Población Pacífico pide ayuda para luchar contra sus problemas

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    A pesar de ser una de las poblaciones más antiguas de Ovalle, y de contar con una sede que sería la envidia de cualquier otro sector, la Población Pacífico acusa una especie de “fatiga” vecinal que se ha visto reflejada en la poca convocatoria a actividades comunitarias y en problemas a simple vista como la inseguridad o problemas de convivencia.

    El nombre de la población viene desde principios del siglo pasado cuando la empresa Aceros Pacífico donó los terrenos para que sus trabajadores –quienes trabajaban con todo lo que tenía que ver con el sistema ferroviario- construyeran sus casas.

    Ubicada en la parte baja de la ciudad, y cruzada por el canal Tuquí, la histórica población anota una retahíla de situaciones que debe resolver, pero que cada vez se le hace más difícil, por el poco apoyo con el que cuentan de parte de los mismos vecinos.

    Basurales al aire libre

    Explican algunos dirigentes vecinales entrevistados, quienes prefirieron mantener su nombre en reserva, que aunque muchos residentes de la zona cumplen las normas de convivencia y aunque cuentan con el apoyo de la Municipalidad y tienen un continuo plan de recolección de desechos, no faltan los vecinos que dejan tirada cualquier cantidad de basura en cualquier lugar sin importar si cumplen con las normas o no.

    “En el único espacio público que tenemos, hay gente que lo toma como un basural, dejando botellas, papeles, cajas, hasta televisores y colchones. Los fines de semana dejan mucha basura que además lanzan al canal, tapándolo y generando problemas”, señalaron los dirigentes.

    Advirtieron que si bien hay vecinos que se han dedicado a mantener la plaza y la cancha deportiva limpia y en buen estado, otros no colaboran y más bien propician el amontonamiento de desechos.

    Inseguridad

    Otro de los inconvenientes que acusan los líderes vecinales, y quizás es que más riesgo representa para la comunidad, es el de las inseguridad en la zona. Explican que en muchas tardes y fines de semana se reúnen cerca de la cancha un grupo de personas con actitud violenta que incluso han robado y agredido a gente de la misma población.

    “Ya no sabemos qué hacer, son gente sin oficio que se ponen a fumar, a beber y a pelear entre ellos y contra el que les diga algo. Han robado a vecinos y han agredido a mucha gente. Es complicado porque en la población hay niños chicos que están viendo esa situación y adultos mayores que no pueden defenderse cuando estos tipos se meten con ellos. A veces pelean de forma muy violenta entre ellos mismos”, indicaron.

    Comentaron que han llamado a Carabineros pero que en los patrullajes los ven y no les hacen nada, con lo que se sienten con más valor para robar a la gente o entrar a las casas en las noches.

    “La población parece que está tranquila, pero está muy abandonada. Los vecinos no quieren participar, incluso algunos por miedo de salir de sus casas. Antes se hacían muchas actividades, pero ahora de la población no asiste nadie a la sede, se convocan y no asisten”, explicaron.

     

    Sede víctima

    Señalaron los dirigentes vecinales que la propia sede de la comunidad, que congrega a tres Juntas Vecinales, de la zona, ha sido víctima de la delincuencia, en diversas ocasiones cuando han entrado para robar algunos insumos y equipos colectivos.

    “En la sede tenemos miedo de dejar cosas valiosas porque corremos el riesgo de que las roben”, indicaron los dirigentes comunitarios.