El pasado 27 de abril un accidente conmocionó a la comunidad local. Se trató del naufragio de una embarcación que transportaba a 4 trabajadores que habían ido a pescar al anochecer. Por circunstancias que se investigan, la embarcación menor se invirtió cuando una de las victimas realizaba el proceso de anclado. Rubén Suazo y Andrés Clavería, habían desaparecido al interior del Embalse La Paloma a la altura del kilómetro 35 en la ruta D -55. Tanto ellos como los otros trabajadores que lograron sobrevivir venían de distintas localidades de la región con el propósito de pasar una jornada para compartir entre amigos.
Jeremías Rivera, pescador del sector y que lleva muchos años laborando en el rubro dentro del embalse, había trabajado junto a un compañero en las labores de búsqueda de Suazo y Clavería. “Hemos logrado dar con algunas especies de los desaparecidos, algunas prendas de vestir y un galón que tenían en el bote”, dijo durante el operativo. Al mismo tiempo agregaba que también había colaborado en un operativo de un episodio similar hace algunos años atrás, en donde un joven con su padre desaparecieron por varios días en el mismo embalse.
En ese contexto, el jefe de Seguridad del Embalse La Paloma, Pablo Campaña, aseguró que, “siempre ha existido en el tranque una prohibición para practicar deportes náuticos, navegación o natación. Eso no está permitido, la gente que ingresa haciendo lo que estoy mencionando, lo hace en forma ilegal”.
Pero la tolerancia cero tiene sólo una excepción. “La pesca la permitimos cuando durante un fin de semana algún papá y su hijo pescan en la orilla, eso lo dejamos pasar porque está bien que practiquen actividades en familia, es un aporte que hacemos. Pero si alguien va en un bote a sacar pejerreyes para la venta, comercializarlos con ánimo de lucro, no lo permitimos nosotros, nunca se ha permitido, la gente que lo ha hecho lo ha ejecutado de forma ilegal”.
De hecho, apenas verifican una situación anómala dan aviso a uniformados. “Cuando nosotros sorprendemos a gente, avisamos a carabineros y ellos toman el procedimiento que corresponda. Ellos los denuncian a un Tribunal y ese órgano es el que administra la justicia”.
Campaña concluye reiterando que “simplemente no se puede ingresar, la gente no puede entrar en bote, no puede hacer ningún tipo de actividad dentro del embalse por lo peligroso que es, no es apto. Normalmente la gente respeta, pero apelamos al autocuidado de ellos. En todo orden de cosas hay que tener ese autocuidado y si se le prohíbe el ingreso no lo pueden hacer”.