Desconcertado se mostró Miguel Pizarro Molina, tras percatarse que el mausoleo de su familia presentaba daños. Mangos, manijas y floreros fueron sustraídos por desconocidos desde el Cementerio Municipal.
El deudo manifestó que “deben ser jóvenes que se roban estos elementos para reducirlos y así conseguir drogas y alcohol”, agregando que “la denuncia se hizo en la administración y se comprobó que el ‘rondín’ no recorre en las noches el lugar”.
Pero este caso no es aislado, ya que los funcionarios del camposanto han recuperado una serie de artículos encontrados apilados en sectores de difícil acceso.
Martín Araya, indicó que “acá en el cementerio está la tumba de mi abuela, no la venía a ver hace rato y hoy me encuentro que no tiene sus ‘santos’ y floreros, la verdad es que no entiendo cómo se roban estas cosas que son de los muertos”.
Mientras que Eliana Cortés comentó que “desde hace tiempo el nicho de tías y tíos está sufriendo algunos robos de artículos de cobre y fierro, lo que es inaceptable”.
El Ovallino acudió hasta la necrópolis, donde conoció en terreno el tema, logrando evidenciar que en algunos nichos existen algunas piezas de cobre, las que según el administrador del cementerio, llaman la atención a los delincuentes.
“Este tema siempre ha existido, a pesar de las medidas que hemos tomado, la gente no tiene conciencia del daño que está haciendo, así que la medida de prevención es llamar a la comunidad a no exponer este tipo de artículos llamativos”, dijo Guillermo Rojas.
LA SEGURIDAD
El jefe del Cementerio recordó que hace meses no se registran asaltos al interior del lugar, situaciones que eran cotidianas hace algunos años, esto luego de la implementación de un moderno sistema de seguridad.
Desde junio del 2014 el camposanto cuenta con 4 cámaras de seguridad que componen un moderno sistema que registra las 24 horas de los cuatro patios del lugar (son 4 cámaras). Los aparatos cuentan con una cobertura de 360°.
Pese a reconocer que los “robos hormigas”, como califica Rojas la pérdida de flores, floreros y todo tipo de recuerdos, el jefe del lugar aseguró que la tasa de delitos cometidos al interior ha disminuido.
“Con estas cámaras que logramos financiar se han disminuido los asaltos, los robos de cartera de las mujeres, el ingreso al cementerio de muchachos para drogarse y beber alcohol, y otras situaciones. Así que a pesar de estos robos menores, en materia de seguridad hemos mejorado”, se refirió Rojas.
El administrador del cementerio cree que la única forma para disminuir los hechos negativos es que la comunidad cree conciencia, “los responsables de estos temas no pueden seguir pensando en venir al camposanto para robar y más tarde reducirla”.
En el lugar trabajan 10 funcionarios durante el día y en las noches hay cuatro guardias.