A días de ocurrido el terremoto, van surgiendo nuevas problemáticas de pequeñas localidades ubicadas a algunos kilómetros de Punitaqui. Algunos de sus pobladores se encuentran a la espera de poder recibir ayuda, ya que no sólo han sufrido diversos daños al interior de sus viviendas, sino que también han vivido el derrumbe de los pozos que alimentan a sus cultivos.
Una de ellas es Ajial de Quiles, la cual se encuentra realizando su propio balance de lo que fue el paso del terremoto, a través de una reunión vecinal realizado el día de ayer. “Los daños que hemos tenido aquí son cuantiosos, mayormente la parte riego y la parte habitacional”, sostiene Eduardo Castro, presidente de la Junta de Vecinos de Ajial de Quiles. Castro recalca “lo más urgente que se necesita en esta localidad es habilitar el riego, porque los frutos son el ingreso que mucha de la gente tiene, y en este momento como los pozos están enterrados tienen problemas para realizar el riego”. De igual forma sostiene que durante los próximos días acudirá a buscar alguna solución con Indap, para ver la posibilidad de conseguir una prórroga a largo plazo para aquellas personas que tienen crédito. Castro, quien se encuentra damnificado y durmiendo en su propio vehículo, sostiene que hará frente a la adversidad “yo sigo trabajando, esto a mí me da más fuerza porque tenemos que aprender a luchar contra la adversidad. Yo no me he muerto, más fuerza me da”.
En las localidades al interior de Punitaqui, diversos pozos resultaron enterrados.
No sólo para Castro, el problema de los pozos se alza como uno de los principales conflictos que mantienen en la zona, ya que así al menos lo puntualiza otro habitante, don José Lazo quien asegura “se enterraron mis pozos, no tenemos agua ni para tomar, hay que ir a buscar a otro lado. Ojalá tengamos ayuda y nos ayuden a limpiar los pozos”. De igual modo la señora Judith Cortés, afectada de la localidad, cuenta que su pozo está enterrado y “desmoronado”, lo cual ha sido un gran problema para ella, ya que lo utiliza tanto como para consumo, como para regar sus cultivos. Por su lado la residente, doña Sonia Salfate manifestó necesitar ayuda para demoler su casa, “el comedor era de adobe y quedó todo partido, hay destrozo de cosas materiales. Estoy habitando mi casa pero con mucho cuidado. Me gustaría recibir ayuda para demoler eso, y recibir también una mediagua”, de igual modo ella indica estar consciente de la magnitud de los daños causados en el Ajial, “en esta localidad hay daños en muchas partes, casas en mal estado”.
Otra de las afectadas fue la señora Ángela Castro, en relación a la ayuda por parte de las autoridades es enfática “por el momento voy a esperar qué respuesta me da la municipalidad, si ellos se niegan, tendré que hacerlo por la mía. No pido que me arreglen todo, una mediagua que me den es importante, yo me conformo con eso, para mí eso es una solución”. Don Gumercindo Ramírez, otro de los habitantes de la localidad Ajial también se encuentra afectado tras la catástrofe, y manifiesta estar a la espera de soluciones para poder reconstruir, “yo quiero que el gobierno me manda máquinas para botar todas esas pircas y ojalá que me puedan ayudar con una mediagua”, concluye.
Al llegar más al interior nos encontramos con Higuera de Quiles, la cual ha sido de igual modo golpeada. Uno de los lugareños más afectados fue don Luis Jofré, quien no se encontraba en su casa al momento del movimiento sísmico, pero que al regresar pudo constatar la destrucción al interior de su hogar, “producto del terremoto perdí casi todo. Perdí cocina y baño. Me quebró todas las cosas, no quedó nada”. Cuenta además que mantenía un pozo el cual se hundió a causa del terremoto, “se perdió todo el agua, le puse 1500 metros de agua y estamos recién viendo, ahora recién podemos tener para beber, estuvimos desde el terremoto sin nada para tomar, ni para el baño”, afirma Jofré.
En relación a la presencia de autoridades en el lugar, el habitante de Higueras de Quiles comenta “no ha venido nadie a vernos, ninguna autoridad. Recién hoy llegó la municipalidad a dejarnos agua”. En relación a los próximos pasos a seguir, sostiene que es vital recibir alguna ayuda para poder remover los restos de lo que fue su hogar, “nos urge botar el escombro, ojalá nos den alguna otra solución, yo no soy capaz de botar todo solo. Al menos yo ya estoy pensando en demoler todo y construir todo en el mismo terreno, pero necesitamos ayuda para remover escombros”. Jofré asegura que fue tal la destrucción, que lo único que puede volver a ser habitado es una pieza de madera.
El edil de Punitaqui, Pedro Valvidiva está consciente del problema, asegurando que hay casas caídas, y hasta inhabitables. “Yo diría que las casas de adobe al interior están todas complicadas. En Parral, Ajial, La Higuera, San Pedro, casi todo el sector fue dañado”, manifiesta.
Durante estos días se realizará un análisis más acabado para saber la real magnitud, ya que durante esste lunes a la comuna ha llegado una ficha que permitirá determinar a los reales afectados por la catástrofe. “Este martes pasaron encuestando por San Pedro, este miércoles en La Higuera y terminarían en ese sector. De aquí al viernes tenemos todo cubierto, ya que las distancias son enormes”, sostiene Valdivia en cuanto a la duración y alcance del catastro, el cual también contemplará cuantificar el daño de los pozos. Finalmente el edil cuenta que también se brindará ayuda a los damnificados, mediante “la remoción de escombros con la autorización de la familia, o de los dueños de los terrenos”.
Según datos proporcionados por la Municipalidad de Punitaqui, hasta el minuto se registran 80 viviendas irrecuperables en la comuna, más de 10.400 personas afectadas por ausencia de suministro de agua potable y de electricidad, 20 familias con viviendas con problemas estructurales, y más de un centenar de pozo dañados.