Se dice que el rally Dakar es una de las competencias más extremas del mundo, ya que los corredores deben sortear distintos obstáculos como el Desierto de Atacama, los salares bolivianos y el inhóspito terreno de la Pampa argentina. Pero esto es en vehículos motorizados, ya que para los ‘runners’ este 5, 6 y 7 de febrero cuando más de cien corredores participen del “Cruce de Los Andes”.
Para esto, quienes enfrenten el desafío de los 506 kilómetros sin parar deberán recorrer la Cordillera de Los Andes, enfrentar las altas temperaturas por el día y también los grados bajo cero cuando anochezca.
La partida será mañana jueves en el frontis del Faro en La Serena y terminará en Ischigualasto, en Argentina. Los equipos de Argentina, Uruguay y Chile se dividirán en 12 relevos, que varían entre los 40 y 45 km. cada uno para completar los 506k.
Y en uno de los equipos estará presente un representante ovallino. Omar Navea correrá luciendo la bandera de su ciudad. El atleta se preparó durante todo el 2014 para enfrentar la prueba “más extrema del mundo”.
“Los 42 kilómetros no los corre cualquiera. Imagínate, que para correr una maratón uno tiene que estar seis meses corriendo y prepararse exclusivamente para esa competición. Es como correr una maratón.”, dijo Navea.
A Omar le corresponderá correr el primer tramo de la competición, desde el Faro hasta el pueblo de El Molle en el Valle de Elqui, equivalentes a cerca de 42 kilómetros.
La competencia es compleja, porque además de luchar contra las inclemencias de la naturaleza, los corredores están impedidos de recibir ayuda externa. Si se cansan, lesionan o simplemente reciben un vaso de agua, serán eliminados de la carrera junto a todo su equipo.
“Es difícil esta carrera, porque cada competidor está adaptado para distintas situaciones. Hay gente que les es más cómodo correr con calor, como es mi caso. Hay otros que correrán en la cordillera porque practicaron montañismo. Hay atletas para el frío, para el calor, para la altitud”, agregó.
Navea agradeció el apoyo de Mecanicar para solventar sus gastos de preparación, ya que dice que hay “cero aporte” de la empresa privada.
Con todo, la estimación personal de Omar es reducir su tiempo a 3 horas con 20 minutos. “Con este tiempo sería feliz, porque bajaría mi tiempo en diez minutos respecto a lo que fue la Maratón de Santiago, la última que corrí”, finalizó.