Parroquia San Vicente Ferrer retorna a las misas con hasta 50 personas

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    Yasna Tapia espero cerca de siete meses para volver a participar de una misa en la Parroquia San Vicente Ferrer. Ella integra el consejo parroquial, un grupo de laicos que guía al párroco en las decisiones referentes a la administración y vida pastoral del templo.

    La pandemia y las consecuencias del Covid-19 dejaron excluidas las actividades religiosas en los distintos templos, por lo que el avance a Fase 4 del denominado Plan Paso a Paso vino a cumplir el regreso de las ceremonias religiosas al interior y exterior de las iglesias y parroquias de la comuna de Ovalle.

    “Te puedes imaginas la importancia, sobre todo para los católicos esta apertura a público, ya que la iglesia siempre estuvo abierto. El regreso a las misas nos da una tremenda alegría, hemos tenido un buen recibimiento, hemos cumplido con los protocolos que se nos han indicado por parte del ministerio de Salud, nos hicimos asesorar por personal de la gobernación para saber qué protocolos debíamos seguir y así se lo hemos hecho saber a las personas que deseen ir a misa”, dijo.

    Tras las modificaciones entregadas por las autoridades respecto a los aforos e indicaciones para la realización de Oficios Religiosos en territorio nacional, dependiendo de la Fase en que se encuentre cada comuna, las comunidades eclesiales de la Arquidiócesis de La Serena comenzaron a adaptar sus templos para recibir, bajo estrictas medidas sanitarias, la presencia física de fieles en las celebraciones de Misas y otros sacramentos.

     Con la determinación emanada la tarde de este jueves 29 de octubre por el Ministerio de Salud, se indica que la región de Coquimbo avanza a partir del lunes 2 de noviembre a Fase 4 “Apertura Inicial”.

    Por tal razón, en comunicado oficial el Arzobispo René Rebolledo Salinas invitó a las comunidades a atenerse a la normativa vigente, indicando que este avance “significa una ampliación en el aforo”, permitiendo así “100 personas en un lugar cerrado y 200 personas en un lugar abierto” para comunas en Fase 4.

    La parroquia San Vicente Ferrer, ubicada frente a la plaza de armas de la ciudad, también comenzó a recibir fieles físicamente para las Eucaristías, las que no se realizan al interior del templo, pues cabe recordar que resultó con severos daños tras el terremoto del 2015. El debut fue el pasado sábado, donde recibieron a sus feligreses previa inscripción, para evitar posibles aglomeraciones y que nadie quede esperando por ingresar fuera del recinto.

    El párroco Luis Alberto García expresó que “para nuestra comunidad es una alegría. Manifestamos gratitud al Señor por permitirnos una vez más reunirnos. Esta comunidad es muy fervorosa y tiene un gran amor por la santa Eucaristía. El domingo –por lo general- teníamos entre 400 y 500 personas. Ahora debemos adaptarnos a lo que nos indican los protocolos y seguir cuidándonos”.

    En el caso de la Parroquia San Vicente Ferrer los horarios para la misa son los viernes y sábado a mediodía, con un máximo de 25 personas pues se celebran en la capilla del Santísimo. El mismo sábado se celebrará la Eucaristía a la 18:00 horas y el domingo a mediodía, hasta ahora con un máximo de 50 personas, ya que se celebra en un espacio abierto.

    ¿CUÁNTOS FIELES?

    De acuerdo a la normativa y a la última actualización del Plan Paso a Paso publicada en el Diario Oficial, para las comunas de la región de Coquimbo, como Ovalle, Punitaqui, Combarbalá, Monte Patria y Río Hurtado, se permitirá que los fieles estén ubicados distantes a cuatro metros, unos de otros. En lugares cerrados, el máximo de feligreses será de 50, mientras en lugares abiertos será de 100. Mientras que los oficios, ritos o ceremonias no podrán exceder las dos horas de duración.

    Para quienes deseen conocer otros horarios y aperturas de templos, pueden comunicarse con su parroquia más cercana, inscribirse para el día que deseen asistir, oportunidad en el que se les asignará un asiento numerado y deberán contar con la mascarilla como obligación.

    “Es muy gratificante que la gente vuelva con alegría a las misas, los adultos mayores son los más entusiastas, son quienes sienten mayor cercanía con respecto a la comunión. De a poco han vuelto y estamos muy contentos”, cerró la consejera religiosa.