LAS NUEVAS CARAS DE LOS BOMBEROS EN OVALLE

    0
    66
    La camaradería es importante a la hora de construir grupos humanos en Bomberos. (Foto: Cedida)

    La historia de Bomberos en Chile comienza a escribirse en la ciudad de Valparaíso. Un día como hoy, pero de 1851, se conforma el primer cuerpo de bomberos voluntarios del país, con el fin de proteger a la ciudadanía porteña de posibles desastres. De aquel momento han pasado 167 años en que los hombres de casco están en permanente comunicación con cada comunidad ante emergencias y ayudas a la comunidad.

    En Ovalle permanecen desde 1893 al servicio de la ciudadanía, con ocho compañías, desplegándose con cerca de 250 voluntarios, pero que solo unos 60 de ellos están operativos, donde cada vez se hace más necesario contar con la mayor cantidad de personal para recurrir a las emergencias. En este contexto, son tres muchachos quienes comentan las motivaciones de pertenecer a una de las instituciones más queridas y reconocidas por los chilenos.

    Uno de ellos es Matías Cortés, quien motivado por el accionar de Bomberos, se dirigió hasta la unidad para unirse a sus filas.

    “Me sentía como que no era nadie en la vida. Quería hacer algo de verdad, que me hiciera sentir bien. Me enteré que en los Bomberos recibían de temprana edad a muchachos para instruirlos. Fui hasta el Cuerpo de Bomberos, tenía las piernas temblorosas y les dije ‘quiero ser bombero’. Nunca me había sentido así, me sentí distinto”, reconoce.

    Ya son ocho meses en la institución y es un aspirante a Bombero. Claro, porque antes de serlo oficialmente debe cumplir con ciertos requisitos, como una serie de cursos y academias, además de ser mayor de edad.

    Con un mes de diferencia ingresó Johan Aguilera. También es aspirante a Bombero, motivado por la imagen que tuvo de voluntarios desde niños.

    “Desde niño pensé que los Bomberos eran importantes para la comunidad y las personas, por su labor voluntaria principalmente. Me pude dar cuenta de eso y en noviembre del año pasado me sumé a la Compañía para ser aspirante”, dice y complementa.

    “Bomberos era como yo me imagina y como lo veía desde afuera y cumplió las expectativas. Todos te reciben con los brazos abiertos, te enseñan en lo que no sabes y están dispuestos a darte una mano”.

    Hace una semana que Martina cumplió con todos los requisitos administrativos para convertirse en voluntaria. Si bien aún no puede asistir a emergencias, debido a la falta de algunas documentaciones, está en condiciones de asistir cuando suene la sirena.

    Proveniente desde la región del Maule, fue en Ovalle donde pudo cumplir uno de sus objetivos que no pudo cumplir en su tierra de nacimiento.

    “Desde siempre me interesaron los Bomberos, pero nunca tuve a alguien cercano. Hace muchos años estaba interesada por integrar las filas, pregunté en mi ciudad y me dijeron que solo aceptaban a hombres. Las cosas han cambiado ahora, al igual que las reglas, entonces pregunté si podía ingresar y me aceptaron”, relata.

    Para todos ellos es una nueva experiencia, una nueva forma –incluso- de ser como persona, aplicando los valores que entrega la institución, que en el caso de Matías, lo ha ayudado a madurar y entender cómo es el mundo.

    “Me ha cambiado como persona, tanto en respeto como en disciplina. A la hora de hacer trabajos y obedecer órdenes, en eso gracias a los Bomberos lo he mejorado. Los Bomberos me han cambiado la forma de ser y me han permitido ser una persona más firme, tener mayor compromiso, y aprender a valorar el compañerismo y la camaradería. Mi familia se siente orgullosa por estar en Bomberos”, dice.

     

    VOCACIÓN

    Uno de los factores más trascendentes en la institución es la vocación de servicio de los voluntarios. Al no existir pago remunerado por sus servicios, esta cualidad se evidencia aún más en cada accionar y que destacan los jóvenes valores bomberiles.

    “Sentí la vocación de servicio, las ganas de poder ayudar. Si bien ahora no puedo hacerlo directamente, igual podemos ayudar desde afuera a través de actividades comunitarias o en actividades que involucran a niños. Todo es importante e ingresé con las ganas de querer servir”, cuenta Johan.

    Y esa vocación debe estar acompañada por una cuota de valentía, el manejo propio de la adrenalina que en el caso de Martina ya lo tiene impregnado.

    “Me llama mucho la atención el heroísmo, los valores que se necesitan para acudir a una emergencia. Uno puede hacer miles de cosas para salvar a alguien, pero hacerlas directamente es diferente. Poder dominar la adrenalina del momento es lo que más me llamó la atención, al igual que la vocación de servicio de los voluntarios”, acota. Y a los mismos valores, los muchachos agregan que el llamado a Bomberos nace desde el corazón.

    “Uno está en Bomberos no por llamar la atención, sino por corazón, uno lo hace por las personas, mediante la abnegación y el patriotismo. Yo me he levantado temprano a colectas, por cariño a la Compañía y la gente”, dice Matías.

    Los tres muchachos esperan con ansias el día en que les comuniquen que deben acudir a un llamado, recibiendo las órdenes del Comandante, todo con el fin el salvar la vida de quienes están en peligro.

    “Quiero sentir eso de que suene la sirena, ir a la central, subirme al carro, ir al lugar de la emergencia e ir a apoyar en lo que se pueda, dependiendo de la orden del comandante u oficial a cargo”, reconoce Johan.

    Toda la motivación que irradian los nuevos integrantes es destacada por el Comandante del Cuerpo de Bomberos de Ovalle, Drago Yurín, quien valora el sacrificio de los muchachos.

    “Estamos contentos que aún haya gente con interés en pertenecer a esta institución, a pesar que los tiempos han cambiado, pero hay gente que sigue motivado con servir a los demás. Estamos contentos por ellos, lo hacen con muchas ganas que en algunas veces es bastante sacrificada y es muy reconfortante servir a los demás”, comentó.

    Los voluntarios se perfeccionan constantemente, mediante la rendición de una malla que consta de siete cursos exigentes, con el objetivo de contar con las capacidades mínimas para ejercer el oficio bomberil y aplicarlo en cada emergencia.

    Son 167 años del inicio de los Bomberos en Chile y, que en su día nacional, son tres jóvenes valores los que siguen dando vida a una de las instituciones más respetadas y queridas por los chilenos.