Por Diego Guerrero / Ovalle
Más de 60 años de historia tenía el tradicional Retablo de Navidad en Limarí, cuando, primero el estallido social y luego la pandemia, obligaron a suspender la llamativa actividad que hoy tiene un futuro incierto.
Se trata, recordemos, de la emotiva recreación del nacimiento de Jesucristo en plena Plaza de Armas de la ciudad de Ovalle, con animales reales y actores que conformaban un “pesebre viviente” con motivo de la festividad cristiana, que captaba las miradas y corazones en una fecha especial.
Desde 2019, la tradición fue suspendida, al igual que varias actividades a nivel país, debido a la crisis social derivada de las protestas que comenzaron en octubre de ese mismo año.
Más tarde, fueron las restricciones de la pandemia las que limitaron las reuniones y alejaron el sentido de este tipo de encuentros, que se vieron frenados para priorizar la salud de la población.
En 2021 y 2022, tampoco se realizó, quedando las expectativas puestas para lo que sería este 2023, sin restricción alguna, sin embargo, tampoco se podrá dar vida a esta tradición este mes de diciembre.
Así lo confirmó a El Ovallino el presidente del Comité Navidad Cristiana, Alfonso Alcayaga.
Según explica, faltan aspectos fundamentales para llevar a cabo la obra, como la gestión de la personalidad jurídica, entre otros aspectos, que hacen imposible revivir el retablo para esta Navidad.
“No estamos en condiciones de realizarlo (…) nos faltan muchas cosas que realizar, no tenemos la parte legal normalizada. Teníamos que elegir una directiva nueva para la personalidad jurídica y poder realizar la actividad, lo que no se ha hecho. Nos ha faltado reunirnos todos”, dijo a este medio.
FUTURO INCIERTO
Consultado sobre el futuro de esta tradición, Alcayaga dice que, en lo personal, “quiero que se vuelva a realizar”, sin embargo, admite que depende de más personas y factores para tomar una decisión, por lo que prefiere no adelantarse a asegurar qué pasará desde 2024 en adelante.
Además, menciona el fallecimiento de las cofundadoras del retablo como un elemento crucial, que dejó a la organización “un poco en el aire”, describe.
“Eran quienes le daban vida a estas cosas”, menciona.
Sin embargo, aún quedan varias personas que podrían revivir esta tradición en el futuro, lo que será el asunto a definir para los años que vienen.
“Es una situación que tenemos que resolver todas las personas que conformamos el grupo”, agregó.