Loreto Flores Ardiles / Ovalle
Fue en el mes de diciembre cuando se anunció el cambio pastoral para la parroquia de Sotaquí, informando que el padre José Antonio López debía dejar la localidad para trasladarse hasta la parroquia San Francisco de Borja ubicada en Combarbalá.
Es así que este viernes 27 de enero, asumió el cargo el padre Juan Alvarado Elgueta, quien será el nuevo párroco de la parroquia y rector del Santuario Niño Dios de Sotaquí.
“La ceremonia es bien significativa, bien importante, donde toma posesión el padre Juan Alvarado, donde habrá ritos y ciertos protocolos dentro la liturgia, esto será en la capilla provisoria”, detalló previo a la celebración, uno de los integrantes del Concejo del Santuario y Pastoral, Juan Jiménez Araya.
CAMBIO DE PÁRROCO
En relación al cambio y valorando además los seis años de trabajo sacerdotal en la comunidad, Jiménez detalló que fue el día domingo pasado cuando se realizó la despedida del padre José López.
“Cuando el padre José Antonio nos contó de esta decisión del Clero Ministerial y obviamente del Monseñor, fue agridulce, hay sentimientos encontrados, ya que la comunidad se encariña con los sacerdotes, por la cercanía, el acompañamiento pastoral y la confianza. Triste porque se mantuvo con nosotros seis años y alegre porque seguirá su camino y como dice la palabra de Dios va a pastorear otras ovejas, otro rebaño”.
“Nos sentimos tranquilos porque él se encuentra bien y va a seguir conociendo esta zona, como él es de Nicaragua, pero lleva siete años en Chile, como dice él le sirve para conocer”, contó Juan Jiménez.
TRASPASO
La ceremonia comenzó a las 19:00 horas, con la presencia del arzobispo de La Serena, Monseñor René Rebolledo Salinas, en compañía del ex párroco de Sotaquí José López y el actual párroco Juan Alvarado.
En la instancia se realizó la misa correspondiente, se leyó el evangelio, se oró y se hizo el debido juramento de la Biblia, esto frente a un importante número de fieles del santuario, quienes llegaron tanto para despedir al padre José López como para recibir al padre Juan Alvarado.
Luego, tras finalizada la eucaristía el padre saludó a cada uno de los fieles que lo acompañaron durante la misa y que se acercaron, uno a uno, para entregarle los buenos deseos tras su llegada.
“La gente está contenta porque ya lo conocemos, es de la zona, entonces sabemos la cercanía que tiene, su carisma, sabemos que él es de Ovalle (…) la comunidad se siente alegre, bien, tranquila y que hará un buen servicio pastoral como lo ha hecho en otras parroquias” recalcó el integrante del Concejo del Santuario y Pastoral.
“Espero poder hacer el trabajo que Dios me pide, iluminado por Espíritu Santo para dar lo mejor de mi (…) ustedes saben que el cura solo no puede hacer nada, siempre va a recurrir de la ayuda de cada uno de ustedes, los laicos, que están comprometidos con la tarea pastoral”, detalló en sus palabras finales el nuevo párroco de Sotaquí.
TRAYECTORIA
En conversación con Diario El Ovallino, el padre Juan contó sobre su vida y del ejercicio sacerdotal que ha desempeñado por varios años.
“Yo prácticamente me crie en el norte, en la Oficina Pedro de Valdivia, ya a los 15 años volví a Ovalle, donde nací. Estudié mi enseñanza media en el Liceo Politécnico y después por dos años estuve en el servicio militar, después nuevamente volví a Ovalle a trabajar y cuando me involucré un poco más en el trabajo pastoral de la parroquia San Vicente Ferrer ahí postulé a un seminario donde quedé en el año 1987”.
“He estado en varios lugares, mi primera parroquia fue en la San Vicente Ferrer, después en Punitaqui, después en la parroquia de Paihuano, luego me cambiaron a Algarrobito, luego al Santísimo Redentor, después a Tierras Blancas y ahora llegaré hasta Sotaquí, más o menos ese ha sido mi recorrido pastoral”, contó el padre Juan Alvarado.
MENSAJE A LOS FIELES DEL SANTUARIO
“No soy muy nuevo, porque soy de Ovalle, ya he realizado misas en ocasiones anteriores, ya muchos me conocen, no toda la comunidad por supuesto, pero a los que no, les pido que tengan mucha confianza en mí y en el trabajo con ellos, el trabajo con los laicos es muy importante, son ellos los que mueven la iglesia”.
“El trabajo en comunidad es importante para poder lograr lo que no solo propongo yo, sino en lo que propone la Iglesia y los que ellos pueden proponer en la comunidad, el llamado es a trabajar juntos y unidos”, finalizó.