Ya no es novedad que muchas personas se motiven a realizar actividad física y han ocupado los espacios públicos para realizarlas. Particularmente el running o el trote están sumando adeptos.
Sin embargo, existe una variedad de esta disciplina menos frecuentada porque exige un nivel mayor de preparación física y psicológica. Es el trail running, o carrera de montaña, que consiste en correr por senderos de montaña, huellas o caminos secundarios, cruzando ríos con grandes ascensos y descensos. Dentro de las carreras de montaña existen los ultramaratones, donde los avezados atletas pueden incluso a completar 170 kilómetros de extenuantes recorrido.
Es esta distancia la que el próximo 31 de agosto comenzará Juan Carlos Pastén. Nacido y criado en Ovalle, fueron los cerros de Tulahuén los que animaron el ‘bichito’ por recorrerlos ahora como corredor.
“Cuando chico iba de vacaciones a Tulahuén e íbamos a pasear siempre con los amigos.
Cuando estás corriendo es como volver a la niñez. Desde tocar el timbre y salir arrancando hasta correr todos los cerros. Es volver a ser niño y volver a hacer eso en la naturaleza. No necesitas muchos recursos, solo salir y disfrutar tu naturaleza tal como está. Luego llegar a casa con rasmillones”, cuenta.
A fin de mes, Juan Carlos participará de una nueva versión de la denominada Ultra Trail Mont Blanc (o UTMB), la carrera ultramaratón de montaña más importante del mundo, donde cerca de 2.000 atletas parten con el sueño de rodear la montaña en menos de dos días. Un desafío con letras mayúsculas, porque desde Chamonix, Francia –ciudad donde comienza la carrera- deberá completar 170 kilómetros sin descanso, soportando las más variadas condiciones climáticas; desde el frío en los Alpes, calor por la tarde y hasta viento y nieve. Una odisea.
Pastén no es nuevo en esto. En Chile se caracteriza por disputar las The North Face Endurance Challenge, ultramaratón de 50, 80 y 160 kilómetros que se diputa año a año en la precordillera de Santiago, con punto de inicio en San Carlos de Apoquindo. En total, ha corrido cinco ultradistancias, de las cuales completó cuatro de ellas. Y ahora va por su sexta participación.
Por otro lado está Omar Navea, tradicional atleta de la provincia que durante tres años ha organizado el Cruce Extreme Valle de Limarí, uniendo las localidades cordilleranas de Monte Patria con el centro de Ovalle, donde varios atletas recorren en modalidad de posta los trazados determinados por la organización.
A su vez, tiene en el cuerpo largas distancias como la carrera Latitud Sur que se corre en la comuna de Putaendo, completando 70k y llegando a los 2.300 metros de altitud.
Al igual que Juan Carlos, Omar nació recorriendo su entorno.
“Desde niño siempre subí y corrí en los cerros. Siempre me ha gustado y cuando comencé a correr supe de este tipo de carreras que en algún momento eran muy desconocidas. Conocí a Marlene Flores, quizás la mejor trail runner del país, nos hicimos amigos y me enseñó de esto. Comencé a conocer esta modalidad y desde ahí comencé a entrenar para este tipo de carreras”, cuenta.
CAPACIDADES DISTINTAS
Ahora, ¿qué capacidades deben tener los atletas que realicen estos desafíos? Para el productor de la carrera de trail más importante del país, Rodrigo Errázuriz, la estructura corporal es fundamental, ya que lo ha visto en las carreras The North Face Endurance Challenge que organiza todos los años.
“Esto no solo pasa por el rendimiento físico, sino también con tu estructura. ¿Tienes tus huesos lo suficientemente preparados para soportar esa cantidad de horas corriendo en el cerro, teniendo el impacto en las bajadas y el desgaste en subidas? Me preguntan mucho y el proceso ideal para correr esta cantidad de kilómetros son a lo menos cuatro años de preparación”, considera.
Un rendimiento físico apto para la competencia, y mucha experiencia oficial son factores fundamentales para llegar ‘entero’ a cruzar la meta.
“Acá por obligación hay que salir a los cerros. Por lo que es más complicado, son entrenamientos muchos más largos. En calle se pueden entrenar dos horas, mientras que en esta modalidad se debe entrenar cinco o seis horas, saliendo muy temprano para que no pille el sol”, dice Omar.
En los inicios de Juan Carlos, corría diariamente desde el comienzo de la popular Alameda hasta la población Limarí, cerca de diez veces seguidas.
“Parece una locura, pero así era”, recuerda.
Además de la evidente condición física de los atletas, el factor mental puede ser gravitante a la hora de completar una ultramaratón, donde el bienestar de los deportistas depende de su capacidad para controlar el curso de sus vidas.
“La realización personal según la perspectiva del desarrollo positivo guarda relación con el pensamiento de las personas cuando se perciben competentes para resolver los desafíos a los que se enfrentan, perciben que tienen la capacidad para asumir los retos (percepción de autoeficacia) y se encuentran suficientemente motivados para realizar el esfuerzo necesario para conseguir el fin proyectado”, explica la psicóloga de la Universidad Central de La Serena, Tamara Vallejos.
Pero la profesional no se queda allí. Otro elemento fundamental que ayuda a ejercer el control sobre la vida de las personas es la comprensión que llegan a tener de su entorno social.
“Esta capacidad para analizar y comprender de forma reflexiva y crítica la realidad social está estrechamente vinculada a la capacidad de la persona para ejercer el autocontrol. El deporte y la actividad física, adecuadamente estructurados, puedan ser escenarios excelentes para el desarrollo positivo, a través de la motivación”, complementa.
Y otros elementos como el tener objetivos específicos en una carrera, ajustarse al plan de trabajo, preparar indumentaria y evitar el estrés de último momento, viajar con antelación a la carrera y dejar de pensar en el dolor físico durante la competición y centrarse en la respiración o en la zancada, para distraer la mente, son aspecto más que fundamentales para conseguir cruzar la meta.
MOTIVACIONES Y PULSACIONES A MIL
“Correr ultradistancias es como la vida misma. Estás 30 horas en la montaña, lo pasas bien, te sientes miserable, te sientes feliz, eufórico y terminar una carrera de este tipo es lograr los objetivos que te propones”, dice Juan Carlos.
Pastén está en Chamonix, Francia a la espera de la largada. Allí aprovecha de conocer con antelación la ruta, los lugares por los cuales pasará desde el 31 de agosto. Todo calculado, todo detallado, donde ningún aspecto debe quedar al azar. Y esta prueba sirve por un momento para repasar sus anteriores competiciones, recordando todo el esfuerzo previo.
“Mi primera carrera Ultra de 80k me sentí eufórico cuando llegué a la meta. Las pulsaciones subieron a mil, no podía respirar y es como una felicidad indescriptible, sensaciones nuevas y ese tipo de cosas pasan cuando cruzas la meta. Porque cuesta mucho, es un trabajo mental y físico muy fuerte, quedas destruido y te obliga a dar todo para llegar a la meta”, reconoce.
En el caso de Omar es distinto. Los médicos le prohibieron realizar actividad física de alto impacto por problemas a su espalda y todas las competiciones son un nuevo desafío personal.
“A mí me prohibieron correr. Me dijeron que no podía y yo quiero demostrarles a todo que sí puedo. Esa es mi respuesta. Los médicos me dijeron que no podía practicar este deporte, porque es de alto impacto. Me dije que poniendo esfuerzo, cariño y respeto por el deporte, lo podía lograr”.
Juan Carlos está próximo a rodear el Mont Blanc en los Alpes y se aventura a pensar que una ultramaratón se pueda realizar en la provincia, incluso dando como ejemplo una prueba que involucre el paso La Chapetona, en Monte Patria. Mientras, Omar Navea alista detalle para la Maratón Extreme de septiembre y en octubre competiría en el The North Face Endurance Challenge, competencia que reúne a más de 1.800 corredores de todo Chile y de Sudamérica.
Un desafío para valientes que ambos atletas de la provincia ya están acostumbrados.