En la cuarta jornada de la Feria del Libro de Ovalle, tres publicaciones fueron presentadas por sus autores, entre ellas la de la escritora local Sandra Castillo, diseñadora gráfica y docente que con éste, completó su tercera novela corta.
“Esta es la tercera novela que escribo, se llama Sicaria, y ahora que la terminé, me di cuenta de que sigue como una línea en la que la temática principal siguen siendo las mujeres. La primera que escribí se llamó Alma, en la que una mujer enloquece, y luego no se sabe si es el mundo el que se adapta a la locura de la mujer o si es la mujer en su locura la que se adapta. La segunda se llamó Mujeres Extraviadas y tocaba una temática similar, porque narraba un poco la experiencia que yo he tenido con las mujeres de mi familia desde mis abuelas hacia abajo”, indicó Castillo a El Ovallino.
Comentó que con esta tercera novela que presentó recién en la Plaza de Armas de Ovalle, fue un poco más radical y se dio unas licencias que no se diera con las dos primeras.
“Esta novela se mezcla un poco con la realidad chilena, de alguna manera con el estallido social, en el que un grupo de mujeres se organizan como para erradicar y eliminar a las mujeres que son sumisas, como se rinden de luchar contra el hombre, ahora tienen una idea medio fantástica de persuadir el pensamiento femenino, de las mujeres sumisas, para transformarlas en mujeres empoderadas”.
Refirió que tiene un poco de ficción, un poco de humor, un poco de política, más atrevida que en sus dos primeras producciones pero igual enfocada en las temáticas de las mujeres.
“Me divertí más con esta historia, me di más libertades a la hora de escribir. Como yo no estudié nada que tuviera que ver con escritura, simplemente me lancé y me atreví y en esta tuve más libertad. Igual son novelas cortitas, son rápidas de leer”.
Consultada sobre la influencia que pudiera haber recibido de los lectores, indicó que sólo un comentario le quedó grabado de su último trabajo, en el que le recomendaron que no forzar un tema o desechar otro en sus novelas: “Deja que venga, que fluya, y que salga lo que tenga que salir”.
“Ese comentario me quedó dando vueltas y cuando comencé esta tercera novela me di cuenta que otra vez estaba escribiendo sobre mujeres, así que no me detuve, lo dejé fluir y ya, y salió eso”.
¿Qué expectativas tiene del lector que podría tener un libro en sus manos?
-Quiero que este libro se entienda y que sea más ligero que los anteriores, porque me culpo que en los anteriores el lector tenía que retroceder un par de páginas para entender lo que estaba leyendo. Quiero que en este sea más fluida la lectura y que se enganche desde la segunda página.
¿Cuál es su expectativa con respecto a la feria del libro como evento?
-Yo estoy muy agradecida con los organizadores de la Feria del Libro, porque me han dado un espacio para mostrar mis libros, y me han tratado con mucho respeto y mucho cariño. Siendo que yo no soy una escritora reconocida sino que sólo me conoce mi familia y mis amigos que compran mis libros.
¿Quiere ser profeta en su tierra?
-No busco eso, yo escribo mis libros y dejo que ellos fluyan como hijos que tienen que crecer solos. Pero sí me agrada mucho terminar mi libro y publicarlo.
¿Ha presentado sus libros en otras ferias o solo en Ovalle?
-Eso es algo en lo que estoy en deuda conmigo misma. Sólo los he presentado en Ovalle. Quizás este dependiendo de los resultados y si veo que la gente se engancha, pudiera arriesgarme a presentarlo en otras ciudades y en otras ferias. Pero con los dos primeros no estaba preparada todavía. Vamos a ver cómo recibe el público este libro”.
¿Alguna recomendación para aquellas personas que quieren escribir y no se atreven?
-A mí me sirvió como terapia, así cuando me siento a escribir siento que estoy menos loca. Por eso yo le digo a la gente que cuando se sienta así como sin saber cómo se siente, que lo escriba, que no importa lo que escriba, pero que lo haga, y lo que sea, que eso ayuda mucho.
Adelantó que su próxima novela podría tratar sobre historias familiares rurales, que se enmarcarían en sus experiencias en localidades como Tulahuén, de donde es su familia y guarda grandes recuerdos.
Confianza en el público ovallino
Expositores han mostrado su confianza en el público ovallino porque lo consideran culto y ávido de buena literatura.
Tanto los expositores locales, como los regionales que vienen desde La Serena y Coquimbo, como los nacionales que han llegado de Santiago, se muestran confiados en que Ovalle es un buen mercado consumidor de literatura, y que siempre vale la pena el esfuerzo de llegar hasta la Feria del Libro.
Una de las que muestra su confianza en el público local es Mandina Carrasco, de Espacio Forestal, una librería virtual que funciona desde Santiago, desde donde también manejan una de las tiendas físicas de la franquicia nacional Qué Leo.
“Es la tercera vez que venimos a la Feria del Libro de Ovalle, y resulta positiva, porque acá la gente está ávida de buena lectura, no solamente de libros de entretenimiento, sino de literatura. Es una ciudad muy segura y uno que viene de Santiago se siente bien recibido”, explica Carrasco a El Ovallino.
Indicó que el nivel de ventas es bueno y que el esfuerzo de venir durante tantos días es bien recompensado porque es buen mercado lector.
“Hemos aprendido a ver qué es lo que quiere el público local y se lo traemos. Tratamos de buscar lo que no van a conseguir acá y nos ha dado resultados, por lo que tengo confianza en el público ovallino”.