La participación “desconocida” de ovallinos en los Juegos Panamericanos Santiago 2023

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    Los Juegos Panamericanos Santiago 2023 fueron una verdadera fiesta deportiva para el país, y también para los deportistas de la región, quienes tuvieron destacadas participaciones en sus respectivas disciplinas. 

    El tirador ovallino Héctor Flores obtuvo un cuarto lugar en el tiro skeet, mismo lugar que obtuvo la ovallina Josefa Araya junto al equipo de balonmano femenino.

    No obstante, también hubo una participación “desconocida” de algunos ovallinos en las competencias, y en esta nota periodística se conocerán esas historias. 

     

    LABOR COMUNICACIONAL 

     

    En el año 1996 el ovallino Alonso Muñoz se calzó por primera vez los patines, cuando tenía tan solo 11 años de edad, inspirado por Marcela Cáceres, quien tras ganar medallas panamericanas viajó a Ovalle para realizar una demostración. 

    De esta manera, inició una destacada historia junto al patín carrera, compitiendo en diferentes campeonatos de nivel nacional e internacional. A eso se suma que en los últimos años ha desarrollado su habilidad comunicacional, con un programa dedicado a conversar con deportistas. 

    Todo eso le valió ser considerado para los Juegos Panamericanos Santiago 2023, esta vez no con los patines puestos, sino más bien con micrófono en mano para narrar y animar las competencias. 

    “Los organizadores me contactaron de forma particular, porque vieron mi trabajo en redes sociales. Yo tengo muchos seguidores en TikTok e Instagram, y eso generó que la agencia me contactará”, explica Alonso. 

    Además de animar el deporte de su especialidad, también se desempeñó como coordinador de producción del ciclismo, haciendo que esta experiencia fuese muy completa e enriquecedora. 

    “Hice prácticamente de todo, hasta me tocó ser notero. Por todo esto es que evalúo esta experiencia como la más liberadora de mi vida, pude triunfar con los patines, pero desde otra mirada, ya no compitiendo. Pude distribuir mucha información a las nuevas generaciones, y promover un deporte que no es tan tradicional. De lo que más estoy orgulloso, es que soy ovallino y llegué hasta este lugar, fue algo muy enriquecedor”, apunta. 

    Tras esto, Alonso regresa a Ovalle, en donde retomará sus funciones como encargado de la oficina municipal de la juventud, “me llegaron ofertas millonarias para dedicarme a esto en otras partes, pero siento que en Ovalle hace falta gente que quiera trabajar por el desarrollo del deporte y los jóvenes, y yo quiero ese compromiso más que los miles de dólares que me puedan ofrecer en otros lados. Estoy muy contento con mi trabajo actual”, concluye.

     

    HACIENDO VALER LAS REGLAS 

     

    Nicolás Rojas ha estado vinculado al tenis de mesa desde hace varios años, junto al apoyo de los profesores Cristian y Carlos Miranda, quienes desarrollan esta disciplina en Ovalle. 

    En medio de esta historia, en 2018 tomó el curso de árbitro nacional de tenis de mesa, mientras que en 2020 cursó de manera online el internacional, siendo el único chileno que lo aprobó en ese año. 

    Desde ahí dirigió en torneos sudamericanos, partiendo en categorías infantiles y juveniles, pero el año pasado asumió su primer gran desafío, al arbitrar en el panamericano especifico, “yo creo que eso me valió entrar a los Juegos Panamericanos de Santiago, fui evaluado por examinadores internacionales y tuve una buena evaluación. A finales de marzo o principios de abril me contactaron desde la federación”, indica.  

    “Cuando llegó la invitación tenía la disyuntiva por mi trabajo, porque yo tengo otra fuente laboral, pero no lo pensé mucho, y al tiro tomé la decisión de ir a los Juegos Panamericanos para cumplir un sueño”, agrega. 

    Ya de regreso a Ovalle, Nicolás hace un positivo balance de lo que fue su experiencia en el que ha sido quizás su mayor logro como árbitro de tenis de mesa, ya que incluso pudo dirigir la final por equipos. 

    “Fue una experiencia maravillosa, primero por representar a Chile, pero también a los jóvenes. Fue un honor dirigir la final. Por otro lado fue maravilloso haber compartido con tantas culturas y personas diferentes”, señala.