Con dos días de muestra en la Plaza de Armas, el Queso de Cabra sigue posicionándose como uno de los productos más representativos de la comuna de Ovalle y de la provincia del Limarí. Su valor va más allá de su precio y los crianceros y productores locales, a pesar de haber ganado un gran terreno a nivel local y nacional, saben que deben seguir marchando hasta conseguir el sello de Denominación de Origen del derivado lácteo.
En la actividad una docena de productores locales mostraron lo más tradicional de su creación, pero también lo más atrevido e innovador de sus propuestas, ya que agregan sabores y mezclas generando nuevas fórmulas y resultados.
La representante de la Majada Canalina y presidenta de la Asociación de Crianceros de la Comuna de Ovalle, Janeth Andrade, señaló a El Ovallino que la producción de queso en su familia ya recorre su tercera o cuarta generación, por lo que tienen larga tradición en el rubro, aun así, han probado nuevas fórmulas y derivados que les han dado muy buenos resultados locales y a nivel nacional.
“Le hemos dado un valor agregado y nos ha ido muy bien, por lo que estamos agradecidos con los clientes quienes nos hacen pedidos desde Santiago, Concepción o Viña del Mar, y de acá de Ovalle lo piden mucho. Somos muy apasionados con lo que hacemos”, señaló Andrade, quien valoró además la oportunidad que le han dado a los crianceros locales para encontrarse de nuevo en una actividad abierta al público.
Consultada sobre el siguiente paso que podrían dar los crianceros, la representante del rubro en la comuna señaló que están apuntando a que el Queso de Cabra sea un producto con Denominación de Origen, lo que le otorgaría mayor visibilidad comercial.
“Ya hemos tenido varias reuniones para ver ese tema y hacia allá van nuestros esfuerzos. Para apoyar además a todos nuestros crianceros, para que puedan seguir exponiendo sus productos y que sean ellos mismos quienes lo muestren frente al público”, puntualizó la dirigente gremial.
Gran vitrina
Por su parte, el representante de la tradicional productora Guillermina Valdivia, Matías Cortés, destacó la oportunidad para mostrar sus creaciones y atraer a nuevos consumidores, ya que es una vitrina abierta en la que el público consulta y, si no compra en el momento, por lo general semanas después se atreve a hacer un pedido.
“Acá podemos contar cómo hacemos el producto, ya que mi abuela (Guillermina) todavía lo trabaja de manera artesanal y tradicional, y podemos mostrar y ver como otros también tienen nuevas ideas, con presentaciones diferentes, y eso es un gusto poder compartirlo. El público no ha tenido miedo a acercarse y a preguntar y eso es muy positivo. Se han llevado una muestra para luego disfrutarla luego, y da gusto recibirlos y que se lleven la información sobre nuestro producto”, señaló Cortés.