Camila Pizarro ocupa con regularidad la ciclovía que se encuentra cerca de su hogar. Junto con su hija realiza actividad física en el lugar, aprovechando las cualidades que ofrece el sector como esparcimiento. Sin embargo, en el último tiempo los distintos trabajos que se están realizando en el sector han permitido que disminuya su uso.
Se trata de la ruta D-687 que une el Casino de Ovalle con el cruce de ingreso a Huamalata, donde una inmobiliaria en el sector está edificando un condominio, por lo cual está instalando una red de tuberías por la orilla de la tura. La ciclovía es la perjudicada por los trabajos, ya que en varios tramos del camino se encuentran realizando las labores.
“Cada uno sabe que estos trabajos son para mejorar, pero si arreglan este sector y no lo dejan tal cual como estaba antes, incomoda un poco. Porque hay niños que van con sus papás en bicicleta, otros con sus coches y niños pequeños, hay un sector que lo dejaron con cemento y no asfaltado, lo que complica a la hora de una caída que en cemento es más dolorosa en niños”, explica.
El recorrido para los ocupantes de la ciclovía se estaría transformando en riesgoso, ya que una vez que se encuentren con los trabajos deben continuar transitando por la carretera, lo que se convierte en un peligro.
“Esperemos que dejen el camino tal como estaba y todos los que transitamos apuntamos a eso. Hay un incremento de personas por estos espacios libres, porque es un lugar para hacer deporte, caminar y en las mañanas transita mucha gente. Por hacer una mejora en el lugar, no lo dejan como corresponde, y después tienen que hacer otro trabajo para arreglar lo que hicieron, en lugar de hacerlo ahora”, señaló.
El problema también lo tienen los vecinos que ingresan o salen desde Huamalata hasta cualquier otro punto de la comuna. Los trabajos continúan en la pista norte, donde una red y una huincha de “peligro” advierten de los trabajos de excavación en el lugar. Una situación compleja para los automovilistas, quienes señalan que los trabajos han ocasionado algunos baches que eventualmente podrían perjudicar a los vehículos.
“No es que estemos en desacuerdo con el desarrollo, pero es una falta de respeto para los habitantes. Han hecho hoyos, nosotros caímos en uno de esos en el auto y si pasa algo cualquier arreglo lo debemos costear nosotros mismos. Huamalata está unido con Villaseca y el sector alto, y las cañerías que pusieron allí son muy estrechas y tememos miedo que esto colapse, pudiendo anegarnos”, cuenta Irma Pizarro, vecina de Huamalata.
De acuerdo a información obtenida desde Obras Públicas, las labores de la inmobiliaria se iniciaron en abril, las que se deben prolongar hasta agosto, para lo cual la empresa debiera tener solucionado los posibles inconvenientes.
Este medio se contactó con la Inmobiliaria PY, a cargo de los trabajos. A través de un mail informaron que responderán a las preguntas de El Ovallino, pero hasta el cierre de esta edición no lo habían hecho.