Volumen de agua en embalses del Limarí supera ampliamente al registrado durante el año pasado en estas fechas

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    El tranque La Paloma se encuentra en más de un 60% de volumen de agua embalsada.

    Gracias a las lluvias caídas durante la primera mitad del año, en la provincia del Limarí se está dando un alentador panorama hídrico, mucho mejor al de temporadas agrícolas anteriores. Y es que a fines de junio los tres embalses del Limarí superaban notoriamente el volumen total registrado hasta junio del año 2016, llegando incluso a alcanzar su límite de máxima capacidad, en el caso de los tranques Recoleta y Cogotí. 
    Y es que según las cifras entregadas por el Laboratorio PROMMRA a través de la plataforma web de Pronóstico de Caudales de Cabecera, http://proq.prommra.cl, el volumen total embalsado en la provincia al 30 de junio sobrepasa los 700 Mm3 de agua, más del doble de los 346 Mm3 registrados en este mismo mes del año pasado.
    Al respecto, el ingeniero agrónomo y subdirector del Laboratorio PROMMRA, Héctor Reyes, explica que esta situación se debe, en primer lugar, a las precipitaciones que han ocurrido hasta esta fecha donde, por ejemplo, según los datos oficiales la Dirección General de Aguas (DGA) en la estación Las Ramadas se ha registrado una precipitación cercana a los 450 milímetros y el año pasado estuvo por debajo de los 400, mientras que en la sequía se llegó a registrar menos de 180. “Claro que estamos con más del doble de lo que había precipitado en algún momento durante la sequía. Y queda todavía el mes de agosto, en los cuales probablemente también van a ocurrir algunos eventos de precipitaciones”.
    En ese sentido, Reyes destaca que una de las principales características de este año es que las precipitaciones se están acumulando como nieve, lo que provocaría una crecida importante de los caudales a inicios de noviembre hasta, probablemente, enero. “Hemos tenido la fortuna de que las precipitaciones que han ocurrido en la región han sido importantes y, además, han ocurrido durante los meses más fríos, con una isoterma cero relativamente normal, entre 2.000 y 2.500 metros de altitud y, por lo tanto, tenemos una acumulación de nieve importante en la región” sostuvo, pese a que la actual temporada está aún por debajo de los niveles de precipitaciones caídas por ejemplo, en 1997, cuando en Las Ramadas de Tulahuén, en la cuenca del Limarí, cayeron 880 milímetros durante ese invierno.