Luciano Alday Villalobos / Ovalle
La fiesta del Niño Dios de Sotaquí fue una de las muchas fiestas religiosas que debió adaptarse con la llegada de la pandemia.
Durante 2020 todas sus actividades se debieron realizar sin la presencia de público, por lo que los fieles creyentes debieron seguir las ceremonias desde sus casas por las plataformas digitales, mientras tradiciones como los bailes chinos quedaron relegados.
Con el avance del proceso de vacunación y la baja en el número de contagios se ha abierto una luz de esperanza para retomar con cierta normalidad algunas actividades.
De esta manera, la denominada "fiesta chica" de Sotaquí volvió abrir sus puertas, pero con algunas restricciones.
Solo los habitantes de la localidad pudieron decir presente, los peregrinos de otras comunas de la región y el país por el momento tendrán que seguir esperando por la presencialidad, por esta vez solo pudieron sumarse vía streaming. El comercio tampoco pudo instalarse en esta oportunidad.
La buena noticia es que los tradicionales bailes religiosos sí pudieron ser presentados.
"Hay que darle gracias a Dios que ya se está normalizando en algo esto de la pandemia, la gente estaba feliz de ahora poder salir", manifestó la sotaquina Raquel Araya, presidenta de la junta de vecinos de la localidad.
De la mañana a la tarde
La jornada fue inaugurada con las misas de devoción al Niño Dios, "lo único malo es que por el aforo no podía estar mucha gente adentro de la capilla, entonces la gente afuera por el frío se empezaba a ir", señaló Raquel.
Posteriormente, en la tarde se realizó el recorrido, pero mucho más acotado, ya que no se recorriendo todas las calles del poblado como es costumbre.
La jornada culminó pasadas las seis de la tarde, cuando la imagen del Niño Dios de Sotaquí fue subida al son de las flautas y tambores.