Del Teatro Nacional al Teatro Municipal: el lugar de encuentro de la vida cultural y social de Ovalle

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    Desde su reinauguración, el teatro ha albergado numerosas obras de diferentes artes escénicas y musicales.

    El actual Teatro Municipal de Ovalle –conocido por sus siglas, TMO- es uno de esos lugares que pueden hacer sentirse orgulloso a los habitantes de esta ciudad.

    Y es que tras la profunda remodelación que este recinto cultural viviera a inicios de esta década, el Teatro quedó transformado en un espacio de primer nivel en la región, acogiendo espacios para la creación y la difusión de todas las artes escénicas y musicales, a lo que se suman actividades de carácter formativas para el fomento de las Artes e Industrias Creativas.

    Es el caso de la Escuela de Artes Escénicas (Academia de Danza y Academia de Teatro), la Compañía de Teatro del TMO, Residencias de Danza, seminarios y mesas de trabajo. Todo ello apoyado por la última tecnología acorde a su uso y por una remodelación que tuvo especial cuidado con los espacios para un óptimo sonido y puesta en escena.

    No obstante, la historia del actual Teatro Municipal comienza varias décadas atrás. Concretamente desde que la cultura y las artes en general, comenzaran a ser parte de los intereses de la vida de los ovallinos.  

    EL TEATRO NACIONAL

    Fue hacia 1886, cuando el doctor Antonio Tirado Lanas impulsó la creación del Club Musical de Ovalle, a la que se integraron numerosos profesores e instrumentistas, así como familiares del propio Tirado.

    En un inicio, el club ofrecía conciertos de carácter benéficos, destacándose interpretaciones musicales, canto y coro.

    Posteriormente, y gracias al aumento de sus recursos producto del pago de cuotas de sus socios, el Club Musical de Ovalle fue creciendo, permitiéndose dar conciertos de forma regular, lo que impulsó a su vez, la enseñanza musical entre los más jóvenes y la afición a la música entre los mayores. El resultado pues, fue el esperado: el Club Musical de Ovalle, más tarde, Sociedad Musical de Ovalle, comenzó a consolidarse como el núcleo de encuentro de la vida cultural y social local, que tendría su cúlmine con la construcción del Teatro Nacional de Ovalle, edificio que se ubicaría en calle Carmen, y cuyos planos fueron elaborados por el ingeniero Pablo Moriamez, bajo la dirección técnica de Carlos Castex.

    El actual edificio fue construido entre los años 1907 y 1929, y una vez terminado, la Sociedad Musical local lo utilizó para realizar allí las funciones y veladas musicales que organizaba dicha institución, así como obras teatrales que interpretaban las compañías que de vez en cuando llegaban a la ciudad.

    Con el paso de los años, a las obras musicales y teatrales, se fue sumando el cine. De hecho, el edificio fue usado como sala cinematográfica. Es en ese momento, cuando los ovallinos comienzan a ver las primeras películas de la edad de oro de Hollywood, o bien los clásicos del cine mexicano y argentino. Los dibujos animados para los niños no faltaban, y por cierto, los grandes noticiarios cinematográficos eran entonces el vehículo para que los ovallinos de aquella época, se enteraran del acontecer nacional e internacional.

    Por el año 1938 el inmueble es vendido al empresario Antonio Martínez y compañía, y posteriormente dicho recinto fue adquirido por Gustavo Corral Barrios. Los espectáculos musicales y revisteriles seguían llegando a Chile. En esa época, el teatro albergó algunos verdaderos hitos, tales como las presentaciones de Libertad Lamarque, Raphael de España y Antonio Prieto entre otros.

    Por cierto, en una época en donde la sociedad chilena estaba mucho más politizada, los actos electorales, ya sea discursos, visitas de autoridades o lanzamientos de candidaturas, también se sumaron a las actividades que albergaba por esos años el teatro.

    EL RESURGIR DEL TEATRO

    Durante los años más reciente, el teatro seguiría manteniendo abiertas sus puertas para la comunidad, aunque ya no con el esplendor de décadas pasadas.

    No obstante, un duro golpe sufrió el edificio en 1997: ese año, producto del terremoto que afectó a la provincia, sus dependencias quedaron seriamente dañadas.

    No obstante, este histórico espacio renació: paralelamente a la implementación de una institucionalidad cultural a nivel nacional, crecieron los esfuerzos por recuperar el teatro para los ovallinos y para la región, lográndose aquello en el año 2007, cuando la Municipalidad de Ovalle, compró el inmueble con fondos aportados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

    El objetivo era remodelarlo y actualizarlo a los nuevos tiempos, y para ello el Consejo Regional aportó los fondos necesarios para ello, comenzando las primeras obras en el año 2009.

    En el proyecto de remodelación se contempló mantener la fachada y estructura original del teatro, manteniendo entre otros, el foyer del antiguo recinto, adhiriéndolo a la estructura moderna que a partir de ese momento, iba a tener este teatro, proyectado ya para el siglo XXI.

    El gran momento llegó en el año 2013, cuando el nuevo Teatro Municipal de Ovalle volvió a abrir sus puertas a la comunidad ovallina. “La Pérgola de las Flores” fue la obra con la que se inició la nueva etapa del teatro, habiéndose consolidado durante estos últimos años, como el principal espacio artístico-cultural de Ovalle y de la región de Coquimbo.

    Actualmente, este espacio cuenta con una superficie total construida de 1.647 m2, albergando una sala con 513 butacas, un escenario de 10 x 12 metros, y una completa ficha técnica en materias de sonido, iluminación y equipos audiovisuales, de última tecnología, a fin de poder recibir espectáculos del más alto nivel y elencos numerosos.

    La administración del teatro recae en la Corporación Cultural Municipal de Ovalle, la cual tiene como objetivo principal el desarrollo, fortalecimiento y promoción artística y cultural de la comuna.