A inicios de mes se cumplieron los 65 años de existencia de la emblemática radio Norte Verde, tiempo que permite poder reconocer a una de las voces más insigne de Ovalle y porque no decirlo, del Norte Chico.
Su voz es reconocida en cada localidad y lugar que uno se encuentre a lo largo de todo el territorio nacional, donde se escuche una publicidad radial que haya sido grabada por este ilustrísimo locutor radialovallino, quien con su compañía, ha acompañado a la crianza de varias generaciones de la provincia de Limarí.
Su nombre: Waldo Enrique Castro Pérez, nacido el 19 de febrero de 1961, quien desde inicios de la década de los ochenta ha estado contratado por la emisora y como el mismo dice, “he hecho de todo, una especie de periodista sin serlo”.
Lo puede encontrar en el dial de lunes a viernes desde las 10:00 de la mañana hasta las 18:00 horas de forma correlativa, programando música, confeccionando noticieros, leyendo noticias o cubriendo los diversos frentes informativos, además de ser maestro de ceremonia de varios eventos masivos.
Pero sin duda alguna es el Fútbol lo que más lo apasiona, pues se reconoce como hincha de la Universidad de Chile. Su trabajo como locutor comercial de deportes, es el que le ha permitido ser escuchado en varias transmisiones radiales de diversos partidos de la ANFP, en algún mínimo tiemposin saber su nombre y sólo con su voz puede ser reconocido. Pero también ha sido y es, un destacado comentarista del balompié provincial.
Es oriundo de Potrerillos, en la región de Atacama. Su padre, ya fallecido fue un ex trabajador del mineral El Salvador, Juan Castro, y su madre quien también descansa en paz, fue Ediomila Pérez. Recuerda que llegó a Ovalle junto a su familia, compuesta por cinco hermanos antes del ‘73, cuando cursaba cuarto año básico y desde entonces nunca más se movió de la Perla del Limarí.
Su hermano mayor fue un destacado profesor ya igualmente fallecido, Juan Castro; el segundo fue el primero en incursionar en el mundo radial, Wilson Castro, radicado en La Serena y locutor de radio Montecarlo; luego le sigue Omar Castro quien también trabaja en medios de comunicación; el cuarto hermano, es Luis Castro, un destacado relator deportivo regional que hoy por hoy se desempeña en radio San Bartolomé; y el clan de los Castro lo cierra Waldo con sus 55 años recién cumplidos.
Su interés por el trabajo radial, vino luego que su hermano Wilson, quien durante años trabajó en la época de oro de la Norte Verde se trasladó hasta La Serena contratado por Radio Nacional y quedó un cupo en la emisora ovallina, que él quería suplir.
Cursaba su enseñanza media en el Liceo Politécnico, y fue entre los 16 y 17 años de edad cuando comenzó a frecuentar la emisora postulándose como aprendiz de locutor, donde fue bien recibido cuando era muy difícil poder entrar y más fácil salir de un medio radial. Comenzó en la Javiera Carrera, propiedad de Francisco Morales, mismo dueño de la Norte Verde.
“No voy a olvidar nunca mi primera vez en la radio. Don Francisco me tiró altiro a los leones, era un día domingo, tenía mucho nervio y me hacen reemplazar a Ramón Gómez, un gran locutorde ese entonces que lo iban a desvincular de la empresa y yo lo pasaba a reemplazar como locutor comercial de deporte. Fue mi primera salida al aire y de ahí, comencé a practicar un año entero. Estoy aquí desde 1980”, recuerda Waldo Castro.
-¿Todos los hermanos Castro poseen la misma tonalidad de voz aguda, tipo estereofónica?
“Creo que sí, la voz la tenemos todos, esa parte algunos más, otros menos, pero tenemos esa parte y viene en la raíces también. Mi hermano Wilson tiene un hijo que se llama César Antonio que es un tremendo locutor que trabaja en Santiago en TVN con su tremenda voz y mi hijo, que se llama Mauricio Castro, también destacado locutor joven hizo el curso de locución en Santiago y creo tiene una profesión que nadie tiene en esta zona, es doblajista de películas, dobla en las películas y tiene tremenda voz”.
-¿Quiénes conforman su núcleo familiar?
“Soy casado por única vez desde hace 34 años, con Verónica Ramírez, quien por años se desempeñó en el ámbito judicial y desde hace 5 años aproximadamente trabaja con nosotros en la parte administrativa. Tengo 4 hijos, Waldo que es Ingeniero Comercial y trabaja en el banco Estado de Santiago; Mauricio que es doblajista, locutor, además de ser la voz oficial del teatro Municipal de Ovalle y de trabajar para el Centro Cultural; después está Diego y Verónica que todavía le digo “Verito”, ellos estudian ingeniería comercial, siguiendo los paso de su hermano mayor”.
-¿Qué recuerdos me puede contar de esta labor que desempeña hace tantas décadas?
“Tengo los mejores recuerdos, pero la parte primera para mí fue muy difícil. Mi madre me decía que por favor dejara la radio, ya que tenía 17 años y con gente mayor con años de experiencia la radio era muy difícil. Ya no estaba mi hermano mayor que me protegía, era muy complicado estar en la radio en ese tiempo, había muchos locutores y a mí me miraban como cabro chico. Yo llegaba con uniforme a practicar y fue muy complicado, mucha envidia. Esa parte fue buena y mala porque iba aprendiendo pero era difícil, por eso mi madre me instaba a que saliera de acá, porque a veces había hasta humillación.
Pero después pasado el tiempo, llega la nieta del dueño, la señora Carmen Morales, que ahora es nuestra jefa y ella me apoyó de otra manera y yo más maduro también me fui consolidando y esto para mi es lo que más quiero, la radio, lo único que sé hacer es radio, me acuesto tarde grabando para otras radios y feliz.
He trabajado siempre para este complejo radial, inicié en la Javiera Carrera que la rompía y la llevaba, era de los mismos dueños y ahí me consolidé, hice mi carrera, me pasé a formar y luego me pasaron a este sector y aquí estoy, todos estos años. Pero también he pasado por radios antiguas como la Amanecer, donde hacíamos la parte deportiva, estuve dos años a cargo de la radio Montecarlo en Ovalle, años y años trabajo con radio Comunicativa, los días domingo con un programa del recuerdo que lo llevo por más de 20 años y grabo para dos radios puntuales, la radio Dulce de La Ligua y para radio “Mi Radio” propiedad del conocido Roberto Dueñas. Pero yo estoy contratado desde el ’80 en esta radio y formo parte del staff de locución del municipio”.
-¿Se siente reconocido en el mundo rural, quienes no conocen su imagen pero sí su voz?
“Todos los días en contacto con ellos, me escuchan todo el día y he sido aceptado, quizás pudiera ser rechazado por tantos años que la gente me conoce. Viví ese cariño en vivo, a causa de no tener mucho tiempo para ir al campo, cuando hace dos elecciones atrás me presenté como candidato a concejal y que no alcancé a salir, porque creo que cometí el gran error precisamente de no visitar a la gente de las comunidades rurales, pero a donde iba me decían con mucho cariño ‘a usted don Waldo mi papá y mi mamá lo escuchan siempre’.
Me invitan a muchos lados pero el tiempo juega en contra, pero por la misma municipalidad me toca ir a localidades como Chalinga a la Fiesta del Queso como maestro de ceremonia, como también a la Fiesta Costumbrista de Barraza, eventos donde hay mucho contacto con la gente y se agradece”.
-¿Cómo visualiza su futuro más cercano?
“Primero que mis hijos terminen sus estudios superiores, esa es la meta y al pasar por eso, doy por cerrada una etapa, porque creo que es importante que los hijos estudien y saquen su carrera. En la parte personal creo que seguir haciendo radio hasta que Dios quiera, pero insisto, la meta es que mis hijos se titulen y que el maestro me siga iluminando, le seguiré dando hasta que pueda. Uno nunca sabe lo que puede pasar”.
-¿Cómo ícono de la radiofonía local que hito resaltaría desde detrás del micrófono?
“La verdad es recomplicado, es difícil buscar un hecho en más de 30 años de radio y son tantas cosas, he entrevistado a tanta gente por diferentes motivos: políticos, cantantes, en fin, jugadores de fútbol cualquier cantidad, fotografías tengo muchísimas, montones de recuerdo en materia política, deportiva, espectáculo. Pero algo que me marque no, porque no lo tengo elegido, es cómo preguntarle a un jugador que gol más le gustó, pero aquí son tantas cosas.
Pero creo, que si es en esa onda lo que más me llamó la atención también en este último tiempo fue un reportaje que hicieron unos amigos argentinos a quienes les llamó la atención la labor que tenía esta radio con los crianceros en la cordillera, ya que es la única emisora que escuchan ellos.El único nexo que tienen en la cordillera es esta radio, que está presente en las localidades rurales, también está con ellos ‘allá arriba en la cordillera’, como dice la canción y saben de sus familias por la Norte Verde y quien comunica soy yo.
Todavía doy de ese tipo de mensajes, tal cual ayer había uno que decía que se comunicaba a don Gustavo Aracena que ‘el viernes me tenga 3 quesitos chicos listos porque lo iría a buscar tal persona’ y son clásicos, porque es la manera que tenemos de comunicarnos con la gente del sector y ese reportaje, fue muy bueno. Se lo hicieron a la radio y a mi labor, yo me sentí un nexo porque estoy al medio, mi labor es muy bonita e importante. Soy una conexión entre la gente”.
-¿Cuál es su sueño, cómo ve a la Norte Verde en 20 años más y su función en la radiofonía?
“Lo mío en particular Dios lo sabe, mi deseo es que la radio Norte Verde nunca muera por la misma gente del campo. Hace años corrió un rumor que se vendería y a mí no me gustaría, ya que le debo mucho y si desaparece, nosotros morimos. Entonces, ese es el deseo; que nunca muera y con la tecnología que avanza, seguir la labor y estar acorde con ella”.
-¿Qué pasa con las nuevas generaciones, hay alguien qué lo pueda suplir?
“Hay generaciones muy buenas, no hay que olvidar ese dicho que dice que las empresas quedan y los personajes pasan, entonces cuando Waldo Castro Pérez pase a la historia, aparecerá gente de la nueva generación. Hay buena generación, una diferencia a la antigua donde había que tener voz por eso era difícil, no cualquiera entraba. El primer examen era la voz y ahora hay que ser animador radial que no es lo mismo que el locutor radial, entonces a lo mejor un animador radial no puede grabar un aviso comercial como uno, o a lo mejor lo puede hacer, pero existe una diferencia ahí. En las generaciones nuevas hay gente buena y les deseo lo mejor de la suerte a toda la gente joven que quiera estar en la radio”.
-¿Qué pasa con el mundo radial de Ovalle, donde existen muchas frecuencias FM pero también hay una fuerte presencia de la AM?
"Con todo respeto de los colegas de la sintonía FM, pero también tenemos gente clásica, como le digo yo en Ovalle y que no está escuchando, nuestros auditores clásicos que no se cambian de la Norte Verde por ningún motivo, nos escuchan siempre”.
-¿Lo reconocen visualmente o cuando habla lo identifican?
“Mucha gente por los años me reconoce pero a veces me pasa, porque uno va a una tienda y al pasar el carnet o la tarjeta me dicen, ‘Ah es usted Waldo Castro’, y otras con hablar y sin dar el nombre me dicen,‘donde lo he escuchado a usted (sonríe)’. Entonces uno trata de ser un hombre humilde”.
-¿No se le han subido los humos a la cabeza y que recomendación daría para que esto no suceda?
“Jamás me ha pasado, jamás, me quedo con las palabras de Iván Zamorano, nada que ver con lo radial pero él dijo: El éxito va de la mano de la humildad y se me grabó. Por eso hay que vivir el momento y si a uno le va bien gracias a Dios está bueno, pero siempre con los dos pies en la tierra, porque después el costalazo duele mucho. Gracias a Dios, a mí me iniciaron humilde, vengo de una familia humilde y no voy a cambiar, tengo buenas relaciones con casi todo el mundo, con otros colegas de radio hemos viajado juntos a los partidos de Deportes Ovalle y me gusta, me encanta el deporte, soy hincha de la Universidad de Chile. Por años y años la generación de la radio Norte Verde sigue a Deportes Ovalle, tanto como local como visita, hemos estado en diferentes lugares gracias a deportes Ovalle con la Norte Verde”.
-¿Qué recomendación le diría a la gente joven en lo radiofónico?
“Pero no solamente para ellos, sino que para todos, que no se olviden que la palabra perfecta es perseverancia; la tuve yo, le dije al principio que fue muy difícil para mí, pero yo no me rendí en ninguna oportunidad. Me desvincularon haciendo la práctica y yo me la jugué para volver y luego me mantuve con todo el panorama medio espeso, complicado, envidia, me hacían la cama, me acusaban de cosas. Insisto, tuve que ser perseverante y lo fui y si alguien le gusta la radio, la animación radial, bienvenido sea y que le vaya bien. Como dije recién, no tengo problemas con ningún colega y si ellos lo tienen conmigo, es cosa de ellos, así que a tener perseverancia y hay que darle no más para que todo esté bien”.
¿Alguna muletilla que lo reconozca en particular?
“(Sonríe)… tengo una frase en general que siempre uso y que utilicé en mi campaña política de hace años atrás, y es TODO BIEN. Y hasta el día de hoy cuando ando por la calle la gente me dice ¿TODO BIEN?, es como mi saludo en la calle y lo que me identifica y a mí me gusta. TODO BIEN”. o1301iR