“Siempre hay que tratar de cumplir los sueños, nada es imposible”

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    Patricia (derecha) ha podido recorrer distintos lugares de Norteamérica. (Foto: Facebook)

    La historia de Patricia Díaz con Estados Unidos comenzó a los 15 años. Corrían los primeros años de la década de los ’70 cuando decidió estudiar por seis meses en el país del norte, mediante un intercambio, viviendo junto con una familia norteamericana.

    “Vine más que nada para aprender el idioma y me encantó Estados Unidos”, dice.

    Pero antes recuerda su infancia y juventud en Ovalle, esa marcada por sus estudios y acompañando al negocio familiar de su padre, un conocido dueño ferretero en la ciudad.

    “Para mí Ovalle es todo, me crie allí, fui a la Escuela Nº2, luego en el Liceo de Niñas y en el colegio Amalia Errázuriz. Tuve una infancia muy bonita, mi padre era Héctor Díaz Ossandón, que tenía una ferretería ubicada en calle Benavente”, recuerda.

    De regreso a estudiar en el colegio Amalia Errázuriz, regresó con determinación a estudiar pedagogía en inglés y a través de la universidad realizó un nuevo intercambio, esta vez en la Universidad de Maine, al norte del país.

    De vuelta en Chile, concluyó sus estudios con un objetivo claro. “Siempre tuve las ganas de volver a Estados Unidos, quería vivir acá, pero sola es difícil arriesgarse, por todo el tema de inmigración. Pero en uno de mis viajes de vacaciones y de un día a otro decidí venirme y ver cómo me iba. Comencé a trabajar de voluntaria en un colegio católico, enseñando español en San Diego”.

    Ya viviendo en Estados Unidos, comenzó a desarrollarse en la cultura norteamericana. En uno de sus momentos de esparcimiento, conoció a quien sería su futuro esposo, con quien tuvieron un hijo. Con su marido ya fallecido, Patricia continuó con su vida en Estados Unidos, emprendiendo en otras facetas, como la de corredora de propiedades, que ejerce hasta el día de hoy, una vida que por el momento continuará desarrollando lejos de Chile.

    “No tengo muchos deseos de volver a Chile, pero nadie sabe lo que le va a pasar en el futuro, yo no puedo decir algo definitivo. Mi vida está aquí, tengo mi hijo que vive acá, estudia Medicina y ya tengo una vida hecha acá”, comenta.

    Actualmente reside en Canyon Lake, localidad perteneciente al Estado de California, donde Patricia se siente a gusto en el país que la acogió desde su juventud.