Extensas horas de espera y falta de espacios son las quejas que han presentado y viralizado a través de las redes sociales durante estos días, los usuarios del Servicio de Urgencias del Hospital de Ovalle. Dichas problemáticas, según lo señalado, siempre han existido pero durante el último tiempo se han agudizado.
En Ovalle, las últimas semanas se han caracterizado por la presencia de las bajas temperaturas, y no cabe duda que las noches de invierno han llegado más heladas que nunca y quienes sufren por esta situación son los cientos de usuarios que cada tarde-noche deben lidiar no solo con las extensas esperas para conseguir atención médica sino que también con el frío que los acompaña durante el tedioso proceso.
“Llegue a las 8:41 am, me dijeron que tenía que esperar unos 180 minutos para que me atendieran, la hora dio las 11:00 am y aún no me atendían, reclamé, y dijeron que no habían camillas, llegaron las 18:00 horas y nada, yo no podía irme sin que me atendieran” relató Araceli Jofré Galarza, quien asistió al recinto, producto de un accidente laboral. Como explicó, ella posee epilepsia sin embargo, ese antecedente de enfermedad crónica no la ayudó a conseguir una pronta atención.
Respecto a los reclamos realizados en el servicio, indicó que “me terminaron atendiendo pasado las 00:00 horas. Hice los reclamos pertinentes y nadie dio respuestas, no son conscientes con los pacientes y no ven lo que pasa fuera del box de atención” finalizó.
Marcia Rojas, quien se encontraba esperando atención médica para su hija, señaló que “llevo cuatro horas y media esperando que me atiendan. Es una pena que la salud pública sea así, nosotros somos personas humildes que no tenemos plata para pagar una atención particular, hay gente de pie que no tiene donde sentarse porque este lugar se hace chico para toda la gente que llega, no es justo que embarazadas y niños pequeños tengan que estar acá pasando frío por esperar horas y horas que un doctor te vea”.
Respuestas
Según lo indicado por la dirección del Hospital de Ovalle, el problema presentado en la unidad de urgencias se debería a 3 factores.
La primera causa tendría que ver con un tema de recursos presente en todo el sistema de salud pública del país. De los recursos destinados a la salud, un 60% se destinaría al área privada y solo un 40% al área pública. Como se explicó desde el hospital, más recursos ayudarían a contratar más personal, ampliar el espacio y mejorar el equipamiento del lugar.
El segundo problema se relacionaría con la gestión. “Eso si es responsabilidad nuestra, reconocemos que existen falencias y que a veces nos vemos sobrepasados por la cantidad de gente que se acerca al servicio de urgencias. El principal problema es por la escasez de camas”, señaló Ramón Asencio Contreras, subdirector de gestión clínica subrogante, quien además agregó que se está trabajando para mejorar este conflicto con la implementación de programas, como la Hospitalización Domiciliaria y la Cirugía Ambulatoria. En ambos casos, un equipo de profesionales visita al paciente en su hogar para administrar medicamentos y realizar un seguimiento del estado de salud.
En tercer lugar, la saturación del sistema se debería a que existe una irresponsabilidad por parte de las personas que recurren al servicio de salud con enfermedades o molestias que no son de urgencias. Esto contribuiría al colapso que algunas veces se presenta en el recinto y causa que su funcionamiento se vuelva lento.
Es por esto, que dentro del lugar existe en una de sus paredes, un informativo que indica las categorizaciones en que cada paciente, luego de una revisión previa, es clasificado según la gravedad de sus síntomas.
Las categorizaciones son las siguientes: C1, corresponde a un paciente grave por lo que debe recibir una atención inmediata; C2, indica que la persona se encuentra en un estado de mediana gravedad, es por esto que su tiempo de espera no debe superar los 30 minutos; C3, señala que la consulta es menos grave y su atención será antes de 90 minutos; C4, refleja que la gravedad es leve, por lo que su atención médica se realizará antes de 3 horas; Finalmente se encuentra la categorización C5, que clasifica al usuario en una atención general y su hora de atención dependerá de la demanda asistencial del lugar. Quienes poseen resfríos y asisten por curaciones son parte de este grupo, y por lo general estos casos son derivados al Cesfam ya que no necesitan una atención de urgencia.
Según lo expresado por Asencio, los reclamos por las largas esperas serían mayormente hechos por quienes se encuentran en los grupos C4 y C5 ya que por sus síntomas deberían asistir en primera instancia a recintos de atención primaria y no a urgencias.
Pese a esto, tomando en cuenta las declaraciones emanadas por los usuarios, los tiempos de espera de igual manera sobrepasarían a los estipulados por las diversas categorizaciones. Hecho del que el hospital se defiende argumentando que es una realidad presente hoy en todo Chile.