Hace algunos días un video publicado y compartido en redes sociales causó un gran revuelo por lo crudo del hecho.
En la filmación se observa cómo un bus que transitaba a la altura de Chañaral Alto en la comuna de Monte Patria, no detiene por completo su marcha e impacta a parte de un ganado en medio del camino.
El hecho que sucedió pasadas las 18.00 horas del pasado domingo fue filmado por Manuel González. “El contexto fue que nosotros íbamos de vuelta a Santiago, tenemos casa en Huatulame. Esa tarde vimos un ganado por la carretera pasando a la altura de Chañaral Alto. Primero venía por mano izquierda, y los crianceros los sacaron de ese lado para que pudieran pasar los vehículos que estaban casi en una curva. Ellos hicieron pasar a los vehículos y después como quedaron en nuestra pista, nos tuvimos que detener”, relata.
La filmación que él hizo tenía otro propósito, sin embargo, el destino tenía planeada otra cosa. “A mi nieta la hice que viera a través de la ventana del auto a las cabritas que iban pasando, y aproveche de grabarla a ella como una forma de tener un recuerdo de ese momento. Por la velocidad y por los frenos calientes, ese bus pasó no pudiendo detenerse. Encaré al conductor sin la grabación y él me dijo ‘agradece que me tiré hacia los animales y no hacia tu camioneta’”, indica González.
Sin embargo, el testigo descarta completamente responsabilidad del conductor. “Esto no fue un problema a causa del chofer, sino que de la deficiente mantención del vehículo. No puedo acusarlo a él. Lo que vi es que cuando él se encontró con el ganado frenó, pero no pasó nada, al final pasó y frenó con los animales abajo. Fue espantoso, fue una escena bien terrible”.
Para González el problema radica en aspectos técnicos de las máquinas. “Los buses para cumplir con los tiempos andan a gran velocidad en las curvas. Si no tienen buenos frenos porque no se les hace una adecuada mantención se transforma en un problema”.
Bernardo Toledo fue otro testigo de la escena, ya que su padre es el dueño del ganado afectado en el video. “A mí papá yo mismo lo fui a buscar a la cordillera, cerca de la frontera con Argentina. Veníamos caminando desde hace cinco días, y cuando pasó todo era el final del recorrido. Estábamos a sólo 100 metros para llegar al destino”, detalla.
Debido a problemas debieron recorrer un tramo por la carretera. “Éramos tres personas arriando, entre ellos, mi papá, mi tío y yo. Veníamos transitando con el ganado por una línea del tren en el sector del cruce Las Totoras en Chañaral Alto. A 50 metros más arriba de donde ocurrió el hecho, decidimos transitar con las cabras por el camino porque había un paso de esa línea en la que los animales no podían pasar. Ese tramo estaba como ‘en el aire’, no era un puente fijo, todas las veces en esa curva teníamos que hacer lo mismo”.
En las imágenes se puede ver que Toledo sale del caballo. “Venía trayendo por delante a un cordero pequeño que estaba cansado. La yegua saltó y alcancé a saltar al lado, saliendo del caballo. En ese instante no supe qué más pasó, después lo único que hice encargarme de los otros animales que estaban asustados. Luego empezamos a ver cuánto ganado estaba muerto”.
En total la familia estaba arriando cerca de 200 animales. Según lo catastrado por ellos mismo, 3 ovejas y una cabra resultaron muertas por el impacto. Además otros animales resultaron lesionados o cojos.
“En ese momento a lo único que atiné fue a ver a los animales que estaban lesionados. Mi papá fue el que habló con el conductor, el que le dijo que se le habían cortado los frenos, sin embargo después siguió su ruta hacia La Serena”, explica Toledo.
El testigo asegura que la familia conoce al dueño de la empresa, y que incluso ayer su padre había ido a Combarbalá para poder zanjar el tema. “No voy a ir en contra del dueño de la empresa, ni con el conductor. Fue una cosa circunstancial, que nunca pensamos que podía pasar”, declara, ya que en anteriores ocasiones habían hecho lo mismo y nunca había sufrido este tipo de problemas, “de hecho los vehículos paraban y la abríamos el camino para que pasaran”, aclara.
El dueño del ganado, Raúl Toledo, cuenta que no ha hecho ninguna denuncia formalmente, pero que le habían asegurado que la empresa va a responder por el ganado perdido. En cuanto a la orientación legal que le ofreció la Municipalidad de Monte Patria , cuenta que aceptará ser orientado ya que “ ¿qué pasa si después se corren y no me pagan?’”, argumenta.
Héctor Rojas dueño de la empresa Rojas, flota a la que pertenece el bus de la filmación, se refiere al suceso. “Cuando un criancero o peatón transita por la carretera lo mínimo que tiene que hacer es usar un chaleco reflectante. Porque a veces no hay visibilidad y uno se encuentra en una curva con un ganado y uno podría no alcanzar a frenar a tiempo, porque se supone que en la carretera una no anda a 20 kilómetros por hora. Hay que tener una prevención sobre eso”.
Para él los crianceros deben tomar medidas para evitar este tipo de hechos. “No quiero decir que en este caso responsabilidad del criancero, pero sería importante que ahora se hablara de este tema, especialmente porque los crianceros vienen bajando de la cordillera. Debería andar una persona delante y otras atrás del ganado usando chaleco reflectante”, dice Rojas.
El dueño de la empresa enfatiza su versión señalando, “el conductor me manifestó que no alcanzó a detener el bus, yo lo entiendo porque ese sector es una bajada. Lo más importante es tirarle las orejas a los crianceros para que coloquen de su parte y tomen precauciones porque o si no el día de mañana una máquina podría darse vuelta”.
Ante lo ocurrido comprometió ayudar al afectado, “de todas maneras vamos a ver cómo indemnizaremos a la persona”.
A raíz de esta situación, la Municipalidad de Monte Patria se movilizó para dar con el paradero del criancero afectado, comprobando que él no es beneficiario de Indap ni se encuentra inscrito en alguna oficina de la casa consistorial. De esa forma para poder prestarle ayuda, la tarde de ayer se desplegó hacia su domicilio un equipo compuesto por diversos profesionales, entre ellos, un médico veterinario y una asistente social.