Una histórica jornada vivió la comuna la mañana de este sábado al recibir por vez primera la visita del Nuncio Apostólico de nuestro país –representante diplomático del Papa- Monseñor Alberto Ortega Martín, quien dirigió una eucaristía y compartió con la feligresía local.
La celebración religiosa se desarrolló a casa llena en la multicancha del colegio San Juan Bautista, donde bailes religiosos, grupos pastorales, catequistas, pastorales juveniles y público en general y autoridades locales pudieron compartir con el representante papal en su paso por la provincia.
Tras la eucaristía, Monseñor Ortega tuvo un momento para compartir sus impresiones con la prensa, sobre la visita y otros puntos.
“Ha sido una acogida muy bonita, conmovedora, muy alegre, expresiva de lo que es la realidad, con los bailes religiosos, y sobre todo he encontrado una comunidad muy viva, muy alegre de reunirse para compartir la fe, una celebración con mucho amor a la iglesia, con mucho amor al Papa Francisco, y por tanto también con un cariño muy grande a su representante”, expresó el prelado.
Como llamado religioso, el clérigo apuntó que el mensaje en el que se está insistiendo mucho y en el que el Papa Francisco insiste, es el mensaje de la “sinodalidad”.
“Esto quiere decir que caminamos juntos. En la iglesia somos importantes todos, no solamente los obispos y sacerdotes, sino que somos importantes todos, y hacemos un camino para ayudarnos y para ayudar también a nuestra sociedad. La alegría de la Iglesia es evangelizar, y aquí en Ovalle se ha expresado también con los cantos preciosos y con la asamblea, la alegría de la fe, y una fe, que no la queremos tener solamente para nosotros mismos, sino que la queremos poner al servicio de los demás”.
Consultado por El Ovallino sobre una posible restauración de los templos que están inhabilitados para funcionar tras los últimos terremotos (Corazón de María, Santuario de Sotaquí, Nuestra Señora del Carmen en Monte Patria, entre otros), en Nuncio señaló que “es un deseo común que estos templos se puedan abrir para aquello para lo que fueron construidos”.
Al respecto el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, recordó que “el último gran terremoto (2015) nos dejó 50 templos en el suelo, y por lo tanto es un camino largo hasta que los recuperemos todos, sin embargo en todos nosotros está el interés de recuperarlos pronto, porque como todos ustedes saben el templo es la morada de Dios, y como cada uno de nosotros tiene su así, así el Señor tiene su casa en medio del pueblo, que es su morada y es también el lugar para el encuentro de la comunidad cristiana, para la celebración de los santos sacramentos, para vivir la fe. Está el interés de poder reconstruirlos o restaurarlos cuanto antes”.