Un verdadero lío laboral es el que viven una conocida empresa minera de la zona, una tienda subcontratista y un grupo de ex trabajadores.
Hasta mediados del año pasado la empresa prestadora de servicios, “Melgas Ltda”, le dio trabajo a un grupo de personas, entre ellos ovallinos, para cumplir faenas relacionadas con montajes industriales en la planta Delta de Enami, yacimiento ubicado al norte de la capital limarina.
Por problemas financieros, según informó la empresa, debieron abandonar su contrato con Enami, significando con ello el despido de los funcionarios.
Los trabajadores hicieron uso de sus derechos en su contrato por término de obra en faena, luego que la fuente laboral concluyera antes de concluir los trabajos, y demandaron a la Sociedad de Servicios de Ingeniería “Melgas”, quien mantenía domicilio en Copiapó.
“El tema es que la empresa contratista canceló sus funciones antes de concluir el trabajo, nosotros creemos que sólo se alcanzó a trabajar un 30 o 40 por ciento, y despidió a sus trabajadores”, manifestó uno de los siete afectados limarinos, Luis Ossandón Adaros.
“Prestábamos servicios para Enami Delta, pero a través de una empresa contratista de Copiapó. De la noche a la mañana el dueño de la empresa dijo que la obra estaba terminada y nosotros fuimos despedidos, era ilógico que no siguiéramos trabajando, pero físicamente las obras no estaban terminadas, les faltaba mucho por hacer”, agregó Ossandón.
Fue así como a través de una asesoría jurídica, los ex trabajadores de “Melgas” acudieron hasta tribunales para intentar buscar una indemnización tras el fugaz despido. Antes acudieron a Inspección Laboral.
“Llegamos a una instancia de inspección del trabajo, no estuvimos de acuerdo en firmar el finiquito y así llegamos a una instancia judicial, donde se percataron que eran muchas causas similares y se hizo un solo acuerdo”, agregó Ossandón, quien se ha convertido en el vocero de los ex funcionarios.
Tras largos meses, el Primer Juzgado de Letras (dos causas) y el Tercer Juzgado de Letras (cuatro causas) obligó a la empresa a cancelar cerca de 2 millones y medio de pesos para cada trabajador, las que se pagarían en cuatro cuotas.
La cancelación se debía efectuar el 15 de diciembre y los cheques llegaron, la sorpresa fue que cuatro de los seis pagarés estaban sin fondo.
“En un comienzo la empresa mostró ánimo conciliatorio, sin embargo los cheques estaban sin fondos”, comentó el abogado querellante Juan Pablo Corral.
De allí en más, el caso continuó en tribunales y hasta la fecha los ex trabajadores no han recibido la totalidad del dinero que se les adeuda.
“La empresa ofreció una cierta cantidad de dineros, mientras nuestro abogado peleó otros montos, al final se acordó que se pagaran cerca de dos millones 200 mil pesos por cada trabajador, el pago era en cuatro cuotas pero no se cumplió”, aseveró Luis Ossandón.
La boleta de garantía
La negativa respuesta de “Melgas Ltda” llevó al abogado querellante a recurrir contra Enami. “Actualmente el juicio está en cobranza laboral y hay una retención hecha en Enami, empresa que tampoco se ha hecho responsable, por lo que nosotros estamos pidiendo que se aplique un arresto al gerente general de Enami, por no acatar la orden del tribunal, que ordenó que fueran ellos los que cancelaran parte de la deuda con los fondos retenidos de una boleta de garantía que dejó Melgas”, señaló Corral.
El profesional indicó que este martes volvieron a solicitar al tribunal medidas de apremio contra Enami, para que se mantengan las retenciones de estos dineros.
“Esperamos que estos pagos se hagan pronto, la orden del tribunal ya está emanada y Enami no se ha pronunciando al respecto”, expresó el abogado.
Las empresas
El Ovallino logró comunicarse con encargados de la empresa subcontratista “Melgas Ltda”, quienes hoy se encuentran con sus oficinas anegadas en la capital de la Tercera Región producto de la catástrofe registrada hace algunas semanas.
Una fuente aseguró estar al tanto de la deuda y lamentó la situación causada a los trabajadores.
“Nosotros siempre tuvimos la mejor intención de pagar las cuotas que el tribunal nos ordenó, pero acá se actuó de mala fe, nosotros teníamos que cancelar el cheque el 15 de diciembre, los entregamos pero como recién teníamos dinero a la semana siguiente, por eso los pagos salieron protestados.
Y prueba de ello es que cuatro cheques salieron sin fondos, mientras que otros dos que cobraron después del 22 si estaban con dinero”, indicó.
La empresa aseguró que Enami mantiene una deuda con ellos y que esperan que la compañía se haga cargo de estos montos a través de las platas que les tienen retenidas.
Al ser consultado sobre los motivos de la empresa para abandonar las faenas, y así dejar sin trabajo a los funcionarios, el encargado de la sociedad de servicios de ingeniería informó que “la empresa vivió un mal momento, una crisis, casi como una quiebra y fue insostenible seguir”.
Este medio se comunicó con funcionarios de la oficina de prensa de Enami, quienes solicitaron que las consultas las hiciéramos a través de correos electrónicos. Hasta el cierre de esta edición las preguntas no fueron respondidas.