Dentro del radio urbano hay calles en las que los conductores creen que pueden transgredir los límites de velocidad de manera impune. Algunas de esas decisiones pueden ser fatales, tanto para el conductor, como para los vecinos.
Por ello, desde hace un par de años la Junta de Vecinos de la Población Fray Jorge, en la parte baja de la ciudad, solicitó a las autoridades municipales la instalación de reductores de velocidad o “lomos de toro” para evitar que los conductores excedan el límite permitido y pongan en riesgo la seguridad de los residentes de la zona.
De hecho, a falta de estos reductores, uno de los vecinos tuvo que tomar la determinación de instalar topes de seguridad para evitar que “por tercera o cuarta vez”, conductores que colisionaban en la esquina de Victoria con Blest Gana terminaran con sus vehículos dentro de su casa.
Por ello el secretario de la Junta de Vecinos de la Población Fray Jorge, Luis Rivera, señalo que hace dos años presentaron a la municipalidad una solicitud para la instalación de reductores de velocidad en la zona, ya que el único que hay, es el que está instalado frente al colegio Yungay, mientras que en calles como Victoria, Blest Gana, y la misma Yungay hacia el sur, carecen de ellos y son tomados como “pistas de aceleración”.
La mañana del pasado viernes, y por razones que debe determinar la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de Carabineros, Siat, un joven conductor perdió la vida al estrellar su vehículo contra el muro de concreto del estadio Diaguita, precisamente acelerando a alta velocidad en calle Yungay, en una recta que desde esquina con calle Victoria tiene unos 400 metros sin ningún tipo de reductores.
“Aquí hay varios disco ‘pare’ que no se respetan. Todas las noches se sienten los vehículos que pasan a alta velocidad, no solamente por las calles principales, sino también por los pasajes internos. Felizmente los que quedamos acá somos los moradores originales, adultos mayores sin niños pequeños que jueguen en la calle, porque podría haber una tragedia en cualquier momento. Los conductores pasan a alta velocidad incluso después del toque de queda”, señaló el dirigente vecinal.
Proyectos en puerta
Advirtió Rivera que uno de los proyectos con los que podrían contar en los próximos meses es con el de instalación de cámaras de seguridad para monitorear el movimiento de los vehículos.
“Pero la cámara no es tan efectiva para reducir la velocidad. Servirá para chequear e investigar después, pero no para que se acaben las aceleradas y carreras en la zona”, adelantó Rivera.
Proyectos locales
Por su parte el alcalde (s) de Ovalle, Héctor Vega Campusano indicó la municipalidad cuentan con dos proyectos para instalar o mejorar los reductores de velocidad en la zona urbana de la comuna.
“Estamos postulando dos proyectos de 60 millones cada uno a recursos del Programa de Mejoramiento Urbano de la Subdere, para la construcción de ‘lomos de toro’. El primero, con el fin de regularizar los sectores que cuentan con resaltos de goma y cambiarlos por estructuras de asfalto y bajo la normativa que nos exige la ley, y la segunda iniciativa permitirá la construcción de nuevos reductores de velocidad en los sectores que nos han solicitado las juntas de vecinos locales, debido a que conductores inescrupulosos transitan a altas velocidades”.