La selección chilena junior de balonmano asistió al Mundial de la Categoría en Brasil con grandes expectativas. Si bien el nivel competitivo de este deporte no es profesional en el país, el suficientemente bueno para ser amateur, según indican los especialistas.
Con este panorama, “La Roja” viajó hasta Uberaba, en el Estado de Minas Gerais, para enfrentar la cita mundialista. Lamentablemente para las pretensiones de los nacionales, Chile quedó ubicado en el Grupo C junto con Francia, Dinamarca, Corea del Sur, Argelia y Argentina. No pudo conseguir victorias y quedó en el último lugar, quedando clasificado para la Presidents Cup, donde participan los dos eliminados de cada grupo.
En el primer partido debió enfrentarse a Uruguay, pero las lesiones y la falta de juego privaron a los chilenos de una victoria. Ante los charrúas cayeron por 21-18. En el último partido, “La Roja” quería despedirse de tierras brasileñas con un triunfo. Lucharon para aquello ante la escuadra más goleada del torneo, Paraguay. Los guaraníes no ofrecieron demasiada resistencia y los nacionales vencieron por un amplio 37-27, donde una de las figuras fue Nicolás Herrera.
El ovallino anotó siete de los goles chilenos en el adiós de “La Roja” del Mundial sub 21 y a pesar del lugar 23° obtenido, el balance personal es positivo.
“Estoy contento con lo que rendí en este Mundial. Creo que cumplí con mis metas que tenía propuestas, fui un aporte en los minutos que estuve dentro de la cancha. Creo que tuvimos algunas bajas, en algunos momentos clave. Esos momentos que estuvimos bajos son los que nos pasaron la cuenta y no supimos sacar la diferencia en esos partidos”, dijo Herrera desde Brasil.
La alegría vino en el encuentro ante los paraguayos, donde el técnico nacional Gerardo Reyes confió en las aptitudes de Nicolás. Y éste no defraudó.
“Muy contento por los 7 goles y más aún porque el equipo demostró todo lo entrenado y supimos hacer las cosas bien. Igualmente cometimos errores, pero fueron menores en relación a otros partidos”, sostuvo.