De una insólita situación en Monte Patria asegura haber sido testigo Cristián Cortés, quien reside en la zona de Carén. De acuerdo a su testimonio, un día durante este semana transportó en su camioneta a dos funcionarios de Carabineros del Retén de Pedregal que estaban a un costado del camino “haciendo dedo” para llegar a un procedimiento policial al pueblo de Pulpica.
“Iba en mi auto subiendo al pueblo de Chañaral de Carén. En ese trayecto vi a dos carabineros caminando, eso fue como a las 11 de la mañana. Me extrañó eso porque uno siempre los ve en patrullas, en motos, o bien a caballo, no a pie como andaban ellos”, cuenta.
Relata que al ver la curiosa situación, decidió consultar si necesitaban un aventón. “Me quisieron ‘hacer dedo’ pero creo que les dio vergüenza. Entonces me acerqué y les dije ‘¿para dónde van?, porque era un camino donde tampoco hay casas ni nada. Me dijeron ‘vamos para un pueblo que se llama Pulpica’, el que está frente de Chañaral. Les pregunté, ‘¿pero van a pie?, me respondieron que sí’. Les consulté ‘qué pasa con la patrulla?’, dijeron que está en panne. Les respondí que cómo van a andar a pie, uno de ellos me respondió, que hace como ‘tres meses’ que tenían ese problema”.
Cortés menciona que continuó tratando de entender qué pasaba, de hecho recuerda que les consultó si ante eso, tenían un vehículo de apoyo para continuar con la labor diaria, “me dijeron que tampoco tenían porque ‘no había presupuesto para otro equipo’. Les dije, ‘pero entonces, ¿cómo van a andar a pie?’”.
El montepatrino cuenta que un punto importante de su preocupación radica en la proporción de la zona de trabajo para los uniformados. “El tramo que cubren es muy amplio porque en Carén se dividen los valles, uno va para el lado de Tulahuén y el otro hacia el lado de El Maitén, y ellos trabajan desde éste último hasta El Coipo, ese trayecto debe tener fácilmente 30 kilómetros, y Chañaral y Carén deben ser otros 5”.
Una vez que llegaron a Pulpica para atender el procedimiento policial en curso, Cortés asegura que los funcionarios le comentaron que posteriormente se dirigirían a Colliguay, “me dijeron que también ‘harían dedo’ para llegar allá. Les insistí que eso no podía ser así”.
El residente afirma que decidió hacer pública la experiencia porque considera que se trata de una situación preocupante. “No sabía a quién reclamarle; si enviar un mensaje a la Gobernación (de Limarí), a una radio o al Ministerio de Justicia”. Al mismo tiempo reitera que tomó la determinación de exponer el caso porque lo vivió en primera persona y asegura que la fuente primaria fueron los propios funcionarios afectados.
Carabineros
Al ser consultados por la situación expuesta, desde Carabineros negaron de forma rotunda la existencia de problemas de transporte para los procedimientos policiales.
El mayor de la Tercera Comisaría de Ovalle, Alejandro Villablanca, declaró, “en su momento efectivamente el carro que estaba asignado sufrió fallas mecánicas. En su reemplazo se envió de otro destacamento un carro para que no quedaran sin vehículo. Este último carro también presentó problema, en este caso de inyector, era un tema mayor. Por eso hubo que bajarlo y se subió un carro de Monte Patria a la espera que en la licitación sean reparados los otros vehículos”.