Sergio Cuadros llegó a vivir a la Provincia del Limarí en el año 1996, proveniente de su natal Arica, trabajando como profesor de educación física en el Colegio República de Chile, de la comuna de Monte Patria.
Por todos estos años en los valles generosos, Cuadros declara sentirse como un montepatrino más, y no es para menos, ya que en esta zona ha “echado raíces”.
Actualmente con 64 años de edad, compatibiliza su trabajo como docente junto a una de sus grandes pasiones, la escalada de cumbres, en donde incluso ha sido uno de los impulsores de esta actividad en la comuna.
“Normalmente mi vida está ligada a la naturaleza. Subir cerros me da mucha alegría y libertad. Por eso siempre estoy invitando a mis alumnos y colegas a que participen en actividades de trekking acá en Monte Patria, porque así además se puede descubrir todo el patrimonio arqueológico que tiene la comuna, con muchos petroglifos y lugares ceremoniales. Así nació un lindo proyecto junto a la municipalidad, para realizar subidas a los cerros más emblemáticos de la comuna”, comenta al respecto el protagonista de esta historia.
En medio de sus frecuentes actividades, Sergio Cuadros asumió el desafío mayor, subir el nevado Ojos del Salado, que es la cumbre más alta del país, con más de 6.800 metros sobre el nivel del mar.
“Yo estuve haciendo trekking en los cerros de Ovalle, como La Cruz, El Reloj y Tamaya, luego incursioné en cerros de la Región Metropolitana, como el Plomo, también el cerro Tórtola en el Valle del Elqui. Tras eso decidí subir el Ojos del Salado, que es el más alto de Chile, con 60 metros menos que el Aconcagua, que es el tope a nivel americano. Me sentía capaz de lograr esa meta”, sostuvo.
META CUMPLIDA
Desde enero del presente año que Sergio Cuadros preparó este gran desafío, “aunque tengo 64 años, mi condición física está permanentemente siendo entrenada, por eso me atreví a dar este gran salto”, apuntó.
Al no conocer la ruta del Ojos del Salado, el profesor de Monte Patria decidió contratar una incursión junto a otras nueve personas, con quienes compartió entre el miércoles 29 de noviembre y martes 5 de diciembre, “fueron siete días intensos, partimos aclimatando con el volcán San Francisco, y a los dos días nos fuimos al Ojos del Salado, que son 6.893 metros sobre el nivel del mar”, puntualizó el docente.
Sobre el momento en que alcanzó la cumbre, Cuadros señala que “fue una satisfacción enorme. Subir significa cerca de 15 horas de trabajo duro, porque son entre 8 y 10 horas de ascenso, y entre 3 a 5 de descenso, a eso se suma los vientos que superan los 50 kilómetros por hora. Fue muy difícil, pero estar ahí sentado, contemplando toda la cumbre del Atacama, fue espectacular, todavía siento la felicidad al recordar ese momento”.
NUEVOS DESAFÍOS E INVITACIÓN
Tras cumplir su meta de escalar el Ojos del Salado, Sergio Cuadros continuará con sus jornadas de trekking en la zona, mientras en paralelo alista otros desafíos, “me gusta compartir lo que he vivido, y por eso mi sueño es llevar a los adultos mayores a subir los cerros de la comuna y la provincia, porque son muy bonitos. Por otro lado, en lo personal me he proyectado subir las cumbres de mi tierra natal en la Región de Arica y Parinacota”, apuntó.
En ese sentido, cierra esta entrevista extendiendo una invitación a toda la comunidad limarina, para que se atreva a aceptar estos desafíos de escalar cumbres, “yo todos los domingos subo al cerro La Cruz en Ovalle, y cuando tengo más tiempo llego hasta el cerro Reloj, entonces están invitados todos quienes quieran acompañarme, yo puedo prestar bastones. Están todos invitados a disfrutar la naturaleza, subir cerros es lo más lindo que puede haber, esa invitación queda abierta a toda la comunidad”, concluyó.