Más de 120 perros esperan en refugios de Ovalle para ser adoptados

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    En Ovalle funcionan dos refugios de perros en los que habitan al menos 120 animales, a la espera de irse con una familia que exprese el deseo de otorgarles una oportunidad de vivir en un nuevo hogar.

    Si bien hay muchas familias que adoptan, todavía hay un problema que no han podido resolver.

    La coordinadora de la Fundación Cachupines Sin Hogar, Kelsa Torres, explicó a El Ovallino que en el refugio que administran en el sector de Recoleta, tienen actualmente 65 canes.

    “En el último mes no hemos podido entregar en adopción a ningún perro, pero el año pasado dimos en adopción nueve adultos, lo que para nosotros es mucho. Lo que pasa es que lo que más se van son los cachorros”, señaló.

    Advirtió que mensualmente se han entregado entre 15 y 20 cachorros a distintas familias.

    “Hace poco nos botaron una camada de 14 cachorros afuera del refugio, y de esos ya quedan solo dos. A veces hay personas que nos ayudan con hogares temporales, porque los cachorros no los llevamos al refugio, sino que les conseguimos hogares temporales, desde donde es más fácil entregarlos. Pero sí se van muchos”, apuntó Torres, señalando que el desafío está en los adultos.

    Aseguró que todos los animales están esterilizados, desparasitados interna y externamente, y con sus vacunas antirrábicas al día.

    “Estamos en el límite, pero si tenemos una urgencia y necesitamos admitir más animales, allí lo veremos. Espacio tenemos, pero es un problema de infraestructura, porque no contamos con suficientes caniles, y un perro nuevo no se puede meter con los demás de una vez, sino que tiene que estar en un lugar seguro para que se vaya acostumbrando”.

    Para poder contar con más caniles tendrían que postular a nuevos proyectos, aunque destacó que la mayoría de los proyectos que ganan son para garantizar la alimentación de los animales.

    Trámites

    Mencionó que a través de la página les contacta la persona o la familia interesada en adoptar, y de allí se establece la entrevista con preguntas de rutina.

    “Nosotros seleccionamos a las familias dependiendo si le vemos posibilidades o no. Tienen que firmarnos un convenio de adopción en el que se comprometen a cubrir con lo mínimo, que son los cuidados básicos y veterinarios”, especificó Torres.

    Amigos Salvados

    En tanto la coordinadora de la Fundación Salva a un Amigo, Edith Toledo, señaló que en los 15 años que tiene la fundación son muchos los canes que han cuidado y entregados a familias.

    Actualmente esta fundación trabaja en los espacios del Cendyr, al lado del Estadio Diaguita, y registra una plantilla de 60 “amiguitos”, entre adultos, jóvenes y cachorros.

    “Si la gente quiere adoptar se comunica con nosotros a través de nuestra página de Facebook o Instagram, para luego entrevistarnos y que se comprometan a una adopción responsable. Yo me fijo en las familias, porque es algo delicado. Lo que no quiero es entregar un perro a alguien y que luego diga que se le murió o se le perdió, yo he trabajado mucho para que eso me pase”, destaca Toledo.

    Agrega que incluso luego que se llevan un cachorro, ella misma llama regularmente a la familia para revisar l calendario de vacunas.

    Jornadas de adopción

    En tanto el jefe del departamento de Ambiente de la Municipalidad de Ovalle, Eduardo Pizarro, recordó que “Cachupines”, trabajó al lado del Cendyr, durante muchos años hasta que a través de un comodato de Bienes Nacionales recibieron un terreno en Recoleta para su refugio.

    “Nosotros no tenemos un refugio Municipal, porque eso considera tener la mantención de todas las mascotas, y hasta ahora no hay una ordenanza al respecto. Estamos trabajando en una ordenanza que nos va a permitir recaudar fondos para ello. Pero sí hemos trabajado en conjunto con las fundaciones que tienen refugios, y hemos promovido la adopción de las mascotas con distintas jornadas públicas, entendiendo que a las mascotas que son mayores al año es muy difícil conseguirle un hogar, porque la gente prefiere a los cachorros”.

    Apunta que quizás no es temor al perro grande, pero que a la gente le gusta criar desde pequeño.

    “Yo puedo dar fe de que cuando se adopta a un adulto, se le cuida y se le alimenta, éste lo agradece de una manera especial. Aunamos esfuerzos y recursos pero la adopción de perros adultos no se da como queremos”.

    Destacó que el objetivo es descongestionar los refugios, para poder buscar a los que están en la calle para darles un hogar digno, pero que mientras no haya rotación de perros adultos, los refugios se convierten en una especie de depósitos de perros.