Las mascotas están en riesgo por las altas temperaturas

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    Hace unos días, en el balneario de Recreo, en Viña del Mar, una perrita murió al interior de un vehículo tras pasar cerca de seis horas encerrada en su jaula canina, con las ventanas cerradas, a pleno sol. Si bien su dueño fue multado por infringir el título 5° de la ley 21.020 (ley Cholito) que sanciona el maltrato animal, es importante repasar las obligaciones que como propietarios de perros y gatos debemos tener, especialmente frente a olas de calor.

    Lo primero puede parecer obvio, pero dado lo ocurrido en la Quinta Región es importante recordar que los animales deben tener condiciones adecuadas de vida, y nosotros estar atentos a los síntomas que pueden presentar durante estos días. Los animales pequeños, más jóvenes, seniors o con problemas de obesidad tienen mayor nivel de sensibilidad al calor.

    “Es vital mantener a los animales con agua fresca, en un lugar con sombra, no mantenerlos amarrados para que se puedan mover, jamás dejarlos dentro del auto a pleno sol, y estar pendientes si es que presentan síntomas de deshidratación”, comenta Macarena Quiroga, veterinaria de GranPlus e Instinct.

    Así mismo, la experta de Southpoint recomienda fijarse en los siguientes síntomas, tanto en perros y gatos, para darse cuenta si es que están sufriendo de un golpe de calor, ante lo cual habría que ir a un veterinario.

    Quiroga agrega que no se debe “olvidar que el consumo de alimento baja con altas temperaturas y por ello se debe complementar con alimentos húmedos para asegurar una buena nutrición. Si se viajará con ellos en auto es vital parar en el camino para que puedan descansar en la sombra y beber agua. También es importante no exponerlos a realizar ejercicios durante las horas con mayores temperaturas del día y no salir a caminar en pavimentos calientes”.

     

     

    Algunos síntomas de deshidratación

    Nariz reseca.

    Jadeo excesivo y ojos hundidos.

    Pérdida de elasticidad de la piel.

    Aumento de la saliva regular.

    Episodios de vómitos y temblores.

    Aletargamiento excesivo o cambios de conducta.