centro médico.
Su hijo S.E.J.C (25) padece de esquizofrenia y retraso mental. De acuerdo al testimonio de Carvajal, este joven deambula todos los días por diversos puntos de la ciudad, en ocasiones mendiga y cuando la gente no le da dinero él los agrede. Ella dice haber pedido ayuda a diversas instituciones, de hecho una de ellas le habría sostenido crudamente que “cuando él mate una persona recién sería posible internarlo”.
La madre siente que esta situación se salió totalmente de control y teme tanto por la integridad de él, de su propia familia, como la de las personas que circulan en la calle, por eso implora por ayuda, “ya no está en mis manos el tenerlo en la casa porque él nos agrede, pero a veces duerme en la casa y cuando llega lo hace drogado, curado. A mí me da miedo, le tengo mucho miedo, tengo que estar arrancando de él, ha intentado abusar de mí. La gente se queja, a todos le pega, ellos saben lo agresivo que es. A ellos les explico que no tengo plata para internarlo, si tuviera el millón de pesos que me piden para internarlo yo lo haría”.
Carvajal cuenta que su hijo tiene sus controles al día en el hospital local, por lo que toma tabletas y a veces es inyectado, pero cree que ya no es suficiente, porque recientemente los riesgos a los que se expone por deambular en la calle, lo han tornado extremadamente violento e impredecible, “lo drogan en la calle y a veces le dan bebida mezclada con alcohol”, dice para explicar esta conducta preocupante.
La madre concluye su testimonio implorando por ayuda, para así evitar que derechamente su hijo muera en la calle o agreda gravemente a algún transeúnte, “no sé qué hacer, estoy desesperada, no quiero seguir viviendo, mi vida se destrozó con todo esto que está pasando mi hijo. No quiero que mi hijo sufra en la calle. Me da pena, me da rabia, me da impotencia por no poder internarlo. Pido ayuda y nadie me escucha”.
Sobre este complejo caso, la jefa del departamento Social del municipio de Ovalle, Edna Franulic, contó que en este sentido, cuando se trata de enfermedades psiquiátricas, “lo que realiza el municipio, a través del departamento Social, es activar las redes de trabajo y acelerar los procesos para que el sistema público, en este caso el hospital de Ovalle, atienda estos casos, porque la Psiquiatría es una especialidad que le corresponde única y exclusivamente al sistema público, porque el municipio, sólo atiende salud primaria. Lo que sí, nosotros vemos las condiciones de las familias de estas personas y los ayudamos a mejorar su calidad de vida”.
Por otro lado, desde el hospital local comentaron que “debido a la ley de derechos y deberes de los pacientes no podemos dar detalles del diagnóstico clínico del paciente sin la autorización de él o un fcamiliar” En cuanto a la solicitud de Carvajal, aclararon, “según el médico tratante el paciente no reúne las condiciones de salud para hospitalización”.