En agosto del 2013 el Santuario El Niño Dios de Sotaquí terminó su restauración tras el terremoto del año 1997. Sólo dos años duraron las buenas instalaciones y otra vez el templo deberá someterse a las manos de ingenieros y arquitectos.
Y es que el desastre fue en grande. Pilares desprendidos, inclinación de la torre central hacia adelante, grietas, desprendimiento de material, entre otros, son algunos de los daños que el popular recinto de la iglesia sufrió tras el sacudón de 8.4 grados Richter.
Por ahora, el recinto mantiene cerradas sus puertas y una gran preocupación en el párroco y rector del santuario, el Padre Héctor Zambra.
“Yo no soy experto en la materia, pero por lo que uno puede ver es que el templo quedó muy dañado, se podría hablar de daños estructurales, como también de daños de revestimiento del edificio, por tanto, en este momento se hace imposible que podamos ocupar el templo”, comentó visiblemente afectado.
Sólo el salón parroquial se salvó del terremoto al ser una edificación prácticamente nueva. Incluso la casa parroquial no resistió el sismo y deberá ser demolida al quedar inhabitable.
“Con los fieles debemos volver al salón parroquial, donde antes de la reparación de hace dos años atrás hacíamos nuestras misas y reuniones”, agregó el sacerdote.
El alcalde Claudio Rentería visitó el templo en terreno, constatando las consecuencias y lamentando que la reconstrucción que concluyó en el 2013 durara solo dos años.
“Esto es muy trágico, triste. Pensábamos que la restauración de la iglesia y del templo iba a soportar el terremoto, pero no lo hizo. Está en precarias condiciones. La casa parroquial también está en malas condiciones. La restauración cumplió su ciclo y tenemos que ver cuáles son las alternativas para abordar el tema”, dijo.
Ahora es turno del ministerio de Obras Públicas, quien es la institución que asumirá los arreglos del recinto al ser un Monumento Nacional.
De esta forma, la tradicional fiesta de El Niño Dios de Sotaquí que se celebra en enero deberá prescindir de su máximo recinto.
Corazón de María y San Vicente
La torre de la parroquia Corazón de María sufrió importantes daños y se mantiene inclinada.
Otra de las edificaciones eclesiásticas con severos daños es la Parroquia Corazón de María, ubicada en calle Independencia con Carmen. La torre está visiblemente dañada e inclinada hacia la izquierda, poniendo en serio riesgo a quienes ronden el barrio.
“Según el arquitecto, tiene un armazón de madera, pero lo que recubría se abrió y habrá que echarlo abajo”, sostuvo el sacerdote Luis Alberto García de la Parroquia San Vicente Ferrer.
Además, el mismo templo de calle Miguel Aguirre sufrió daños en su pared lateral, lo que obligó a efectuar las misas del fin de semana en el patio del convento.
“El día posterior al terremoto vino un arquitecto del municipio y no vio daño estructural, pero sí vio un problema serio en la Parroquia San Vicente que la muralla lateral derecha está cediendo”, complementó.
Se espera que durante los próximos días especialistas evalúen todos los recintos eclesiásticos para determinar las posibles restauraciones.