El pisco es el producto con denominación de origen más reconocido que se produce en esta región. Desde 1931 esta bebida espirituosa se ha convertido en una verdadera embajadora de la historia y las costumbres de los habitantes de los valles transversales de la Región de Coquimbo.
Una larga tradición cuyos pasos quieren seguir ahora los productores de pepino dulce de la comuna de Ovalle, y en concreto, aquellos productores de pepino de Cerrillos de Tamaya. Allí son más de 100 agricultores que cultivan esta fruta característica del sector, la cual señalan, resalta por su calidad y dulzor en comparación a otros cultivos que se dan en otras regiones del país.
Por ello, y con esa ventaja presente, los productores están buscando la fórmula de que el pepino dulce del sector de Cerrillos de Tamaya se le otorgue la Denominación de Origen que entrega el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).
Con ese fin, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, llevó a cabo una capacitación a productores de pepino, actividad liderada por la directora regional de INIA Intihuasi y encargada del proyecto, Constanza Jana, la que estuvo acompañada de Johana Millán, profesional de la Unidad de Propiedad Intelectual y licenciamiento de INIA.
En ese sentido, su presentación estuvo relacionada al proceso que deben cumplir los agricultores para obtener la denominación de origen, proyecto financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Al respecto, la profesional se refirió al trabajo que está ejecutando con los productores y a la importancia de conseguir la denominación de origen. “El objetivo nuestro es caracterizar el material que tenemos acá en relación a otras zonas productivas, diferenciarlo y postularlo a una indicación geográfica, de manera que los agricultores en algún momento puedan tener un valor agregado en este producto final”.
En esa línea, aseguró que “en la caracterización que hicimos encontramos que el pepino de Cerrillos de Tamaya tiene un mayor dulzor y una forma más uniforme que el pepino de la zona de Valparaíso, en Con Con o La Ligua”.
Por ello, Constanza Jana explicó que en el caso de conseguir la Denominación de Origen, la producción local de pepinos obtenga un valor mayor. “Hoy sabemos que un agricultor gana 300 pesos por el kilo, pero en el supermercado lo vende a 2 mil pesos. Si nosotros logramos equiparar en algo ese valor es un tremendo plus para ellos” indicó.
CAMINO A LA PROTECCIÓN
En lo referente, respecto al proceso para poder obtener la Denominación de Origen, la profesional Johana Millán, explicó que el proceso en sí “no es tan complejo. Tienen que presentar un documento que se llama ‘reglamento de uso y control’, donde tienen que identificar qué características tienen que tener los agricultores que se van a asociar y que van a producir este producto (…) los beneficios son tener un producto protegido, que tiene mayor valor en el mercado y además lo diferencias del resto” argumentó.
Este último punto es especialmente destacado por los productores, pues una denominación de origen permitirá acceder a nuevos mercados para los agricultores locales.
Así lo plantea Luis Cisternas, productor de pepino de la zona, quien se mostró interesado en este proceso. “Acá el pepino dulce se produce hace muchos años. Siempre hemos querido buscar la posibilidad de sacarle mejores precios, porque acá nosotros les entregamos a comerciantes que vienen de Santiago y esos comerciantes siempre ganan más que los que producimos. Ojalá logremos la denominación de origen porque creo que lo merecemos” señala.
En esa misma línea, su par Jacinto Segovia agregó que “me llama la atención esto. Yo tengo 12 hectáreas de pepinos dulces y me gustaría ser reconocido con nuestro producto. Me he sacrificado tanto con la producción de pepino dulce que se reconozca este sacrificio lo encuentro muy positivo” afirmó.
LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN
Las indicaciones geográficas y las denominaciones de origen protegen productos originarios del país o de una región o localidad, siempre que tengan una calidad, reputación u otra característica imputable a su origen geográfico. En el caso de las denominaciones de origen, deben presentar además factores naturales y humanos que inciden en la caracterización del producto. El pepino dulce de Cerrillos de Tamaya cumpliría con estas indicaciones.