Este lunes 14 de marzo, luego de 10 años a cargo del mando de la fiscalía local de Ovalle, deja su puesto el jefe de este cuerpo de penalistas, para iniciar nuevos rumbos laborales y desafíos en la vecina Coquimbo, bajo el rango de adjunto.
Él es Gianni Franco Stagno Abud, quien estudió Derecho en la Universidad Central en Santiago, comuna de donde es oriundo, y en donde se tituló de abogado en 2003.
Nacido hace 40 años, es casado con una destacada abogada desde hace 12 años con quien conforman una familia de cuatro integrantes. Llegó a Ovalle a inicios de marzo de 2006 y se va el mismo mes pero de 2016. Ingresó al Ministerio Público, un día 8 de ese mismo mes de 2004, lo que demuestra que marzo siempre ha sido recurrente en sus cambios e inicios laborales, algo que hasta él mismo lo reconoce.
A la Perla del Limarí llegó luego de haber ejercido como abogado asistente de fiscal en Vicuña, donde permaneció por 2 años procedente desde la capital nacional. Aquí inició como fiscal adjunto, para posteriormente, en noviembre del 2010,ser designado en calidad de Jefe de Ovalle por el fiscal regional de la época, Enrique Labarca Cortés. Con la capital provincial no mantenía relaciones familiares y su señora tampoco, pero si la habían visitado un par de veces.
Comenzó su vida laboral trabajando desde el tercer año de sus estudios superiores como procurador, donde se dedicaba a distintas materias, y al terminar su preparación profesional ingresó al Programa de Asistencia Judicial en el Ministerio de Justicia en Santiago en el área penal. En 2004 postuló a la fiscalía de la Cuarta Región y fue asignado como asistente de fiscal en Vicuña.
Él reconoce que “ha pasado mucha agua debajo del puente. Siempre mi anhelo, desde que ingresé al Ministerio Público fue ser fiscal adjunto, era mi expectativa y tuve un buen desempeño en la fiscalía de Vicuña, lo que me permitió optar al cargo de fiscal en esa comuna y donde ejercí en la calidad de subrogante en una fiscalía unipersonal, por lo que debía subrogar al fiscal jefe cuando debía ausentarse de sus labores. Sabía que Ovalle en materia penal no era una ciudad tranquila, ya que tenía tasas de delitos importantes dentro de lo normal, obviamente más tranquila que otras comunas de Santiago donde me tocó ejercer a los inicios de mi carrera como Pudahuel. En absoluto aquí hay poco trabajo y en absoluto se vivieron temas fáciles, muy por el contrario”, asegura el fiscal Stagno, quien al marchar ya es toda una persona con el criterio formado de la realidad penal de Ovalle.
-¿Qué casos recuerda más?
“Hay casos de relevancia, que marcaron mi ejercicio como fiscal, pero mencionaré dos: el del fonoaudiólogo abusador. En ese caso partimos con alrededorde 70 u 80 denunciaspor abusos sexuales en contra de un fonoaudiólogo. Se fueron decantando durante la investigación el número de casos para en definitiva, llevar a juicio oral cerca de 19 casos y se condenó por 11 de estos, condenando al imputado a 30 años. Ese fue un caso que en lo personal marcó mucho mi carrera, la relación con las víctimas.Imagínese usted, lo que es ver a 70 u 80 padres desesperados para saber si sus hijos fueron víctima o no de abuso sexual. Los primeros días y meses de esa causa fueron muy intensos, muy duros, se trataba de entregar tranquilidad a la gente y en definitiva, ellos confiaron en mi labor y llegamos a buen puerto.
Otro caso que recuerdo de importancia es el caso de violación con homicidio en Monte Patria del famoso “Poteka”, que tuvimos que hacer ese juicio en dos oportunidades, que en definitiva fue una condena porsobre los 15 años, donde ocurrió el homicidio de una dueña de casa, que la ultrajan sexualmente para luego terminar con la vida de ella; un caso complejo, que obligó a llevarse el juicio en dos oportunidades y de nuevo, agradezco a los familiares de las víctimas por haber confiado en mi trabajo”.
-Con ese mismo criterio y tras conocer gran parte de los años del funcionamiento del nuevo procedimiento penal. ¿El sistema puede cometer errores desde el punto de vista de los fiscalizadores?
“Somos seres humanos. El sistema está integrado por seres humanos: fiscales, jueces y defensores somos seres humanos y al haber intervención humana, es absolutamente posible la comisión de errores. Hasta lasmáquinas se equivocan, los aviones fallan, los vehículos fallan, con mayor razón podemos fallar los seres humanos. Lo importante,es reconocer esas fallas, actuar y aplicar las medidas correctivas, para que esos errores no se vuelvan a cometer”.
-¿Y cuál sería su análisis de estos 15 años del cambio del proceso penal?¿Cómo era, cómo se ha aplicado y hacia dónde va?
“Yo ejercí en materia penal en el antiguo sistema. Hoy creo que después de 15 años se puede reconocer que se entrega dignidad a los afectados por un delito. Este es un sistema, aunque exista desconfianza razonada o no, transparente. Es un sistema que se lleva de cara a la comunidad, aquí no existen situaciones que se lleven entre cuatro paredes, eso lo pueden verificar ustedes la prensa, cualquier persona puede acceder a lo que está sucediendo en un tribunal. Hoy no se juzga a una persona a través de una carpeta de investigación o un expediente judicial, se va a condenar a un persona a través de un juicio oral público, contradictorio, con pruebas vivas en que las víctimas, los testigos, la parte de la defensa, entregan su opinión y teoría del caso, como se rinden las pruebas y se hace de cara a la comunidad, no se hace a espaldas de nadie. Existe ese control social,que está bien y que en definitiva, da seguridad y garantía para todos, garantía para el imputado y garantía para los afectados”.
-¿Es difícil para un fiscal el tema de la vida social, vivir con ese cargo y tener la responsabilidad de someter a juicio a un culpable y dentro del mismo ámbito, su relación con amistades?
“Sí y no. Ami juicio como se dicees casi un apostolado lo que se vive. No es justo, ni es lógico, que un fiscal se siente un día en su escritorio asignado como fiscal en un Juzgado de Garantía o Tribunal Oral, solicitando que se condene a una persona, por ejemplo, por conducir en estado de ebriedad y resulta que el fin de semana, vieron al fiscal conduciendo en estado de ebriedad, lo vieron borracho en el pub; no es lógico y por ende, sí existen limitaciones autoimpuestas, por lo mismo, con las amistades. Las actividades privadas que uno desarrolla trata de hacerlo a puertas cerradas, con su familia, con amigos cercanos, para no exponerse mayormente porque es innecesario.
El cargo de fiscal trae emparejado la dignidad del cargo, como le decía.¡Qué dignidad en el cargo o impronta moral podría tener un fiscal, si lo vieron borracho el fin de semana en un bar y luego, está cuestionando a otros sujetos por haber andado borracho!”.
-¿Sus aspiraciones en el Ministerio Púbico a dónde apuntan?
“Las únicas aspiraciones que tengo es servir a la comunidad, es desarrollarme como un buen fiscal, desarrollar mi trabajo de la mejor forma posible, perfeccionarme para ello,estudiar y ninguna aspiración más. Uno propone y Dios dispone. Por lo pronto, es la única aspiración que tengo”.
-¿Su cambio es por un tema personal y se puede entender que es para mejorar la calidad de vida de su familia en la costa?
“Si hablamos de calidad de vida, Ovalle tiene muy buena calidad de vida, soy un agradecido de esta ciudad. A pesar de ser santiaguino me siento absolutamente miembro y como si hubiera nacido en la Cuarta Región, es una zona que quiero mucho, la he visitado prácticamente en todos sus rincones y acá, nacieron mis dos hijos, mis hijos son dos ovallinos, son menores, por lo mismo puede ser que La Serena y Coquimbo sean unas ciudades más grandes, pero hoy Ovalle, no tiene nada que envidiar a ambas ciudades”.
-¿Qué mensaje daría a la comunidad?¿Para las personas que sienten agradecimiento a su persona, a su labor, qué le diría?
“La labor del fiscal es extremadamente dura,nosotros nos damos contra la pared todos los días, luchamos para que nuestra teoría del caso sea aceptada por los jueces. Luchamos para convencerlos que el delito se cometió y que el imputado tienen la responsabilidad, que estamos atribuyendo con una teoría de la defensa, que debemos superar y en ese camino, es absolutamente necesaria la intervención, la colaboración y la participación de nuestros usuarios, nuestras víctimas y los testigos.
Suele ocurrir y ustedes como periodistas lo pueden ver todos los días. Hubo un accidente de tránsito, un atropello, y sucede que el hecho lo vieron 20 personas, llega Carabineros y quedan 10, Carabineros comienza a empadronar a los testigos y no queda ninguno, entonces todos y todo el mundo exige una respuesta del sistema penal en la comisión de los delitos, pero también debemos ponernos en la mano en el corazón y ver en qué grado nosotros como ciudadanos contribuimos a que eso prospere, porque no queremos colaborar como testigos, porque nos da lata, porque nos puede pasar algo, porque vamos a perder tiempo.
Así no va a resultar y el sistema no funciona de esa manera, entendemos a la gente que puede haber temor, pero existen los medios para brindarle protección. Que queda para nosotros los fiscales, nosotros caminamos por la calle todos lo días y acusamos a imputados, atribuimos responsabilidad a ciertos sujetos y debemos seguir con nuestras vidas, de lo contrario si no fuese así, seríael temor el que nos gobernaría. Y un fiscal temeroso, no sirve para nada (sonríe)”.
-¿Quién lo reemplazará como fiscal jefe de Ovalle?
“Asume Rodrigo Gómez Del Pino, que está aquí desde 2008 ó 2009, él era fiscal adjunto subrogante todo el tiempo que ejercí como fiscal jefe, muy buen amigo mío, lo conozco hace muchos años. El mejor y mayor de los éxitos para él, es una tarea que no es fácil, que debe asumir con la responsabilidad y dignidad que trae emparejado el cargo y también, como se ha conversado internamente los funcionarios les entreguen un total e irrestricto apoyo, que creo será así, porque esta fiscalía está dotada de muy buenas personas”.
-¿Será difícil, luego de la jefatura asumir como adjunto, ser un subordinado más?
“En absoluto, lo único que puedo yo hacer, es aportar con lo que he aprendido, como se me ha capacitado en la área administrativa, en el área de la jefatura. Por ende este cargo, la gente debe entender que es de exclusiva confianza del fiscal regional, no es un cargo que sean en propiedad, quien sea el fiscal regional que asuma, debe mantener las jefaturas, el cargo de fiscal adjunto jefe es un cargo de confianza del fiscal regional y cuando se me preguntó siestaba postulando a fiscal regional, dije que en absoluto. Confirmé que yoestaría como fiscal jefe de Ovalle hasta que me señalara queya no lo soy.
Pero también creo, que deben existir las renovaciones y que son necesarias para nuestra institución. La renovación de fiscal regional es cada 8 años y es el fiscal regional entrante quien define al fiscal adjunto de su confianza. Aquí existe un conocimiento entre el actual regional de Coquimbo con el fiscal jefe de Ovalle, existe una confianza absoluta en estas personas y si el fiscal regional confía en él, debemos respetar su decisión y entregarle el mayor de los apoyos y parabienes para el futuro del colega”. o1301iR