Chile fue un duro rival para la selección argentina en el encuetrro disputado anoche en el estadio Monumental de River Plate.
Los primeros minutos, como en el boxeo, fueron de fintas para tantear al rival, pereo a los 14’ un falta de Fuenzalida a Dimaría, en el área, fue sanconada por el árbitro.
El lanzamiento penal fue servido por Messi, al costado izquierdo del arquero Bravo que nada pudo hacer por impedir la caída.
Lejos de entregarse el elenco chileno comenzó a dominar las acciones e impuso su ritmo ante un rival que no mostró potencialidades.
Chile pudo anotar a los 19’ del segundo tiempo, pero el tiro libre, al entrada del área trasandina y serv ido por Alexis Sánchez dio en el travesaño.
Las cosas no variaron y fue Chile el que continuó atacando con buenas y sincronizadas jugadas, pero Argentina mantuvo un férreo bloque y, en muchos pasajes todos sus jugadores estuvieron a la defensiva.
El ingreso de Valdivia por Silva cujando transcurrían los 24’ del complemento no dio los resultados esperados, salvo que a los 30’ de nuevo se cobró un tiro libre favorable al visitante por falta a Sánchez, pero sin mayores consecuencias.
En el contexto general el elenco forastero bien poudo regresar, al menos, con un empate, lo que habría sido más justo por el trabajo desplegado durante los 90’ de juego.
Quedó un sabor amargo en la hinchada chilena, pero no está dicha la última palabra y en retira de los expectadores, tanto en el estadio como en las transmisiones televisivas y radiales, quedó la impresión de que se cumplió bien y falto fortuna para que llegara el gol, lo que habría sido, sin duda, los más justo.
En tal sentido los comentarios fueron favorables.
La nota discordante fue que más de un centenar de chileno no pudo ingresar al estadio por tener entradas falsificadas, lo que fue denunciado ante los organizadores del evento.